Ancelotti rectifica varias de sus decisiones sobre la marcha... y se gana aún más al vestuario del Real Madrid
El técnico italiano no duda a la hora de corregir apuestas o errores suyos: Brahim, el sistema, la portería...

Carlo Ancelotti suma 25 títulos como entrenador (26, si se cuenta la Intertoto lograda con la Juventus). Un palmarés envidiable, al alcance de los elegidos, que contrasta con el carácter dialogante que sigue mostrando el técnico a sus 64 años. Esa famosa mano izquierda que tiene con el vestuario la aplica también para sí mismo, porque muy pocos técnicos tienen la capacidad del italiano para rectificar sus propios pasos.
El buen rendimiento del Real Madrid esta temporada está cimentado en cambios sobre la marcha de Carletto. Uno de ellos, el sistema. El rombo fue un sello de identidad del entrenador, convencido de que era la mejor manera de encajar a Bellingham y de solucionar la ausencia de Benzema. El experimento funcionó (en cuanto a resultados) en los primeros partidos, aunque con dudas defensivas. Unas lagunas que desnudó el Atlético en el derbi que liguero que ganó en el Metropolitano: el equipo ofrecía demasiadas facilidades por los costados.
¿Qué hizo Ancelotti? Un cambio de guion: del rombo se pasó al 4-4-2 clásico, con Bellingham tirado a la izquierda. El equipo ha ganado en solidez defensiva sin perder la pólvora arriba. En la Supercopa, ante el mismo rival, se consiguió la victoria y aunque se encajaron tres tantos el equipo estuvo bien. Fueron fallos puntuales.
Brahim, de secundario a principal

Otro factor decisivo en la Supercopa fue el de Brahim como revulsivo, jugador con el que Carletto no contó apenas en el primer tramo de la temporada. El técnico advirtió al club el pasado verano de que no le veía como sustituto de Asensio, jugador que era muy de su gusto. Le relegó a un rol secundario y sólo tiró de él cuando llegó la plaga de lesiones y no tuvo más fondo de armario.
El malagueño trabajó en silencio, le dio la vuelta a la situación y se ganó un puesto de titular en el tramo final de 2023. Ante el Atlético, Ancelotti le sacó en un momento de dificultad y su aportación (con gol incluido) fue clave para la remontada. Una vez más, el entrenador modificó una opinión suya y Brahim ha pasado de secundario a fundamental en pocos meses.
Debate en la portería
En la portería, más de lo mismo. Pasó de decir que Kepa es el titular al discurso de "existe competencia en la portería". Premió el buen rendimiento de Lunin durante la inactividad por lesión del español, a pesar de que el ucraniano nunca le llenó el ojo. Contra el Atlético fue Arrizabalaga quien salió de inicio, aunque Carletto sigue sin confirmarle como el titular indiscutible, en una nueva rectificación sobre sus propias palabras.
Ese carácter dialogante le llevó a improvisar soluciones de emergencia en el pasado (Camavinga como lateral izquierdo) y también le permite adaptarse con facilidad a las necesidades del club, como ocurrió cuando no llegó un sustituto de Benzema (se cubrió su baja con la cesión de Joselu) o al no acudir al mercado en este mercado invernal para fichar a un nuevo central. Un carácter conciliador que aplica a sus propias decisiones, le ha generado un mayor respeto en el vestuario y con el que ha logrado instaurar un clima de tranquilidad que pocas veces se consigue en un Real Madrid que se instaló con autoridad en la final de la Supercopa que se jugará este domingo, a las 20:00, contra el Barça (se podrá ver en Movistar Plus+ seas del operador que seas).