Gündogan y Kroos, frente a frente: dos cerebros "insustituibles" que desafían al "fútbol moderno"

Amor eterno a los centrocampistas trotones que miran con una sonrisa la frase central que rige el debate acerca del fútbol actual. "Cada vez es más físico", dicen muchos, obviando que los que mejor siguen jugando a este deporte son siempre los mejores, los más listos y técnicos, los que un segundo antes de que el rival salte ya han decidido dónde enviarán su pase. Por eso en el equipo de Tchouameni, Fede Valverde y Camavinga, tres prodigios físicos, el más insustituible es Kroos. "Hasta cuando no juega", decía Ancelotti. Y Gündogan, al que muchos miran con recelo cuando el Barça sufre en defensa, es "un regalo caído del cielo", según Xavi. Alemanes entrados en la treintena que dominan andando. Jugando.

Es difícil calibrar el impacto que tienen ambos jugadores en sus equipos. Kroos y Gündogan, que ya se enfrentaron en la primera vuelta (con tanto de Ilkay), están siendo de los futbolistas más importantes de ambos equipos. Gündogan es el jugador que más minutos ha disputado en el FC Barcelona, con 2.155, y pese a sus 33 años el ex del City no da muestras de cansancio. Por su parte, Kroos es el sexto jugador con más minutos, con 1.575, algo lógico viendo que el Real Madrid tiene mayor profundidad en su medular. Sorprendió que Toni fuese suplente ante el Atlético de Madrid en las semifinales de la Supercopa, aunque su entrada aclaró el panorama del Real Madrid.

Siendo ambos futbolistas dos centrocampistas que quieren la pelota y que se caracterizan por ayudar a progresar a sus equipos, lo hacen de forma muy distinta el uno del otro. Kroos es el mediocentro del Real Madrid sin la necesidad de ocupar esa zona. No la necesita. El alemán es el segundo jugador de LaLiga que más pases da por partido, con 84,8, y el que más balones largos buenos da por encuentro, con más de 11, llegando al 78% de acierto. Aparte de ser el futbolista que más lo intenta, es también el más preciso. Es un compás que marca el ritmo y permite al Real Madrid instalarse en campo rival. "No falla nunca un pase. Pero lo mejor es su control del balón, siempre está bien perfilado", decía Ancelotti sobre él.

Su zona de influencia es la del interior zurdo, y desde allí catapulta los ataques del Real Madrid. En LaLiga, nadie da más pases que rompan una línea defensiva rival (14,8), un dato de StatsBomb que ilustra el poder que tiene Kroos para los suyos: es una máquina de progresar y poner a correr al rival. El alemán tiene un secreto y es que a cambio de correr menos, hará correr al resto. En un equipo repleto de velocistas, Toni es el contrapunto ideal para equilibrarlos a todos.

Por su parte, Gündogan da muchos menos pases que Kroos para batir líneas, con 6,8. Pero hay una diferencia importante: Ilkay es el segundo centrocampista que da más pases que rompan líneas de toda LaLiga en el último tercio del campo, con 2,4. Es decir, a cambio de no tener tanto peso en los primeros metros, el alemán decide en el último tercio. Suma siete asistencias, está a una de su mejor registro quedando casi media temporada, y lo mejor es que lo ha logrado sin una estructura que le potencie. Le hemos visto de interior, de mediapunta y de mediocentro, acompañado por muchísimos nombres distintos que han hecho variar su rol en el equipo. Gündogan lo ha sido casi todo para este Barça.

A Kroos le beneficia la estructura ya definida del Real Madrid. Ancelotti se ha sacado de la manga un doble pivote que con la lesión de Tchouameni ha situado al alemán cerca del uruguayo, algo que ha funcionado muy bien este último tramo de la temporada. Kroos (11,8) es el centrocampista que más hace progresar a su equipo hacia el último tercio de toda LaLiga, solo por detrás de De Jong (13). Arropado por jugadores que corren lo que él ya no puede hacerlo, está marcando las diferencias jugando mejor que nunca. "Si Toni quiere jugar más lento, vamos más lentos, si quiere acelerar, aceleramos", dijo Casemiro en su momento.

Uno de los peligros de Kroos para el Barça es que es el jugador que más y mejor activa a Vinicius de toda la plantilla. Le basta un control orientado y levantar la cabeza para encontrar las largas rupturas del brasileño, que amenazará la espalda de Ronald Araújo como viene haciendo los últimos Clásicos.

Xavi ve en Gündogan a un líder nato. Y desde el staff del Barça se apunta que nunca han visto a un jugador de su nivel. Gündogan, que después de la derrota en el Clásico liguero mostró su personalidad al señalar la poca ambición del equipo, se ha convertido en pocos meses en uno de los referentes del vestuario. Tal es su nivel que Xavi le ha tenido que ir dando distintos roles dependiendo de las bajas. Sin Gavi, que le estaba acompañando en la base de la jugada antes de su lesión, Gündogan tiene menos capacidad para moverse porque De Jong requiere de alguien que le compense.

Pero la mejor versión de Gündogan es cerca de la frontal. Es el centrocampista blaugrana que más goles produce en Liga (0,26 por cada 90 minutos) y en Champions, con 0,56. Pese a que Xavi le está retrasando porque no tiene más jugadores, Gündogan siempre termina uniéndose a los de arriba en cuanto puede. Ante Osasuna dio una asistencia maravillosa que confirma que su mayor talento es activar al compañero allí donde los espacios se achican.

Si en el Manchester City Gündogan brillaba por su llegada desde segunda línea, en el Barça lo está haciendo con su capacidad para conducir, fijar y equilibrar al resto. Es un rol renovado que no se asemeja en nada al que tenía en Manchester, pero aún así el alemán está saliéndose. La pregunta es si estamos viendo al mejor Gündogan, o solo al que este sistema permite. Mientras Kroos domina por inercia, rodeado de unas piezas que exprimen hasta el final su mejor versión, Ilkay tiene que adaptarse a un ritmo y unos lenguajes nuevos. Y con todo, nadie produce más que él en el centro del campo del FC Barcelona. El domingo, a las 20:00 (la final de la Supercopa se podrá ver en Movistar Plus+ seas del operador que seas), los dos centrocampistas que no corrían pero sí trotaban se volverán a enfrentar. El fútbol es un poco más feliz.