Cuesta creer que el Madrid no sepa ya si Kroos sigue o se jubila...
![Toni Kroos agradeciendo el apoyo al Santiago Bernabéu. /Reuters](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202405/15/media/cortadas/kroos-RKpW4hPaR8JaBtAeVFpkijM-1200x648@Relevo.jpg?w=569&h=320)
¿Qué pasa con Toni Kroos? ¿Por qué no se sabe públicamente nada sobre su futuro inmediato, es decir, sobre la temporada 2024-25 que comienza dentro de 45 días? Un mes y medio en el megaprofesionalizado mundo del fútbol es mucho tiempo. O muy poco. Depende del prisma con el que se mire. Lo lógico sería que el club ya supiera a estas alturas del 'film' si el alemán va a continuar vestido de blanco-Bernabéu el curso próximo. Me resisto a creer que no conozca la decisión del futbolista. En su defecto, tampoco es muy creíble que el jugador, conociendo su comportamiento público en los diez años que lleva en España, no haya tomado todavía una decisión tan importante como es su retirada del fútbol activo. Su jubilación.
Para el Real Madrid, por mucha capacidad de adaptación o improvisación que pueda tener a la situación que se pueda dar, no es lo mismo planificar la plantilla con el germano, que sin él. Es un jugador demasiado importante en el organigrama táctico del equipo y en la confección de la plantilla como para esperar al final de la Eurocopa para saber si continúa o se retira. Lo más normal, quiero creer, es que Florentino Pérez y José Ángel Sánchez ya lo sepan, aunque para bien (que se quede) o para mal (que se vaya), prefieran mantener un pactado silencio con el futbolista con la coartada de que no se puede desviar ni un milímetro el foco puesto en la final de Champions.
Me dicen, además, que hay ciertos efectos colaterales que aconsejan retrasar el anuncio de la decisión de Kroos hasta pasado el partido de Wembley. Lo que no significa que ya esté tomada y conocida por parte del club. Uno de esos efectos se llama Luka y se apellida Modric. Sin saber bien por qué, parece que ambas renovaciones tienen que ir unidas en un mismo paquete, cuando en realidad no tienen nada que ver la una con la otra y son absolutamente independientes. El primer punto que las distancia es la edad de los dos futbolistas (Modric cumple 39 en septiembre y Kroos, 35 en enero) y el segundo, las necesidades futbolísticas del propio equipo que tal y como está formada la plantilla, tiene más necesidad del alemán que del croata, como se ha podido comprobar en la temporada que llega a su fin.
El único nexo de unión que pudieran tener es que el entrenador quiere que continúen ambos en la plantilla y así se lo ha comunicado a la autoridad competente. Los motivos por los que Carlo quiere verse rodeado de los dos jugadores el curso próximo curso son diferentes. Con Kroos cuenta como titular, sobre todo para los partidos importantes, y con Modric, para jugar minutos de calidad (15/20) en esos mismos encuentros vitales y más continuidad en los menos trascendentes. Además, cuestión que considera muy importante, Ancelotti piensa que 365 días más de Kroos y Modric en la plantilla vendrían muy bien para completar el aprendizaje técnico-táctico de jugadores como Tchouameni, Camavinga, Brahím, Güler...
En los últimos días, el técnico italiano se ha mostrado públicamente muy cariñoso con Kroos. En La Cibeles se metió por medio en una entrevista de Real Madrid TV al jugador para interactuar con él. El martes le susurró al oído unas palabras a pie de campo, a la vista de toda la afición, cuando le sustituyó... Y no han sido las únicas muestras de afecto públicas. Carlo, futbolísticamente, se ve reflejado en el alemán. Serio, trabajador, talentoso, con una buena base táctica... Supongo que no quiere ni imaginarse que la temporada próxima no lo tiene en su nómina y tiene que improvisar una nueva ocupación de espacios en la zona ancha. Como dinero no sobra en la caja como para fichar un centrocampista de las características del alemán, se vería obligado a reconvertir de nuevo a Bellingham y pasarle a la demarcación de centrocampista, más cercano a la zona de creación que a la de finalización, como lo hacía en el Borussia Dortmund.
Al madridismo más perspicaz y a algunos medios de comunicación no les pasó, tampoco, inadvertido el comportamiento de Kroos en los distintos actos de celebración de la Liga. Incluso algunos directivos del club, ajenos a lo que se cuece en las altas esfera, llegaron a comentar entre ellos que le veían más mustio de lo normal, siempre en segundo plano, medio escondiéndose detrás de los jugadores más altos, con escaso margen para la sonrisa. La realidad es que Toni nunca fue Chiquito de la Calzada, pero en momentos como ese, se espera un esfuerzo emocional, entre otras razones para no quedar señalado o retratado. Y más si te vas a quedar un año más en el club. Solo cuando se hizo, en Cibeles, la foto de los cuatro capitanes con la Copa, dejó ver el color blanco de su dentadura.
En fin, que tanto silencio sobre el futuro de Kroos comienza a ser sospechoso. Y del optimismo sobre su continuidad de hace un mes se ha pasado a un momento de incertidumbre que hace pensar que este 'tío' en plena condición técnica y táctica, y en una notable condición física, es capaz de marcharse a su casa, a potenciar el podcast de su hermano, pasear de la mano de su mujer por todas las calles del mundo y perderse compartir vestuario con Mbappé, quien además podría estar muy cerca suyo, si el francés hereda el '10' que puede dejar libre Modric. Si así fuese, si se marchase en pleno momento de clarividencia futbolística, como dice mi compañero de Onda Cero, 'Látigo' Serrano, habría que ir a buscarle a su casa, secuestrarle y devolverle a la Liga española y más concretamente al vestuario del Real Madrid, que se supone que después de una década es su equipo, sino del alma ni del corazón, sí del cerebro...