¿Por qué esta Sub-21 es más desconocida que nunca y ha perdido 3 millones de espectadores acumulados?
La Rojita ha llegado a cuartos sin alcanzar el millón de seguidores en ningún encuentro de primera fase.

Bucarest (Rumanía). El Europeo Sub-21, un torneo que tradicionalmente engancha al público en España al jugarse en fechas donde no coincide con nada más, no lo está consiguiendo en esta edición, disputada en Rumanía y Georgia. Los referentes de esta generación (Ferran, Pedri, Ansu Fati…) están con la Absoluta y esa falta de nombres mediáticos se ha trasladado a las audiencias, que en la primera fase no han respondido como en anteriores ediciones, a pesar de los esfuerzos de RTVE (pidieron a UEFA retrasar los partidos al horario de noche, las 20:45 horas en España, para aumentar el seguimiento). Poco se le puede reprochar a los futbolistas de esta Selección española Sub-21, que han logrado la clasificación a cuartos de final (hoy, a las 21:00 juegan ante Suiza) como primeros de grupo, pero aún no seduce a la afición
El anterior campeonato de la categoría clasificatorio para unos Juegos Olímpicos se disputó en 2019, en Italia entre el 16 y el 30 de junio. Es cierto que el formato era algo más atractivo en fase de grupos, porque sólo había 12 equipos (ahora son 16) y se clasificaban los primeros de cada grupo y el mejor segundo. No existía margen de error.
La diferencia entre la audiencia entonces y la actual es abismal: un total de 5.650.000 espectadores vieron los tres duelos de primera fase en Cuatro mientras que en esta ocasión, en La 2, apenas han llegado a 2.115.000 en el acumulado. Esto supone una reducción de 3.535.000 seguidores, es decir, lo han visto un ¡63%! de espectadores menos.
El punto para la esperanza es que la gente se va enganchando progresivamente, porque el partido menos visto fue el primero (606.000 personas vieron el Rumanía-España) y el más seguido el último, a pesar de que la Rojita estaba matemáticamente clasificada (836.000 en el España-Ucrania). Entre medias, el España-Croacia fue presenciado por televisión por 673.000 espectadores.
Estos datos contrastan con la enorme acogida que tuvieron en 2019 los Oyarzabal, Ceballos, Fabián, Olmo y compañía: 2.167.000 espectadores en el debut ante Italia, 1.292.000 contra Bélgica y 2.191.000 frente a Polonia. La expectación aumentó en semifinales (3.291.000 frente a Francia) y explotó del todo en la final contra Francia (5.036.000). Unas cifras que se antojan complicadas de igualar en esta ocasión.
Ver los partidos, un lío
RTVE tampoco está ayudando demasiado a fidelizar a la gente, porque algunos aficionados no terminan de tener claro cuál es el canal del Europeo: los previos son en Teledeporte, después se pasa a La 2 durante el encuentro y se regresa al canal temático deportivo inmediatamente después de que finalice el duelo.
Ahora, una vez que ya ha avanzado el campeonato, la televisión pública ha optado por trasladar los partidos a La 1 desde este encuentro de cuartos de final, cadena en la que habitualmente se ven los partidos de la Absoluta y que sí que suele registrar unos mejores datos. En cualquier caso, al ser una televisión pública, estos registros de audiencia no son importantes para la cadena estatal, aunque sí que resultan fundamentales para las jóvenes promesas que buscan repercusión.
La fase previa, sin televisión
Además, hay que recordar que la fase de clasificación no pudo verse por televisión al no comprar ninguna cadena los derechos. Los partidos que jugó como local la Sub-21 se siguieron a través del canal de YouTube de la Federación, mientras que en los duelos a domicilio la única opción era buscar enlaces en Internet, bien fuera de la federación rival o de la cadena que lo emitiese en el país ante el que se enfrentaba.
Todo esto ha provocado que la mayoría de la afición no pudiera seguir esos partidos clasificatorios, que normalmente sirven para ir familiarizando poco a poco a los aficionados con la nueva hornada de jugadores. Ahora, el público se ha encontrado directamente el Europeo en una temporada que ha estado cargadísima de competiciones: las habituales de clubes más el Mundial y la Nations League. La gente ha terminado saturada.