FÚTBOL

Rossi y lo que pudo ser y no fue: "Toqué la cima y cada vez que lo hacía volvía a caer, pero no pensaba forma victimista en "¿por qué otra vez yo?"

El exdelantero italiano fue homenajeado recientemente en Florentina. Relevo charla con él en su día más especial: "Ferguson me llamó en el último momento".

Rossi, en el homenaje que le brindó la Fiorentina, conduce la pelota ante la presencia de Marcos Senna. /Getty
Rossi, en el homenaje que le brindó la Fiorentina, conduce la pelota ante la presencia de Marcos Senna. Getty
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Hace algunos días, en el Estadio Artemio Franchi de Florencia, se celebró el Pepito Day. En realidad, los organizadores no pretendían que se tratara de un partido homenaje para alguien que acaba de cumplir sus primeros 38 años jugando al fútbol. No, era algo mucho más que eso. Era un encuentro en otra dimensión entre leyendas del club viola ya retiradas. Era magia y poesía. Goles y spensieratezza.

El motivo era Giuseppe Rossi (Nueva Jersey, 1987), quien atiende por teléfono a Relevo justo después de la cita, cuando ya ha vuelto a casa (EE.UU.), donde vive plácidamente con su familia. Repasando su carrera, a uno se le presenta una duda: quizás no le dimos la importancia, la magnitud que merecía este enorme futbolista. Su magnetismo con el gol, su juego libre y grácil entre espacios, su aura, su dimensión de jugador total… Por suerte, la nostalgia ahora pone las cosas en su sitio.

En el Franchi estaban Toldo, Batistuta, Senna, Borja Valero, Aquilani, Ranieri (tu primer entrenador en el Parma) … Alex Ferguson avisó en el último momento que no podría venir… En definitiva, ¿Qué sensaciones viviste?

No olvidaré nunca este día. Una emoción increíble. Los aficionados, mis excompañeros, la gente que vino. Una noche que me guardo para el resto de mi vida. Ferguson confirmó, pero en el último momento llamó para decir que no podía. Me centro en lo afortunado que soy y en quienes vinieron para acompañarme. Vino Manuel Pellegrini, mi primer entrenador en España.

Quería comenzar por ahí, por ese mágico Villarreal. Tuvo siete u ocho años maravillosos, incluso cambiando jugadores. De Josico a Riquelme, pasando por Forlán, Sorín, Marcos Senna, Eguren o tú.

El secreto es la cultura establecida allí. Comenzando por el presidente, directivos, después técnicos o jugadores… Había una idea clara de cómo había que comportarse en el campo. Respeto, compromiso, buena selección de líderes como el propio Senna… Uno se pregunta por qué era y es tan importante ese club, ese escudo… Claro, viendo qué hay detrás, lo entiendes todo. El Villarreal es envidiable. Su trabajo psicológico para explicar e interiorizar bien su idea es interesante. Te hablan de historia, de cómo hay que ser dentro y fuera del verde… Ahí se esconde la continuidad de resultados, de juego… Sí, sigue siendo uno de los equipos que mejor juega en Europa. Por no hablar de mi época… Estaba el Barça, pero después nosotros en cuanto a fútbol se refiere. Al menos en España.

Puede que también en Europa.

Sí. Recuerdo un partido contra ellos, entonces entrenados por Guardiola. Creo que fue en 2011. Perdimos 3-1. Ganaron con dos tantos de Messi en los diez últimos minutos (el gol amarillo lo anotó Nilmar). Ellos eran los mejores de Europa, pero ese partido del Camp Nou fue por juego muy equilibrado. Sí, luego estaba Leo, que es un monstruo. Se decidió por episodios, porque en fútbol estuvimos a la par.

¿Por qué rescatas ese partido concretamente?

Pues porque después, cuando fiché por la Fiorentina, ya en Italia muchos me lo mencionaron.

Pero tú fichas por el club viola casi tres años después.

Sí, pero te aseguro que se acordaban. Mira, hubo un jugador (Milan Badelj) que nada más llegar a Italia me soltó esto: "Giuseppe, para mí -a nivel técnico- es uno de los mejores partidos que jamás he visto en mi vida". Esto te hace ver la grandeza del Villarreal, y lo que representa.

"Se lleva bien con todos, incluso con los que no juegan. Tiene un don"

Rossi, sobre Manuel Pellegrini

Hablemos de Pellegrini. Sus equipos llevan veinte años jugando bien al fútbol.

Es un grande. Una suerte haberlo tenido. Como hombre, ya es especial. Se lleva bien con todos, incluso con los que no juegan. Es un don. Le respetan, sin excusas. Después, respecto a sus conocimientos futbolísticos… Un tipo sobresaliente, único. Uno que hace divertir a la gente y a sus futbolistas. Los mejora, a todos.

