Biho, el ídolo de Puertollano al que la mili de un año y medio le cambiará la vida: "Había niños que lloraban"
El jugador interrumpe su carrera para alistarse en el servicio militar: "Es una pena parar cuando estás en el mejor momento, pero estamos orgullosos de ser coreanos".

Con una sonrisa de oreja a oreja y la mano sobre la sien, Heung-Min Son completó sus meses de servicio militar obligatorio con matrícula y como uno de los mejores de su generación. Él, como futbolista de élite, pudo gozar de una excepción por ganar los Juegos Asiáticos con su Corea del Sur natal y llegó a decir que la medalla de oro llegó en el día más feliz de toda su vida. Es la dura realidad que afrontan todos los jóvenes coreanos, que navegan entre el orgullo de defender a su país y la resignación de tener que parar un año y medio sus vidas por la mili. No hay excepciones, es un camino vital que deben recorrer y para el que no existe vuelta atrás... Biho lo sabe muy bien.
Las cámaras de El Día Después se sumergieron en Puertollano y dejaron una gran pregunta en el aire: ¿qué hace un futbolista coreando enamorando a una ciudad y compitiendo en Tercera Federación? Él es Biho Hwang (27 años) y su vida está a punto de cambiar para siempre. En cuanto cumplió la mayoría de edad, tuvo claro que quería salir de su país y jugar en Europa. Casi celebró su cumpleaños viajando hasta Portugal, donde jugó seis meses. De ahí a Ciudad Real... ¡gracias al taekwondo!
"Aquí hay un maestro de taekwondo, que se llama Maestro Kim y lleva muchos años. Él trabajaba en el Manchego y me interesaba su proyecto, que era traer gente de orea para jugar y estudiar. Y desde entonces. Empezó así. Soy el único que queda. Hay dos o tres más, pero solo estudiando. Entramos 14 o 15 y la mayoría han vuelto al país. El único que entrena y juega soy yo", explica Biho a Relevo.
"Estoy al límite y ya me toca. Tengo que estar un año y medio, no es poco tiempo"
jugador del PuertollanoPorque aquel billete de ida que le trajo a España, en realidad, siempre tuvo caducidad. El Gobierno de Corea del Sur continúa imponiendo el servicio militar obligatorio a los ciudadanos de 18 a 27 años y no hay posibilidad de exención. "Es muy especial. Hay tres opciones: tercer puesto en Juegos Olímpicos, ganar Juegos Asiáticos o Copa de Asia o quedar en cuartos de un Mundial. Es muy complicado, primero además tienes que ser jugador de selección y luego ganar", expone Biho sobre evitar la mili.
Ahora sí que sí, es el momento de reservar un billete de regreso: "Es una pena, pero es lo que toca". Los jóvenes de Corea solo pueden presentarse de los 18 a los 27 años. Biho, con el objetivo de estudiar y forjar una carrera futbolística en Europa, ha ido aplazando el momento hasta que no ha quedado más remedio. De hecho, este sábado 4 de mayo ha cumplido los 27: "Estoy al límite y ya me toca. Tengo que estar un año y medio. No es poco tiempo (ríe)".

