Riad entona el "Visca el Barça" con el talismán Laporta, bendice a uno de sus deseados y se rinde a Pedri
Lewandowski desatascó el partido y convenció, pese a su infortunio, a una grada que le desea en la liga saudí.

Riad.- Con menos goles, menos atmósfera, menos gente, pero seguramente con la misma intensidad que el miércoles en la otra semifinal de la Supercopa de España, para los 500 navarros que colorearon de rojo las gradas del Alawwal Park y para el resto de ciudadanos de Riad que disfrutaron de los jugadores del Barcelona el partido fue igual de especial. Una experiencia que aparece una vez al año, como los Reyes Magos, aunque en el futuro esperan poder hacerlo más con algunos jugadores, como Robert Lewandowski, tentado en más de una ocasión por la liga saudí, con su futuro en el aire aunque tenga contrato hasta 2026 después de la contratación de Vitor Roque y de que la dirección deportiva siga pensando en reforzar la delantera en verano.
Mientras tanto, el polaco golea porque se le siguen cayendo de los bolsillos, aunque ya no esté tan fino, ni tan rápido ni mantenga el colmillo afilado... Pero el buen cazador nunca pierde el olfato. Curioso fue su gol. Una pérdida de balón despertó el runrún en una grada que vive el fútbol diferente, que es capaz de hacer la ola, de cantar "Messi, Messi" o de soltar un "Visca el Barça" internacional, el catalán en la cuna beduina. Lewandowski, más intenso en la presión que en otros partidos, desafortunado en las primeras ocasiones hasta el gol, llevó a Riad de nuevo un Clásico, como en la pasada edición, el deseo de toda la población, que espera con ansia este encuentro.
Osasuna se quedó con la miel en los labios, como en la final de la Copa del Rey de Sevilla ante el Real Madrid. Tuvo ocasiones en la primera y en la segunda mitad, pero siempre dio la sensación de que le faltaba una pizca más en todo, y además se topó con un tanto muy protestado por una supuesta falta a Arnaiz que no existió pero que avivó los demonios de Arrasate, que se pasó tres minutos protestando airadamente al cuarto árbitro y a la asistente, que aguantaron el chaparrón con entereza y sin ponerse nerviosos. El técnico se movió por toda el área técnica, gesticuló, los fue a buscar y a hablarles de una falta finalmente inexistente que acabó en el 1-0. Un tanto que, efectivamente, era definitivo.
⚽ ¡GOLAAAAAAAAZO DEL BARÇAAAA! ¡GOOOOOOL DE LAMINE YAMAL DESPUÉS DE UNA GENIALIDAD DE JOAO FÉLIIIX! (2-0, min. 93) pic.twitter.com/0qQ676IbBt
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) January 11, 2024
Luego el Barça se reconcilió con el fútbol, dominó aunque de nuevo se mostró frágil, pues los navarros tuvieron sus ocasiones. Surgió Iñaki Peña, y un Joao Félix castigado de nuevo pero que salió a comerse el campo y fabricó la acción del 2-0 de Lamine Yamal, el más joven en jugar una Supercopa, de nuevo letal con esa zurda mágica, ese guante que coloca el balón como un lanzador de béisbol. Pero el más aclamado fue Pedri, que cuando salió a calentar ya notó el calor del público, y después coincidió su entrada con los mejores momentos de un Barça que pudo marcar más.
Noche plácida del Barça en Riad, que no brilló pero se mostró firme, que despertó el entusiasmo de sus seguidores más lejanos aunque no llenarán el estadio. Y con Laporta en el palco, un talismán, que conoció a Vitor Roque 16 días después de su llegada. Todo le salió redondo.