Hace años entrevisté en Florencia a Borja, y me dijo que seguías siendo uno de los mejores delanteros del mundo. La verdad es que en tu prime anotabas 35 goles en un año con el Villarreal o le podías meter tres a la todopoderosa Juve. Sucedió en 2013, ya en Italia.

Borja… ¡Qué jugador! Agradezco sus palabras. Era fácil estar con él en el campo. Tuve suerte de tenerle cerca. Me hizo mejor futbolista, claro. El fútbol es un deporte colectivo que te ayuda, te da confianza… Eso también lo encontré en Florencia, donde había un grupo mágico. Comenzando por el míster, Vincenzo Montella. Con mis goles simplemente traté de corresponder la confianza que depositaron en mí.

La Juve, en 2012, te busca cuando se retira Del Piero. ¿Eso es verdad?

Sí. Tenía la oferta de la Juventus y de otros grandes en aquel período (lo especificará en la segunda parte de la entrevista). Ofrecían treinta millones fijos y poca cantidad en bonus. Era perfecto para todas las partes. El tema es que Santi Cazorla se acababa de marchar al Málaga, y en el club decidieron retener a sus mejores futbolistas para la Champions. Este fue el motivo por el que no fiché por la Juventus.

Foto del Pepito Day.  ACF
Foto del Pepito Day. ACF

Serie A. Florencia. El 4-2 contra la Vecchia Signora. La gran rival desde el traspaso de Baggio. ¡Qué partido! Joaquín anotó un golazo. ¿Cómo le viste allí?

Un crack devastador. Futbolista magnífico. Hizo un par de años increíbles. Se integró bien en una cultura diferente con un modo distinto de jugar. Siempre decía que en la Fiorentina fue donde más corrió en toda su vida. Jugó a un nivel altísimo, y dejó aquí un pedazo de historia. Hoy día siguen hablando de él -de su gol a la Juve- en toda Florencia.

Hablemos de tu fuerza mental. Esa que te ha permitido superar psicológicamente lesiones gravísimas. Una detrás de otra para volver siempre. Un calvario que te llevó a perderte cientos de partidos, pero nunca la ilusión, la competitividad. De hecho, no te tomaste bien cuando Prandelli te descartó para el Mundial'14. Tampoco Lippi te convocó al precedente, aunque en una entrevista confesó su arrepentimiento.

La fuerza siempre la encontré. Para mí el fútbol es una cuestión vital. Cuando tenía dos años, mi padre (fallecido) llegaba a casa del trabajo y jugábamos tratando de driblar dos conos. El balón entre los pies… ¡Qué buena sensación! Los sacrificios que hice por este deporte se explican desde el amor. Mi familia siempre me apoyó. Mi sueño fue ser un profesional, y lo fui a un gran nivel. En los periodos oscuros pensaba en eso, en esa ilusión del niño, en mis objetivos… Pasé muchas horas solo a lo largo de mi vida. Haciéndome preguntas de todo tipo. Te pasan muchas cosas por la cabeza, y no todas buenas. La que siempre predominó fue la de volver para tratar de ser, una y otra vez, el mejor jugador posible. He tratado de mantener vivo el sueño. Nada podía con eso. Su peso era demasiado grande, más que cualquier caída. Nada podía detenerme, ni siquiera los pensamientos negativos lo hacían.

¿Qué te decía esa voz cruel y kamikaze que tenemos todos?

Pues que lo dejara o que me contentara con un nivel mucho más bajo para no apretar demasiado ni ir al límite. ¿Por qué forzar? ¿Merece la pena? Sí, eso decía, pero yo quería lo máximo. Jugar con los más grandes y no parar de crecer. Necesitaba este tipo de retos. Creo que, de alguna manera, lo conseguí. Sí, toqué la cima, pero cada vez que lo hacía volvía a caer. Lo cierto es que siempre me centré en lo que dependía de mí, y eso no era la lesión o el enfangarme de forma victimista en "¿por qué otra vez yo?" … De mí dependía el estado de ánimo bueno para volver lo antes posible. La percepción positiva de las cosas, incluso cuando era difícil que existiera. Siempre trabajé en mi reacción para ser competitivo.

¿Tu liderazgo ha cogido algo de Ferguson?

Tuve la suerte de comenzar mi carrera con él. Tenerle como maestro a los 17 años fue lo mejor para mí. Me hizo comprender cómo debe ser un profesional en este deporte. La actitud en los entrenamientos, los partidos… La mentalidad, el estar preparado para cualquier situación… Eso es Ferguson, y no lo olvidaré nunca. Fue una bendición para mí. Un ejemplo a imitar que siempre, sin excepción, protegía a sus chicos. Les trataba por igual: Roy Keane, Scholes, Rossi o el utillero, daba igual. Un monstruo dentro del campo; un ángel fuera de él. Me enseñó el respeto, la protección de los tuyos ante cualquier vicisitud, el entender que nadie es más importante que el colectivo. Nada de egos, de individualismos. Todos teníamos el objetivo de venerar y honrar el escudo del Manchester United.