Un icono en Puertollano
Biho ha dejado huella en Puertollano. Aquel chico que llegó a Ciudad Real sin mucho conocimiento del idioma y sin apenas experiencia vital se ha convertido en uno más. O, mejor dicho, uno de los más queridos. Mientras brillaba con goles y carisma sobre el césped, se forjaba como profesional y ya está cerca de acabar la carrera. Mientras, realiza prácticas en un colegio.
"Había niños que casi lloraban, todo el mundo me dice que si no puedo renovar"
jugador del Puertollano"Me siento muy querido, pero sinceramente, en todos los clubes. Es lo que más me ha gustado, cómo he disfrutado con la gente. Te quieren, cómo te saludan... Siento cómo los niños (del colegio) me quieren, vienen a vernos a los partidos, nos animan. Esa experiencia es la más bonita que he tenido. Todo el mundo me dice que si no puedo renovar. Había niños que casi lloraban", cuenta agradecido.
La mili ahora le plantea todo un reto vital. Alejarse del idioma, del trabajo en el que estaba empezando a crecer... y también del fútbol. Cuestión de distancia, era inevitable preguntar por cómo es la vida más allá del servicio militar: "Allí el día a día es casi siempre igual. Te levantas a las 6-6:30 y estás aprendiendo. Luego tienes descanso de seis a ocho, dos o tres horas al día, entonces tratas de aprovechar lo máximo, ir al gimnasio, jugar al fútbol".
Dicho lo cual, resulta impensable que pueda mantener unas rutinas compatibles con el fútbol profesional. Biho recuerda posibles excepciones, como que algún problema físico limite las horas que pueda pasar haciendo la mili, pero son a cuentagotas. Lo más natural es que su experiencia en el fútbol sea escasa una vez coja el avión.
❤️ 'Biho, quédate'.
— El Día Después en Movistar Plus+ (@ElDiaDespues) April 30, 2024
La historia de @biho_97, el jugador del @cspuertollanocf que tiene volver a Corea del Sur para hacer el servicio militar obligatorio. #ElDíaDespués pic.twitter.com/mWAq5RqbKp
"También es una pena parar cuando estás en el mejor momento de tu carrera, pero estamos orgullosos de ser coreanos y poder proteger al país, a la familia, a los amigos. Una cosa no quita a la otra. Es jodido tener que parar mi carrera deportiva, llevo mucho años seguidos...", reflexiona el futbolista.
Volver
En un canto a la nostalgia, Carlos Gardel vibra para presentar esa naturaleza que todos llevamos dentro y que nos acompañará hasta el último de nuestros días. Y Biho siempre se quedará en Puertollano. Él, de momento, no duda: "A mí me gustaría volver. Estoy muy a gusto y feliz en España. Es mi primera opción, me gustaría vivir aquí". Sin embargo, su vida cambiará por completo en cuestión de semanas y en casa le espera una familia a la que no ve desde hace tiempo y a la que solo ha podido ver de forma intermitente.

De momento, ya ha comprado su billete de vuelta-ida y hasta entonces disfrutará de España: "Ya tengo vuelo, me voy a finales de julio. Tengo antes la graduación, el TFG... Si jugamos playoff, me imagino hasta el último partido. Lo he dejado abierto. Cuando llegue a Corea, tengo que pedir solicitud y ya que me acepten. Imagino que entraré en septiembre".
"Es una pena parar cuando estás en el mejor momento de tu carrera"
jugador del PuertollanoPuertollano le espera con los brazos abiertos. Si hasta ya ha hablado con el club si tendrá su taquilla cuando acabe el servicio militar: "Si no pierdo mi forma... Lo hablamos como una broma, pero me han dicho que les gustaría que estuviera aquí y que cuando vuelva, podría jugar aquí". Y si no es en el Calvo Sotelo de Puertollano, será en otro lugar: "Me conocen aquí, creo que alguna puerta abierta voy a tener".
Si no, siempre tendrá la opción de defenderse en su país. Biho explica la correlación entre ambos países desde el punto de vista deportivo y desde el vital. Partiendo de lo primero, un jugador de Tercera Federación de España puede llegar a competir allí en Segunda División. Más complicado es Primera, más cercana a la élite. Desde Primera RFEF incluso, han viajado jugadores hasta la primera categoría de allí. Lo que sí tiene claro es que en la Tercera de su país tendría un hueco.
"Creo que alguna puerta abierta voy a tener para volver"
jugador del PuertollanoEn deporte y vida, Biho reflexiona sobre las exigencias de Corea, el país al que ahora le toca volver durante al menos año y medio: "Aquí en España hay más libertad, más tranquilidad. Allí hay mucha presión, mucha competencia desde pequeño. Tienes que ser el mejor, el mejor". Pero tal y como uno solo muere cuando es olvidado, de tal manera se aplica a las despedidas.
Biho se marcha y los carteles de los niños ya no estarán presentes en la grada, ni tampoco banderas coreanas. Sí recordarán a un chico siempre alegre y que ha pasado sus últimos ocho años en el país. Aunque, bueno, quitemos carga dramática, lo que está completamente garantizado es que una visita caerá, le depare, lo que le depare el futuro: "Sí, sí, lo prometo, eso seguro".
Y en el aire, otra promesa. Si regresa y vuelve a jugar al fútbol en España, ¿atenderá a Relevo?: "¡Hecho!".