'Expediente asistencia' en la Supercopa: tickets bloqueados, silencio y quejas de los protagonistas
Poco más de media entrada para ver la final entre el Barça y el Levante en Butarque.

La actual edición de la Supercopa no pasará a la historia por su organización. Una gestión que influyó de forma directa en la asistencia a los tres partidos de la competición. La entrada más baja fue la de partido que enfrentó al Atleti y al Levante, la primera semifinal. Poco más de 1.000 espectadores se dieron cita en Butarque, un estadio con aforo para 12.454 aficionados. Para ver el Clásico, unas 7.000 personas. Y, para la final, parecido.
Parecido por falta de versión oficial del número de espectadores que acudieron a los partidos por parte de la RFEF. La cifra tampoco apareció en los videomarcadores de Butarque ni sonó por la megafonía del estadio. Y ni rastro de ella en la web del ente federativo. En la de RTVE, la poseedora de los derechos del torneo, no aparece la de las primeras semifinales y para las segundas, el Clásico, mencionan "unas 7.000 personas". Tan sólo la desvelaron en la final: 7.139.
También hubo runrún en las ruedas de prensas posteriores a los partidos y en la de la previa de la final. Tanto Jonatan Giráldez como Sánchez Vera hablaron sobre el tema. "Si yo ahora mismo pregunto cuántas personas quieren venir al cine conmigo, conseguiré a dos o tres. Pues los partidos de fútbol son lo mismo. Cuanto más organices, más te planifiques, mejor imagen tendrás", afirmó el técnico del Barça. "Son detalles que hay que cuidar", también mencionó el entrenador granota.
Los tickets para los laterales y la tribuna, bloqueados
Y hay más. Porque para la gran final, la entrada no mejoró la del Clásico. En el partido entre las culés y las madridistas eran los fondos los que estaban vacíos y la tribuna y la preferencia, semillenas. En la final, había huecos tanto en tribuna como en preferencia, pero gente -aunque no demasiada- en los fondos.
Lo más curioso fue que, días antes de la final, las entradas para los laterales y al tribuna estaban bloqueadas. Un hecho que provocó el enfado de los aficionados: "Imagina ser la @rfef y tener bloqueada la venta de entradas de lateral y tribuna y que luzcan así hoy en la final de #Supercopa", decía una usuaria en X. También hubo seguidores que ante la imposibilidad de comprar tickets en determinadas zonas decidieron no acudir al partido.
Fuere como fuere, la organización -tanto la sede como los cruces se conocieron apenas un par de semanas antes del inicio del torneo- como la asistencia han sido los lunares de la actual edición de la Supercopa. Una circunstancia que daña la imagen de la competición y del fútbol femenino. Otro paso hacia atrás.