Tomás Guasch hace memoria y ni los anillos de Pau Gasol ni los Mundiales de F1 de Fernando Alonso: "El oro de las chicas de hockey en Barcelona"
El ahora comentarista recuerda en Relevo alguno de los momentos vividos como periodista al lado de los mejores deportistas de la historia.
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Tomás Guasch, que en la primera parte de la entrevista nos hablaba de su sorprendente cercanía con la Real Sociedad, reconoce que siempre quiso ser periodista. Le gustaba, sobre todo, escribir. De las múltiples entrevistas a protagonistas que ha realizado a lo largo de su carrera, la que más le ha marcado, sin duda, fue la que le hizo a Diego Armando Maradona recién aterrizado el astro argentino en la Ciudad Condal. Fue a la aventura y se llevó a redacción una conversación de casi una hora. "Dentro de sus locuras, que las tenía, era alguien muy agradable", destaca sobre el anhelado futbolista. Pero si hay algo de lo que se siente orgulloso este personaje de las ondas es de haber podido estar cerca de esta generación de deportistas españoles que han marcado una época en el deporte nacional. Desde Rafael Nadal, pasado por Gasol, siguiendo por Fernando Alonso, sin olvidarse tampoco, por ejemplo, de los miembros de la selección de waterpolo entrenada por Joan Jané y que protagonizaron alguna de las gestas más brllantes en la historia de los Juegos Olímpicos.
Es de aquellas personas que valen más por lo que calla que por lo que cuenta. Podría escribir un libro lleno de anécdotas como aquella en la que, en los Juegos Olímpicos de Atenas, se encontró en el autobús de la prensa con el médico de la selección de baloncesto, Toni Bové, que iba a tratar a José Luis Abajo 'Pirri', aquejado de lumbago, antes de la semifinal de esgrima. La perdió, pero se hizo con el bronce. Nadie lo supo hasta después. Pero, "lo más grande" que han visto sus ojos es a las chicas de hockey hierna ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92: "Había 500 licencias en España y ganaron el oro".
¿Por qué periodista?
Desde crío. Mi padre era directivo del Sant Andreu, que tenía el local social al lado de casa y montaba una revista del club con unos colegas de la Junta y a mí me llamaba la atención la coña de la tinta. Había una máquina que la llamaban 'vietnamita', que se la mangaban a un amigo que era del Partido Comunista. Estaría escondido, por los años que eran. Y ahí hacían los boletines y se la mangaban a este. Era como una impresora y tú imprimías. Y aquello me gustó siempre. A mí, desde el primer momento, lo de escribir me entusiasmó. He hecho radio, televisión, pero lo que más loco me ha vuelto era escribir. Que tengo la suerte de no estar ahora en un medio escrito. Yo, por ejemplo, hacía una entrevista a Maradona y la escribía en el periódico al día siguiente. La hacía por la mañana, la escribía por la tarde y salía al día siguiente. Había alguien que se la leía y otro que hacía algún artículo de opinión cuando se empezó a poner de moda eso. Había una serenidad. ¿Tú te imaginas una entrevista con Maradona? 'A la web, haz un no sé qué, un tal...' Cuando entré en Mundo Deportivo había gente como Astruells, Castillo... Nombraría 40 que escribían muy bien y eso te animaba y te daba un plus de ilusión y de experiencia.
¿Por qué del Espanyol y no del Barça?
Muy fácil. Mi padre era del Barça y por llevarle la contraria. Pero en aquellas épocas, por ejemplo, el mismo Núñez era socio del Espanyol. Y Mussons, que fue su directivo. No sé si incluso Casaus lo fue. Era una de las diversiones de los domingos de aquella época. Yo iba al campo del Espanyol, había una familia amiga de mi padre y había una chica que era un poquito mayor que yo y me daba patatas y Coca-Cola. Te metían abajo, lo que era la gran preferencia, debajo de la tribuna y seguías el partido. Me acuerdo de un partido con el Valencia, que ganaba el Espanyol 4-1 y acabó perdiendo 4-5 y había un delantero centro, Waldo Machado, que hizo cuatro goles y nos volvíamos locos siguiendo a aquel tío porque era una especie de león. Era como si estuvieras viendo al Eusebio del Benfica, porque era alguien grandote. El campo del Espanyol era como más manejable, no tan grande como el Camp Nou. En el colegio había dos compañeros del Espanyol y me dio por ese lado. Eran otros tiempos, más tranquilos. Había mucha gente del Espanyol que iba al Camp Nou y viceversa.

¿Cómo estás viviendo todos los episodios de violencia que se están viviendo en los últimos años?
