FÚTBOL

Los tiempos de descuento en el fútbol: por qué acciones hay que añadir y por cuáles no y por qué se añade tanto

Cada vez es más frecuente ver añadidos que sobrepasan los diez minutos. Indicaciones desde IFAB y el VAR, claves.

12 minutos de añadido en un partido de la Premier League./GETTY
12 minutos de añadido en un partido de la Premier League. GETTY
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Tantas veces se ha dicho aquello de "el fútbol es un deporte que dura 90 minutos..." que nunca nadie se ha parado a pensar que es una expresión cada vez más desfasada y que no se aproxima a la realidad. Es más, raro es ya el encuentro que no se va por encima de los cien minutos entre el descuento de la primera parte y el de la segunda.

Hasta es habitual que la prolongación de la segunda mitad roce los 15 minutos y se bromee sobre la posibilidad de jugar la primera parte de una prórroga. Es parte del fútbol y de sus tendencias. ¿Pero qué ha cambiado para que pasemos del clásico un minuto en la primera mitad y tres en la segunda a estas cantidades desorbitadas?

¿Qué es el tiempo de descuento?

El tiempo de descuento, también conocido como añadido o prolongación, es una cantidad extra que los colegiados añaden al cronómetro al final de la primera mitad y al final del partido. Su duración es variable y depende de los sucesos que hayan ocurrido en el terreno de juego.

¿Por qué cada vez se añade más tiempo?

Se trata de una recomendación de IFAB y de los diferentes comités arbitrales ante la sensación generalizada de que salía barato perder tiempo o que las largas intervenciones en el VAR después no se traducían en tiempo añadido que compensara la cantidad de juego que se había perdido. El famoso tiempo efectivo.

¿Qué situaciones son suficientes para descontar tiempo y cuáles no?

No hay una normativa exacta sobre si los árbitros deben añadir por una acción determinada o no, aunque sí una serie de recomendaciones. La tónica general es que un colegiado puede añadir tiempo por todas y cada una de las acciones que no se disputen con normalidad y por las que se pierda un tiempo que no debería haber transcurrido sin el balón en movimiento.

Esto implica que un saque de banda, en condiciones normales, no debe considerarse motivo suficiente para añadir. Tampoco los saques de puerta, las faltas laterales o los córners. Pero no es una regla estricta. Si un portero tarda en sacar de puerta más de lo que debería, el árbitro puede y debe compensar en el descuento los segundos que se hayan perdido. Y eso es aplicable a cualquiera de las circunstancias.

Por supuesto, la más frecuente es la del VAR: se debe añadir todo el tiempo que se pierda mientras la tecnología revisa la acción. También los penaltis, las lesiones, las atenciones médicas, los choques, los incidentes médicos de un aficionado en la grada, la invasión de campo de un espontáneo... Y, claro, los cambios.

Una de las principales novedades es la de los goles. Hasta ahora, los árbitros no acostumbraban a añadir tiempo cada vez que el balón acababa dentro de la portería. Algo difícil de comprender, ya que normalmente desde que la pelota tocaba la red hasta que el balón se volvía a poner en juego transcurría más de un minuto. Antes, solo los casos muy sonados o si las celebraciones llegaban en el descuento condicionaban el añadido final.

Ahora, se ha acordado que haya un minuto de tiempo añadido cada vez que haya un gol, de tal modo que un 3-3 en la primera parte debe contar con un mínimo de seis minutos de añadido, más los segundos que se hayan perdido de otras circunstancias del juego.

¿Cuánto tiempo se debe añadir por ventana de cambios?

Tradicionalmente, existía la costumbre de añadir 30 segundos por cada cambio realizado. Con el fin de evitar las pérdidas de tiempo, ahora los futbolistas deben retirarse por la línea limítrofe más cercana que vean. Aun así, se ha mantenido la tradición de que cada ventana de cambios utilizada arrastre 30 segundos de añadido a posteriori.

Esto no implica que si el cambio es más prolongado por un error en el dorsal, una lesión o cualquier circunstancia el colegiado no tenga la potestad de añadir aún más tiempo al cronómetro.

¿Hay algún límite de tiempo añadido?

No por reglamento, aunque la lógica marca que no puede ser superior a los 45 minutos disputados. No existen datos sobre los añadidos más extensos de la historia, aunque cada vez es más habitual ver dos cifras en la tablilla del cuarto árbitro. Por ejemplo, en un Córdoba-Ceuta de la Primera Federación de la 2023/24, el tiempo añadido de la segunda mitad se fue... ¡hasta los 17 minutos! En ese caso, además de otras pérdidas, el duelo estuvo varios minutos parado por un problema médico en la grada.

¿Debe cumplirse el tiempo marcado?

Sí. Al igual que un árbitro no puede señalar el final del partido antes del minuto 90 salvo motivos de causa mayor, si señala cuatro minutos en la tablilla, el partido debe irse al menos hasta el 94'. Eso sí, puede prolongarse más aún de lo marcado en primera instancia y, de hecho, es habitual, que así sea por las frecuentes pérdidas de tiempo que se suelen dar cuando acecha la bocina.

Otro aspecto a señalar es que si, por ejemplo, un portero tarda cuarenta segundos en sacar una falta en su área pequeña, el árbitro no tiene obligación de añadir ese tiempo y, si decide hacerlo, no tiene por qué añadir los cuarenta segundos exactos, sino más bien seguir su propio criterio. Otra imagen frecuente es ver al colegiado hacer la señal de un minuto más, como castigo al infractor que pierde tiempo, pese a que no haya llegado a perder tal cantidad.

¿Debe dejarse un córner o un contraataque con el tiempo cumplido?

Al igual que en casos anteriores, no hay una norma estricta y debe ser acorde al criterio del colegiado. No es lo mismo recuperar un balón en área propia con el tiempo cumplido holgadamente y desde ahí lanzar el contragolpe que sobrepasar la línea del centro del campo en superioridad numérica y a la carrera justo en el momento en el que cumple el tiempo acordado. Además, es probable que se hayan perdido segundos previos y que el colegiado deba añadir.

Lo mismo ocurre con un córner, aunque en este caso hay una serie de detalles más comunes a la hora de pensar en esta cuestión. Si el balón sale por línea de fondo con el tiempo ya cumplido, el árbitro suele señalar el final. Sin embargo, si la pelota sobrepasa el límite del campo cuando el cronómetro aún no ha llegado al minuto correspondiente, entonces debe dejarse sacar, aunque el lanzamiento sí sea con el reloj cumplido.