ITALIA

El psicoterapeuta de Fagioli dispara sin piedad sobre la ludopatía en el Calcio: "Es como decir que el tabaco de contrabando produce cáncer, pero el homologado no"

Relevo entrevista a Paolo Jarre, el psicólogo que durante algo más de un año trató al hoy centrocampista de la Fiorentina para intentar solventar su patología.

Fagioli, con la Fiorentina. /AGENCIAS
Fagioli, con la Fiorentina. AGENCIAS
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Paolo Jarre es médico y psicoanalista, probablemente uno de los máximos expertos italianos en ludopatía. De hecho, durante cuatro décadas trabajó en el servicio público de Turín para tratar pacientes con este tipo de dependencias. Uno de ellos fue el joven futbolista de la Fiorentina Nicolò Fagioli, sancionado durante varios meses cuando vestía los colores de la Juve. Precisamente él, junto a otros once jugadores (Tonali, Zaniolo, Di María…), se ha visto de nuevo envuelto en el enésimo escándalo de fútbol y apuestas clandestinas.

Por el momento, es la Fiscalía de Milán (lugar de la joyería usada para limpiar el dinero) quien está llevando a cabo las investigaciones, que ya han vertido algunos preliminares además de haber incautado más de un millón de euros. Se especula con que esto podría ser solo el inicio.

La entrevista con el doctor se hace por teléfono horas después que Andrea Abodi (ministro de deportes) hable de censurar y prohibir la maglia de la selección italiana a quien apueste ilegalmente… Y días antes de las frescas y fervientes declaraciones de Felipe Melo, apenas recogidas por medios italianos: "Cuando estaba en la Juve, Gigi Buffon me pedía consejos para apostar en la Serie C brasileña". Sí, efectivamente es lícito hablar de hipocresía, el gran disfraz de un carnaval que quiere demostrar retazos humanos, sacros y justos.

¿Qué le pareció lo que dijo el ministro?

Una hipocresía general todo lo que se dice de la ludopatía. Creo que ha juzgado duramente el comportamiento de estos futbolistas, estos chicos involucrados en la historia. Todo el deporte profesional italiano está completamente contaminado con este mundo de apuestas, tanto legales como ilegales. Hay un fuerte lobby sostenido por algunos profesionales del fútbol y también por algunos ambientes políticos. El ministro es un ejemplo.

¿En qué sentido?

En el de intentar superar la prohibición de campañas publicitarias y sponsor relacionados con los juegos de azar.

En las apuestas ilegales no es necesaria la inscripción, pero sea más explícito por favor. ¿Tiene la sensación que se está poniendo una cortina de humo para algo más potente?

A estos futbolistas les han pillado. Sí, jugaban en plataformas piratas, pero el problema gigantesco es otro… El de millones y millones de italianos con las apuestas legales en sí. La ilegalidad, en los juegos de azar, es un problema marginal, residual. El 90% de las personas que llegan a consulta para ser tratadas y curadas es por lo que te acabo de decir. Lo que se está publicando en estos días es una minoría que pretenden hacer pasar como el verdadero asunto. No es así. En realidad, si se quiere atajar bien todo, es mejor huir de si esto es legal o no… Eso es algo para la policía o la Guardia de Financia… Si lo que les importa es la salud, aquí el problema es la ludopatía. Punto.

Es absurdo todo.

Sí, es como decir que el tabaco de contrabando produce cáncer, pero el homologado por los grandes monopolios no. Es más sano. Pues lo mismo aquí. Otro aspecto hipócrita son algunas reglas de la Federación de Calcio italiano… Es decir, si uno apuesta en una disciplina diferente a la que practica no pasa nada, aunque esto también le lleve a sufrir una patología o ser chantajeado… Como se ha visto ahora, ser chantajeado por la industria de apuestas ilegales, me refiero. En este caso a la Federación no le importa un bledo. Es una locura. Todo está montado para mantener el problema, y no para resolverlo.