Mal porque el fútbol es para reírse. Yo comprendo la rivalidad y todo lo que tú quieras porque eso es una de las esencias del fútbol. Eso es indudable, pero es que a mí no se me ha ocurrido insultar a alguien, nunca. Oyes a muchos padres que no se atreven a llevar a los críos al fútbol. Nos hemos vuelto todos locos en esto y en tantísimas otras cosas. ¡Vamos a ser un poquito sensatos! Hay cosas que no se pueden entender, que no tienen ningún sentido. Yo, por ejemplo, voy con el Espanyol a San Sebastián, voy a hacer un viaje cojonudo, a una ciudad que no veas. Voy a comer maravillosamente. ¿Y tengo que ir a Anoeta a pelearme con el tío de al lado? ¿en un derbi entre el Barça y el Espanyol, tengo que montar un número, cuando puede que sea mi vecino? Yo no lo he entendido nunca. Por eso, cuando ves las imágenes de los Athletic-Real Sociedad, dices: 'Coño, estos tíos son los que lo entienden bien'. Anda, que no querrán ganarle, como a las canicas. Vamos a ser un poquito civilizados. Me encantaría mucho una final de la Europa League entre la Real y el Athletic.
"Me encantaría mucho una final de la Europa League entre l a Real y el Athletic. Iría con la Real, pero al Athletic tampoco le deseo ningún mal. En San Sebastián me dirán: 'Estás mal de la cabeza, eres un falso realista'"
¿Con quién irías?
(Risas) Con la Real. ¿Sabes qué me pasa? Me pasa como con el Real Madrid y con el Atlético de Madrid. Amigos míos y familiares del Madrid me dicen que, en una hipotética final de Champions, preferirían que al Barça antes que al Atletico. Yo les digo que yo no soy madrileño, pero lo que he conocido del Atlético de Madrid me ha resultado muy agradable. Hace unos días murió Santos Campano, que era un directivo magnífico. Vicente Calderón, Luis Aragonés, Abelarto, Uarte, Gárate, un personaje maravilloso. Entonces, como yo no he vivido contaminado, por así decirlo, por esa rivalidad y esa cercanía, pues dices: 'Yo voy al Atleti y no le deseo ningún mal'. Yo al Athletic tampoco le deseo ningún mal. En San Sebastián me dirán: 'Estás mal de la cabeza, eres un falso realista'. Seguramente, pero mire usted que uno es de donde es.
De todas las entrevistas que has hecho, ¿hay alguna que jamás vayas a olvidar?
La de Maradona. Fue a principios de julio y el Barça se iba a Andorra de pretemporada, no a Los Ángeles. Se iban al fresquito. Tres horas en autocar. Yo estaba en casa y me fui al Camp Nou. Llegué allí antes de que hubieran llegado la mayoría. Justo entonces, casi al mismo momento, llegó un coche y era Maradona. Me acerco, le dije quién era y me preguntó que qué quería: 'Nada hombre, si me das cuatro palabritas...' Me dijo; 'Vení, que hace mucho calor'. Y nos sentamos en las escaleras. Estuvimos una hora dale que te pego. Esa coña de la mandarina que le daba 40 toques, lo hizo allí conmigo. Una entrevista cojunuda. Nadie sabía nada. Al final del final, llegó el fotógrafo, porque él venía para cuando se fuera el autobús. Le hizo un par de fotos. Le dije: 'No digas nada' y me fui para el periódico. Llegué allí y me preguntaron que tenía: 'Vengo de hablar con Maradona'. Se volvieron locos. Eso fue una cosa tremenda, pero vuelvo a lo de antes. Me senté, escribí, se lo di al de al lado, me lo corrigió en papel. Ese papel lo metías en un tubo y bajaba al piso de abajo donde estaban los talleres y es donde se montaba. Aquello se publicaba a las 6 de la mañana del día siguiente. Difícilmente había un coma más puesta, estaba todo niquelado y no se volvía loco nadie. Maradona era un personaje, con sus locuras, que las tuvo, pero él en una situación serena, tan feliz.
¿Cuánto la lió en Barcelona?
Casi no le dio tiempo. Entre la lesión y que se fue al Nápoles, prácticamente no le vimos. Ahí sí parece que empieza muchos de sus males, pero llegó, se lesionó y se marchó al Nápoles. Pocos creían que allí fuera a hacer algo, pero mira lo que supuso. Son cosas que piensas: 'Si se hubiera quedado aquí, la vida hubiera sido distinta'. Pero era un tipo agradable. No era difícil. Pero es que había días que había más amigos de Maradona en el entrenamiento que de prensa. Había días que Menotti ponía los entrenamientos a las cinco de la tarde y le preguntaban por qué. El habló algo de los biorritmos... (Risas) Es que si ponía los entrenamientos a las diez de la mañana hubieran ido tres.
