La última controversia de José Mourinho y su particular perdón: "Lo he tenido que hacer tres o cuatro veces en mi carrera"

José Mourinho no se casa con nadie. El técnico portugués siempre ha dado muestras de su especial carácter y de que lo único que le importa al final del día es la victoria. Por eso no tiene problemas en hacer lo que considere necesario para conseguir el triunfo. Aunque sus decisiones, muchas veces, no estén exentas de polémicas.

Es lo que ha sucedido este pasado fin de semana en el partido que la Roma disputó en Bolonia y que terminó con un 2-0 a favor del conjunto local. Un resultado que deja al cuadro giallorosso fuera de los puestos europeos, séptimo en la clasificación a dos puntos de la Fiorentina (ocupa plaza para la Conference League), a dos del Nápoles (en puesto de Europa League) y a tres del Bolonia que marca el límite de la Champions.

Mourinho intentó todo ante el sorprendente conjunto de Thiago Motta… y por el camino dejó muy marcado a dos de sus jugadores. Al primero a Leonardo Spinazzola, al que cambió al descanso en busca de una reacción de sus jugadores, cuando el conjunto romano ya tenía un gol en contra en el marcador.

El segundo nombre que ha quedado marcado ha sido el de Renato Sanches. El portugués entró al descanso en sustitución del propio Spinazzola. Sin embargo, 18 minutos después de entrar en el campo era Sanches el elegido por Mourinho para ser sustituido por Edoardo Bove. El centrocampista luso se marchaba del campo con gesto de sorpresa en el rostro, sin entender lo que acababa de suceder.

Sanches no acaba de encontrar su sitio en el conjunto romano. Sólo ha jugado 228 minutos de la temporada repartidos en nueve apariciones, con un gol en su haber. Asolado por los problemas físicos y en constante búsqueda de una condición física óptima, el portugués de 26 años sigue buscando su sitio en el equipo de un Mourinho que tras el partido le pidió perdón por lo que había sucedido en el campo.

"Pido perdón a Renato porque creo que lo que he sentido que tenía que hacer es duro para un jugador, pero también para un entrenador. Lo he hecho pocas veces, solo tres o cuatro, y le pido perdón", finalizó 'The Special One' sobre uno de los últimos capítulos de polémica en su extensa carrera.