A la FederCalcio le preocupa solo cuando un futbolista apuesta de fútbol, para que lo entendamos.

Claro. De hecho, ahora se habla de Zaniolo, un nombre que salió hace un par de años también, pero que después no fueron capaces de demostrar su implicación en partidos de fútbol. Por eso no le sancionaron, como a Fagioli o Tonali. Sí, quizás, no sé… Apostaba en póker online o en tenis, pero no en fútbol.

En Italia hay varios exfutbolistas que anuncian y publicitan casas de apuestas. Me vienen a la cabeza dos: Luca Toni y Francesco Totti.

Entonces también Gigi Buffon, quien hace días me consta que hizo unas declaraciones públicas en las que dijo que se estaba exagerando todo esto. El caso de Toni es relevante, porque hace publicidad oculta. Y es que, en Italia, por ley, está prohibido en sí. Concretamente desde el decreto Dignità, aprobado en 2018. Ahora lo que hacen te lo venden como información comercial. Como si te estuvieran explicando la letra pequeña de una medicina. Fíjate en Luca Toni, que habla así: "Mira el resultado de los partidos en…". Ya sabes, no está literalmente diciendo que apuestes ahí. En esa pequeña diferencia se ve la hipocresía, la publicidad que en realidad ya no es oculta. Mira los sponsors, los banners en los estadios de Italia. En todos lados hay casas de apuestas. Luego te lo venden camuflado: "No, eso es para ver los resultados en Eurobet o BET365. Es pura información". Nos toman el pelo.

Las apuestas no vienen de ahora. En los ochenta sancionaron dos años a Paolo Rossi.

Sí, pero como bien sabes en aquellos tiempos vendían sus propios partidos. Rossi, Albertosi… Ahora no es así, es más sofisticado… Y tiene que ver con una matriz más profunda: la enfermedad, la ludopatía, la dependencia. Es increíble todo, porque hoy día se puede apostar a que un futbolista sea amonestado durante el partido. Se juega e invierte por cosas secundarias que van más allá del resultado o el 1X2… Y sí, hay mucha gente que se beneficia de todo este tinglado. Son como chacales que chantajean aprovechando ciertas vulnerabilidades.

Deudas, ansia de riqueza, aburrimiento, adrenalina, vacío existencial… Es un mundo turbio, oscuro. A menos que no se pinchen teléfonos, ¿cómo puedo saber que un jugador X apuesta que él mismo durante un partido hará dos faltas o que su equipo sacará diez córner antes del descanso?

Complicadísimo. Es necesario un trabajo de Intellingence deportiva realizado correctamente. Lo paradójico de todo es que la expansión del juego legal, al menos en Italia, surge para contrarrestar el ilegal. Lejos de la realidad, ha creado un sinfín de problemas en ambos. Creo que, en parte, la solución está en minimizar el legal, que se puede controlar. Por ejemplo, un factor que determina la dependencia es hacerlo en vivo, durante los partidos. Es abrumador.

¿La dependencia se agudiza con la instantaneidad?

Claro. Antiguamente, con la quiniela, uno podía jugarla hasta el sábado por la tarde. Los partidos eran el domingo, luego había un margen temporal amplio. Ahí se rebajaba la euforia. Hoy se puede hacer hasta el último minuto de un partido que puede ir con 3-0 en el marcador. Esto crea una adicción terrible, y estamos siempre dentro del verso legal. Imagínate.

En realidad, han querido crear un mercado haciendo pasar que pretendían solventar el otro.

Hoy día casi todo el mundo apuesta, incluso los más pequeños. Antes no era así.

¿Cuánta dopamina crea esto?

Muchísima. Es como el rasca y gana. La inmediatez de poder obtener mucho dinero crea todo esto. Los juegos de azar han ido más allá… Se han transformado en máquinas proveedoras de resultados. Casi siempre pierdes, o no, pero esa espera… Esa hipnosis adrenalínica… Es excitante, como la cocaína.