"Había días que había más amigos de Maradona en el entrenamiento que gente de prensa. Menotti ponía los entrenamientos a las cinco de la tarde... Es que si ponía a las diez de la mañana, hubieran ido tres"
¿Ha sido lo mejor que ha visto?
Sí. No se puede hablar de eso. Yo he visto a Cruyff. He visto el final de Di Stéfano. De Pelé hemos visto menos. Visto cómo se jugaba en aquel fútbol, visto las patadas que le pegaban... El Nápoles, con todo el respeto, era el Valladolid. Y ganarle la liga a los del norte me parece una cosa tremenda, como aquel Mundial. Luego está Messi, ¿qué vas a decir de él? Alguien extraordinario. Yo creo que Cruyff cambia el fútbol. Lo explicaba muy bien ángel Cappa: 'Todos corrían y éste se paró'. Lo hacía diferente. Pero como tipo de decir hay que ir a pagar una entrada mañana, Maradona fue muy especial.
¿Quién es el jugador del Espanyol que más te ha marcado?
Hombre, antiguos, muchos. De ahora, Raúl Tamudo. Es el máximo goleador de la historia. Si hubiera jugado en el Barça, la plaza de Cataluña se llamaría Plaza Raúl Tamudo. Pero como es del Espnayol, ahí está. Este ha sido en los últimos años el personaje clave. Pero luego aquí ha habido... Ha estado Solsona, por ejemplo. Es un personaje para verle. Por lo que toca a la Real, el recuerdo de Carmelo Amas es tremendo. En aquella, además de Amas, estaban Marcial, Rey, Rodríguez, José María... A Marcial es el único al que le he visto en la historia, ni Di Stéfano, ni Pelé, ni Maradona, ni nadie, que hizo dos goles de falta en el Camp Nou con la camisa del Atleti, uno en cada portería y con una pierna distinta. Uno con la derecha y otro con la izquierda. Yo estaba en el campo y nos quedamos acojonados. Y ya se marchó, que estaba mayor y se fue al Atleti, pero cogió la pelotita y ¡pum! ¡pum! Ganó el Atleti 2-4. Aquellos tíos eran unos personajes muy graciosos. Urruti dejó un recuerdo imborrable. Canito, otro personaje del Espanyol, con una vida muy azarosa. A este le quería fichar el Madrid, pero se quedó allí. Yo siempre he pensado que, a lo mejor, cambiando de ciudad en otro ambiente... Hay quien te dice: 'Oye Madrid es una cosa también más frívola, más nocturna'. Igual tampoco había solución, pero siempre me quedé con la sensación de que si hubiera cambiado el entorno, a lo mejor la vida suya hubiera sido diferente...
Tanto que habla de personajes, ¿para ti quien ha sido el mayor en la historia del fútbol?
Cruyff fue la leche. Di Stéfano fue otro personaje también tela marinera... Ha habido muchos. Arconada, el comportamiento que tenía en el campo. Estamos hablando de un tiempo en el que detrás de la portería tiraban cosas a todos. He conocido a muchos personajes de decir: 'Con este te vas a reír...' Luis Aragonés. Es que el que ha conocido a Luis Aragonés… Es una cosa tremenda. Estábamos un día en el Camp Nou. Acabé una entrevista y entró un jugador del Barça, no te voy a decir el nombre, con el coche y derrapó. Me dice, así con la mano: 'Espera, espera'. Se levantó y dijo: 'fulano, es usted un imbécil'. Le importaba tres pepinos que estuviera la prensa. Es que ha habido muchos tíos my graciosos, de viajar con ellos y tirarte por los suelos.

¿Quién es el que más gracia te ha hecho o con el que más te ha reído?
¿Con el que más me he reído? Por su manera de ser, que dices, es un tío que no dirías nunca, Butragueño es un tío para reírse. Porque era un personaje con esa manera de ser de él, capaz de hablar y no decir nada, pero de pronto, quitar el freno y ponerse allí... Este era un tipo también para reírse. De estos personajes que no dirías que te has reído, Zubizarreta. Era más puesto, más serio, pero si le soltabas, no veas. Rincón y Gordillo eran tremendos. Rincón sigue diciendo lo que decía con 20 años: 'Yo meto goles porque me equivoco'. 'Hay que pegarle mal porque si le pegas mal, el portero no sabe qué hacer', promulga. Esto, contado por él hace que Rincón, probablemente, es el personaje más gracioso, pero porque no actúa, no finge. Yo le he conocido de jugador y lo mismo que dice ahora, lo decía antes. Hay un día que llega y gana el Betis en el Camp Nou y hace los dos goles. Y dice: 'Si me la llegan a pasar un poco más, pero claro, yo también comprendo que nos achuchaban mucho y sería difícil llevarme la pelota'. Gente muy graciosa.
