Joselu, Nacho y una profética fotografía con la que ya nadie contaba y puede hacerse realidad ante el Barça
El delantero y el central festejaron juntos la Liga de los Récords conquistada en 2012, pero a ninguno le computó oficialmente.

Sin hacer ruido ni acaparar titulares, Joselu Mato se encuentra a 90 minutos de saldar una deuda que le persigue desde hace más de una década: levantar el primer título de su carrera a nivel de clubes, hacerlo con 'su' equipo... y lograrlo con 33 años, cuando ya nadie contaba con él para volver y triunfar en el Real Madrid. La final de la Supercopa de España ante el Barça, que se podrá ver en Movistar Plus+ seas del operador que seas, supone una oportunidad inmejorable.
El delantero se marchó del Bernabéu en 2012 sin ganar ningún trofeo oficial, a pesar de haber formado parte de la plantilla que levantó la Copa del Rey en 2011 y la Liga de los Récords en 2012. La suerte le dio la espalda y está haciendo eterna la espera.
Pese a tener ficha del Castilla, el gallego estuvo muy presente en el día a día del primer equipo aquellos años, en los que subía frecuentemente desde el filial y se convirtió en uno de los niños bonitos de Mourinho. Se le fichó en 2009 y debutó en la última jornada de la Liga 10-11, en la que marcó un gol en una arrolladora victoria ante el Almería (8-1) y protagonizó un estreno inolvidable en el Bernabéu. Lo fue por el mero hecho de participar, por el cómo y por el envoltorio (asistencia de Cristiano), pero no tuvo efectos clasificatorios. La Liga ya se había decidido (la ganó el Barça de Guardiola con cuatro puntos de diferencia) y aquella campaña los blancos sólo conquistaron la Copa del Rey, en la que el de Silleda no disputó ni un minuto.
Aunque fue parte de aquel equipo, por tanto, el título no le computó a efectos estadísticos al no haber participado en la competición, tal y como refleja el Real Madrid en su página web. Esa mala fortuna se repitió la temporada siguiente... con los papeles cambiados: Mourinho tiró de él en dos convocatorias (contra el Espanyol, en la jornada 7; y ante el Rayo Vallecano, en la 25) en la Liga de los Récords, pero no llegó a sacarle al césped. Esa temporada, curiosamente, sí jugó y marcó en una Copa del Rey en la que los blancos fueron eliminados por el Barça en semifinales. Joselu había puesto la guinda a la goleada a la Ponferradina en la primera ronda.
Una foto que bifurcó los caminos de los mirlos
A pesar de no figurar oficialmente como campeón, Joselu celebró intensamente aquella Liga en compañía de todos los mirlos que convivieron con la primera plantilla en esa campaña histórica. Fueron, como se aprecia en la fotografía que se adjunta abajo y de derecha a izquierda, el extremo Jesé Rodríguez (ahora en paro), el mediocentro Mandi Sosa (en el Lincoln FC de Gibraltar), los delanteros Morata (Atlético) y Joselu, el central Nacho (Real Madrid) y los porteros Tomás Mejías (Ceuta) y Jesús Fernández (FC Voluntari de Rumanía). De todos ellos, sólo Morata (disputó nueve minutos) y Jesé (10') gozaron de protagonismo.
Castilla boys Jesús, Mejías, Nacho, Joselu, Morata, Mandi & Jesé celebrating Madrid's 11/12 LaLiga win #CastillaPics pic.twitter.com/DXS5IvxiuH
— Real Madrid Castilla Stats (@CastillaStats) February 22, 2016
Ninguno de ellos olvida aquel momento que supuso un punto de inflexión en las carreras de casi todos, los que salieron y los que se quedaron. Los siete compusieron uno de los mejores filiales de la historia y comparten un agradecimiento infinito a la figura de Mourinho, que les hizo sentir parte de los éxitos y les regaló experiencias que ninguno borra de su memoria. Uno de ellos fue el paseo en autobús a Cibeles para festejar aquella Liga 11-12, "flipando" por La Castellana y rodeados de cracks de la talla de Casillas, Cristiano, Benzema o Ramos, y otro la fiesta posterior.
En esa imagen se echó de menos a Carvajal, ahora cuñado de Joselu... y en ese momento enfilado por Mourinho, que no contó con él pese a su nivelazo con el filial y que al año siguiente le envió al destierro de Leverkusen. Los ocho, sumados los arriba mencionados y el de Leganés, fueron piezas claves en el Castilla de Toril que aquel mismo curso terminó primero en Segunda B y consiguió el ascenso a Segunda cinco año después en una eliminatoria memorable ante el Cádiz, devorados los amarillos con un 0-3 en la ida y un 5-1 en la vuelta.
Fue el Castilla de Carvajal, Nacho, Jesé y Morata, pero también de Mosquera, Juanfran, Lucas, Álex, Casado, Cheryshev, Omar… y sobre todo de Joselu, que comandaba las comidas en La Esquina del 22 de Las Tablas, restaurante de un empleado del Madrid y barrio en el que residían varios jugadores; las sobremesas en Los Arroces de Segis, popular restaurante al que siguen acudiendo futbolistas de la primera plantilla; y madrugadas en la discoteca Oh My Club (antes New Garamond) al menos una vez por semana. Entre todos se aliaron para tapar al hijo oculto de Jesé y para regalarle una de las alegrías más grandes de su mandato a Florentino Pérez.
Como suele ocurrir, los destinos de todos se bifurcaron y corrieron suertes muy diversas. Nacho se quedó, ya es capitán y este domingo puede sumar su trofeo 24, a sólo uno de Marcelo y Benzema; Carvajal regresó del Erasmus para opositar a ser considerado el mejor lateral derecho de la historia del club y presumir ya de 22 títulos; Jesé se perdió entre lesiones y malas decisiones; Morata pasó por todos los grandes; y Mejías, Mandi y Jesús apuran carreras entre el extranjero y categorías más modestas del fútbol español. Joselu también tuvo que marcharse, en su caso al Hoffenheim, y pocos hubiesen apostado a que un día regresaría a Chamartín para brillar...
Un rol clave
El canterano vio las finales por televisión durante sus años de altibajos entre Frankfurt, Hannover, Stoke, A Coruña, Newcastle y Vitoria (su mejor cifra en una Liga antes de fichar por el Alavés en 2019 fueron nueve goles) o incluso desde el estadio, como cuando se desplazó a París para ver a Carva levantar la Decimocuarta, pero el destino y su segunda juventud le han deparado un escenario idóneo para liberarse y gritar al cielo todo aquello que no consiguió en su primera etapa.

El delantero participó activamente en la victoria contra el Atleti en la semifinal de la Supercopa de España y redondeó con gol una temporada sobresaliente hasta la fecha, ya con 12 tantos y cinco asistencias en su haber en poco más de 1.400 minutos. La final de este domingo ante el Barça puede poner el broche de oro a sus primeros seis meses de rentrée en la Casa Blanca y saldar una espinita que arrastra desde hace más de una década, en sus tiempos de canterano. Carvajal y Nacho tendrán la oportunidad de acercarse todavía más al top-1 del ranking de títulos, mientras Joselu sueña con celebrar el primero y sacarse una espinita que lleva clavada desde el momento en el que puso el primer pie fuera de Chamartín.