Después del éxtasis, la tristeza suprema. ¿Usted durante cuánto tiempo trató a Fagioli?

Aproximadamente un año.

¿Cuáles son los pasos a seguir en estos casos?

Se trabaja en diferentes frentes para estos trastornos. Un trabajo psicoterapéutico general basado en dos aspectos: uno es la distorsión cognitiva, y tiene que ver con un pensamiento que suelen preservar grabado a fuego los pacientes. Algo así como ser más pícaros que nadie, creer que pueden prever lo imprevisible, tener métodos para ganar… Ahí se trabaja en la reestructuración de todo. Después hay que escarbar en lo afectivo-emotivo para entender si hay traumas, depresión no reconocida… Por último, se focalizan posibles daños colaterales: deudas, préstamos que no se pagan, daños patrimoniales, relaciones familiares, de amistad o trabajo. Normalmente, cada paciente con esta patología involucra a otras quince personas.

Imagino que el aspecto más difícil será el de llenar el vacío existencial creado cuando se deja de apostar.

Sin duda. Hay que ir introduciendo cosas menos excitantes y efímeras, pero con más sustancia y relación con la vida cotidiana. En el caso de Fagioli… No lo digo yo, sino él mismo cuando iba a dar conferencias sobre el caso en primera persona (su documental se titula Fragile)… Hablaba, testimoniaba que en su tiempo libre jugaba mucho a tenis. ¿Sabes? Con los futbolistas es difícil encontrar otros hobbies porque, en algunos casos, tienen en la cabeza el balón desde los cinco años. No han tenido tiempo desarrollar otros gustos.

Leí hace meses una entrevista con Tonali en la que decía algo así como: “Abandoné el Tablet siete meses. Había semanas en las que tenía cuatro sesiones con el psicólogo al no poder tomar fármacos por temas de antidoping”. Profesor, no me cuadra. Imagino que habrá futbolistas en activo que estén tratando farmacológicamente, sin temor a dar positivo, problemas de salud mental.

De hecho, se trata de una imprecisión lo que dice. Por suerte o desgracia no hay medicación para la ludopatía. Sí algo que pueda frenar el deseo extremo de jugar, y no creo que sean dopantes.

Eso lo sé. Me refería a que esta patología, de alguna manera, podría estar relacionada indirectamente con la depresión, la ansiedad o los trastornos compulsivos, todos casos clínicos que contemplan -si lo determina un psiquiatra- el uso de pastillas.

Efectivamente, creo que Tonali ha dicho algo impreciso. No sé lo que concordó con su terapeuta, pero dos o tres sesiones a la semana también es plausible. Claro, pero no porque no podía tomar medicación. En estos casos, es pertinente algún ansiolítico e incluso antidepresivos, pero yo de esto no entiendo en realidad. Es decir, no sé qué fármacos son considerados doping.

Para terminar, quiero aclarar un asunto. No querría que la palabra ludópata venga usada en vano, como atenuante para acelerar la vuelta o subterfugio de otras cosas, como el de eximir una responsabilidad.

¿Se refiere al fenómeno de quitar responsabilidad? No lo sé. Hablo de las situaciones que seguí yo, incluso menos famosas. En estos casos hay un diagnóstico, un recorrido que llevar a cabo… No está en discusión el asunto. En otros, no sé… No sé dónde ubicar estos cuadros episódicos que se decía jugaban a póker en las concentraciones de Italia Sub-21.

Insisto con lo de abusar a veces del término como atenuante para reinsertarlo rápido. Como si fuera peor ser un delincuente que un enfermo. Así el sistema (el gobierno, en este caso) por un lado hace ver que le importa el caso humano y por el otro sigue actuando ignominiosamente con sus asuntos sucios. Es como desviar la atención del lobby.

Sí, es posible. Usar esto para no mirar de cara el problema. Así la responsabilidad, la culpa recae en el individuo y no en el complejo sistema. El problema así persiste, incluso empeora, pero visto así todos parecen felices y contentos. Un modelo a seguir.