El factor Pedri con el que cuenta Xavi para desestabilizar a Ancelotti

Pedri regresa y el fútbol sonríe. Tras caer lesionado en un entrenamiento previo al partido que daba cierre al año 2023 ante el Almería, el canario volvió para jugar media hora en las semifinales ante Osasuna. Su sola presencia aclara y despeja las dudas porque Pedri juega un fútbol sencillo a la vez que abrumador para el contrario. Cada intervención es un paso más para conquistar al rival. Ante el Real Madrid en la final de la Supercopa, partido que se podrá ver por Movistar Plus+ seas del operador que seas, Pedri disputará su primer Clásico tras un año sin jugar uno por lesiones.

Su último partido fue, justamente, la pasada final de la Supercopa. Entre tanto se perdió la eliminatoria copera que se disputó en abril, el Clásico que decantó LaLiga en el Camp Nou y la ida de este curso en la derrota del Barça con doblete de Jude Bellingham. Para Xavi, contar con Pedri es una bendición y no es nada extraño que los dos mejores Clásicos que ha jugado el Barça bajo el egarense hayan coincidido con la mejor versión de Pedri: el 0-4 de abril de 2022 y el 3-1 de la pasada Supercopa. Pedri es la llave para que el Barça domine.

El porqué es sencillo. Pedri es un centrocampista que apenas pierde balones, domina el espacio y el tiempo a su propio ritmo, con una pausa que arropa su juego, envolviendo el partido a su antojo. No necesita ir rápido, sino que como dijo Gandalf, "un mago llega cuando se lo propone". Ahí llega casi siempre Pedri. Ante el Real Madrid, el canario ha dejado dos de sus mejores partidos en, casualmente, los dos mejores partidos de la era Xavi. Más allá de si el Barça sale o no con cuatro centrocampistas, la presencia de Pedri tiene mucho de liberadora para un Barça que trata de encontrar su voz.

Controlar a Pedri será clave para Ancelotti, que suele ceder muchos metros al equipo blaugrana, replegándose y optando por transiciones para sacar provecho de la ventaja física del centro del campo del Real Madrid respecto al de Xavi. De ahí que la altura a la que se mueva Pedri será muy importante, y también cómo el Barça busque atacar, priorizando los espacios cortos a los largos, porque es ahí donde el Real Madrid ha demostrado ser realmente vulnerable.

El Barça dominó al Real Madrid en la Supercopa porque atacó con paciencia, moviendo mucho la pelota en zonas interiores antes de atacar la profundidad. Últimamente, el equipo está priorizando el camino inverso, siendo más vertical que paciente, y los resultados no son positivos. De ahí que la jugada adjuntada de Pedri, en la que envuelto en un mar de rivales es capaz de encontrar el pase correcto en el momento exacto, sea tan importante. El Real Madrid es muy pasivo defensivamente y suele desordenarse si antes la pelota ha circulado. Pedri es el señuelo.

Está por ver qué rol tiene Gündogan en la final, si mediocentro o más adelantado, pero Pedri es el futbolista que más problemas le ha ocasionado al Real Madrid en el cuadrado del que habla Xavi. Allí se sabe posicionar y ubicar, domina ambas piernas para orientarse y su paciencia abre nuevas puertas a los blaugrana, además de dar tiempo a los atacantes para recibir con más espacio. Como se aprecia en la imagen anterior, es complicado detectar a Pedri para Camavinga, que tiene que lateralizar mucho su posición, abriendo un espacio que hay que proteger. El Barça debe jugar al ritmo que marque Pedri.

En el 0-4 de 2022, Pedri cuajó un enorme partido moviéndose por el interior zurdo, a diferencia del de la Supercopa del pasado curso, donde lo hizo por el otro perfil. Algo que ha dificultado la vida a los de Ancelotti en estos enfrentamientos es la habilidad para posicionarse entre centrales y el mediocentro, sacando de posición al defensa para que un compañero ataque ese espacio liberado.

Ese saber arrastrar al rival a las zonas que dominas para luego atacarle es algo que Pedri sabe hacer, y que el Barça tiene que aprovechar para dañar a un Real Madrid que sin Militao ni Alaba ha perdido jugadores que salten lejos. El nivelazo de Rüdiger y Carvajal está solventando las dudas, pero aún así Xavi tiene que intentar jugar con la zona más débil del Real Madrid, que es precisamente la espalda del mediocentro, ya que Tchouameni no la domina, y buscar las cosquillas a un Nacho que está lejos de su nivel. Ya ante el Atlético de Madrid los de Ancelotti sufrieron mucho para controlar a Griezmann en esa zona.

El Barça llega con muchas dudas en su juego y con un equipo que no acaba de encontrar su identidad. Con Pedri "al 100%" como dijo Xavi en la previa, el Clásico tiene otro color, porque contar con una buena versión del canario es saber que el siguiente paso que des bajando las escaleras encontrarás un escalón. Aunque vayas con los ojos vendados.