"Por su manera de ser, que lo dirías nunca, Butragueño es un tío para reírse. Porque era un personaje con esa manera de ser de él, capaz de hablar tanto y no decir nada, pero de pronto, quitar el freno y ponerse allí..."
¿Cuál ha sido el peor momento que has vivido como periodista?
Hombre, la muerte de Jarque, por ejemplo, fue una leche. Hay cosas que no... Lo que no ha tenido solución es tremendo. Yo siempre digo que yo me lo he pasado muy bien siempre. Pero no solo en el fútbol. Los Juegos Olímpicos, por ejemplo. Yo he estado al lado de Federer, de Usain Bolt, de los jugadores de la NBA. Me acuerdo del partido de la Selección contra ellos en Atenas, que nos ganaron de ocho puntos. Estábamos con Gasol y llegó Carmelo Anthony, que hablaba en un español cojonudo. Estábamos toda la prensa española ahí y suelta: '¡Qué pasa! ¿estais tocados? Ya hablo yo por todos estos' Se quedó allí media hora con nosotros. Era uno de aquellos ídolísimos de entre todos los deportistas del mundo. La Villa Olímpica era una cosa maravillosa. Hay una foto mítica de Yao Ming con una gimnasta rumana que le llegaba un poco más arriba de la rodilla. 'Imaginate el cachondeo'. Cuando ibas con Nadal a una Villa Olímpica era un show. Después que acababan los partidos, ahí había barra libre para todo el mundo. Hay un día un España-Estados Unidos de Waterpolo femenino, en Atenas, hablando con Jennifer Pareja camino del vestuario. Me llegué a meter dentro. Cuando nos dimos cuenta: 'Hostia, salte, salte, que va a venir la seguridad'. Y yo le dije, 'pero si el de seguridad me ha visto entrar con la acreditación y no me ha dicho nada porque iba hablando tranquilamente contigo'.
Cuéntame alguna otra anécdota...
También en Atenas. Yo iba camino de un partido de baloncesto femenino de España e iba en el autobús por el carril olímpico, que es donde se desplaza la prensa para ir de un lado a otro. Y en esas se montó Toni Bové, que era el fisio del Barça de la época y el médico de la sección de baloncesto. Y le pregunto, '¿qué haces aquí?' 'Coño, que si te lo digo, lo vas a publicar y tal', me rspondió. 'No, hombre, no, ¿pasa algo?'. 'El de la esgrima, el Pirri, que tiene lumbago'. Y digo, '¿lumbago? Está muerto, ¿no?' Estaba en semifinales. Y dice, 'claro, hay que ver cómo le hacemos, porque a la que le des algo, da positivo y vamos a tener el lío montado. Hay que hacerle un masajito, pero, por favor te lo digo, no digas nada, que se va a formar un escándalo'. Yo, callado. Perdió la semifinal, pero ganó el bronce. Y entonces acabó toda la ceremonia y llegó la conferencia de prensa. Y le dije: 'Todos estos que están aquí no saben que has ganado un metal con lumbago'. Y el tío me miró y el resto de periodistas, también. Y les dije, 'lo sé desde las 12 de la mañana y me he callado'. Bajó y se hizo una foto conmigo.
Vales más por lo que callas que por lo que cuentas...
Como todas la cosas. Pero ha habido mucho más de esto que de cosas feas. Los magníficos ratos que te han dado estos tíos y estas tías. Recuerdo el oro de las chicas de hockey en Barcelona 92 y solo había 500 licencias en España. Y las cogió el seleccionador, José Brasa, y consiguieron el oro. Y hoy cuando me dicen, ¿qué es lo más grande que he visto en los Juegos Olímpicos? Y le digo: 'Monstruos al margen, evidentemente, el oro de las chicas de Barcelona, porque te repito eran 500 tías en toda España'. Unos años más tarde, yo iba paseando por Barcelona y escuché a una chica gritando: 'Tomás, Tomás'. Vino corriendo y nos dimos unos abrazos allí. ¿Qué pensaría la gente? Era la portera suplente que se llamaba Cibeles. Y es que has vivido con ellos los mejores momentos mejores de su vida tanto en la victoria como en la derrota. En el fondo hay un agradecimiento eterno de haber vivido lo mejor de lo mejor. Hemos sido unos privilegiados. A ver, haber visto a un tío de Sant Boi de Llobregat ganar un anillo de campeón de la NBA, a un asturiano campeón de Fórmula 1 cuando eso era de ingleses y australianos, ganar un Mundial de fútbol. En nuestra generación que España fuera campeón del mundo de fútbol era impensable. Cuando aparece Arantxa Sánchez Vicario, por ejemplo. Hemos tenido pioneros como Bahamontes, Ocaña, Ballesteros... pero es como si se hubiera abierto una puerta y empezar un chorreo en todos los deportes, lo que significa que se ha trabajado muy bien.