La traductora del perito de Rubiales mintió en el juicio: es su secretaria en la asociación y no fue contratada por ninguna empresa
Relevo ha podido confirmar que la intérprete en lenguaje de signos no fue contratada por Ofilingua, una empresa que ofrece servicios de traducción e interpretación, tal y como aseguró ante el juez.
![Daniel Morillo Buendia y Laura Martín Murillo, peritos del informe exculpatorio de Luis Rubiales. /Audiencia Nacional |Relevo](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/12/media/cortadas/PeritosWeb-RTk5oUBLRrgBhKipFUHXUIK-1200x648@Relevo.jpeg)
La sexta jornada del juicio por el 'Caso Rubiales' comenzaba, el pasado martes, con la testificación de los peritos. Abel Baños, especialista de vídeo certificado por Adobe, confirmó que el vídeo de TikTok que había analizado el segundo perito era real y no había sufrido ninguna edición. David Morillo Buendía, presidente de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), aportó un informe en el que aseguraba que Luis Rubiales preguntó a Jenni Hermoso "¿Te puedo dar un besito?" tras analizar con lectura labial el mencionado vídeo en el momento del beso que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) propinó a la futbolista durante la entrega de medallas del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
"Vi el movimiento de los labios del Señor Rubiales. Duró dos segundos la imagen que analizamos. Decía: ¿Te puedo dar un besito? No tengo margen de duda de que esas fueron sus palabras. Lo he visto varias veces y me ratifico. Lo tengo claro", aseguró Morillo. Sin embargo, la Teniente Fiscal, Marta Durántez, impugnó la prueba pericial al considerar que carece de validez al no contar con la oficialidad que le acreditara como perito en una sede judicial.
El juez, en cambio, quiso escuchar las explicaciones sobre el informe. Cuando el magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto González, titular del Juzgado Central de lo Penal Único de la Audiencia Nacional, preguntó a la letrada de Luis Rubiales, Olga Tubau, por la presencia del perito —había sido su defensa quien había propuesto su testifical—, quiso saber quién le asistiría como intérprete al ser una persona sorda para comunicarse con la sala de vistas donde tenía lugar el juicio. "Va a ser asistido por Laura Martín Murillo, que nació con sordera, pero ha aprendido a hablar y domina el lenguaje de los gestos y nos hará de intérprete del señor Morillo", respondió la abogada catalana.
Laura Martín Murillo, testigo de la causa como intérprete del perito
En ese momento la señal que reproducía la sesión de la vista oral mostró en la pantalla la conexión telemática con Daniel Morillo y Laura Martín. "¿Viene usted como perito del perito, valga la redundancia?, espetó el magistrado. "Yo soy intérprete de lengua de signos", aseguró la traductora. "David es una persona sorda y yo le voy a interpretar la traducción que se esté tratando aquí". En ese momento se produjo una situación de confusión pues Laura consideró que las preguntas del juez iban dirigidas a David Morillo en lugar de a ella, que como intérprete, también actuaba en calidad de testigo en el procedimiento. "Yo soy intérprete, soy totalmente neutral y soy una mera transmisora de la información". "Ya lo sé", interrumpió el juez, "pero como está haciendo de traductora, usted también es perito", le explicó.
«La falsa pericia se condena con penas privativas de libertad»
Cuando ambos aseguraron que no tenían relación alguna, ni directa ni indirecta, con los acusados ni la víctima, y confirmaron que conocían que la "falsa pericia se condena con penas privativas de libertad", el magistrado comenzó a lanzar algunas preguntas: "¿A usted le contrató la defensa de Luis Rubiales?", dijo. "Contactaron con la secretaria de la Asociación y nos solicitaron la pericia de la lectura labial", respondió David a través de la traductora, sin especificar quién había solicitado su servicio.
Fue entonces cuando Tubau comenzó a preguntarle sobre el informe. Tras confirmar en las preguntas iniciales su perfil y la inexistencia de titulación oficial sobre peritaje de lectura labial, explicaron que quien había solicitado el informe a la asociación (ASOGRA) era Enric Ripoll, quien según ha podido confirmar Relevo, es el "representante legal" de Rubiales en el procedimiento sancionador iniciado por FIFA que le inhabilitó durante tres años y que ahora se debate en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAS, por sus siglas en inglés).
La traductora es la secretaria del perito y no fue contratada por Ofilingua para la interpretación
Tomó la palabra la Teniente Fiscal, Marta Durántez, quien insistió en saber quién había encargado tanto la prueba pericial como la interpretación. "Una empresa de aquí de Granada, que se llama Ofilingua, nos ha pedido el servicio de interpretación en lengua de signos. Aquí en Granada hay pocas intérpretes y he cubierto yo el servicio. Soy neutral y por el código ético no puedo responder a según qué cosas", dijo Laura Martín.
Sin embargo Ofilingua ha confirmado a este medio que no ha intervenido en este procedimiento judicial aportando ningún servicio de interpretación. Es más, desde la empresa aseguran que sólo prestan sus servicios cuando se trata de una prueba de oficio —en este caso sería un encargo de la Audiencia Nacional, el tribunal que asume el procedimiento— y no una prueba de parte —como en esta ocasión, en la que ellos mismos aseguraron que había sido Enric Ripoll, abogado de Luis Rubiales en otro procedimiento sancionador— quien había hecho el encargo. Además, Laura Martín es, según la web de ASOGRA, la secretaria del presidente que, a su vez, es David Morillo, el perito que elaboró el informe. Es decir, la misma persona que recibió el encargo y de la que la propia Laura hablaba en tercera persona.
Relevo ha contactado también con la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) que aseguraron que al no existir titulación oficial de lectura labial, ellos no realizan servicios de peritaje. "Sólo hay profesionales que enseñan la lectura labial a las personas que han perdido su audición o personas sordas que han tenido muy buena rehabilitación y manejan esta habilidad", explicaron.
Una de las pruebas que la defensa de Luis Rubiales considera esencial para confirmar que, al menos, el expresidente de la RFEF tuvo intención de preguntar si podía besar a Jenni Hermoso, ha contado con dos peritos que no han contado la verdad ante el magistrado, al menos, en lo que al servicio de interpretación se refiere. En su informe, tan sólo pudo analizar dos segundos y aunque se ratificó, no supo explicar al magistrado por qué el vídeo de Tiktok le había servido para la lectura labial y no las imágenes de la señal de TVE, cuando las imágenes eran las mismas.
La inclusión de la palabra "besito" en su informe hizo cambiar la declaración de Luis Rubiales que, en la fase de instrucción aseguró haber preguntado por un "piquito", mientras que en la vista oral se refirió, como su perito, a un "besito". Diferencia sustancial para la Fiscal que ha considerado en sus conclusiones finales que se trata de "una pericia ad hoc para otro procedimiento y con una finalidad claramente exculpatoria".
Será el juez titular quien tendrá que decidir si considerar la impugnación de la Fiscal o, bien, tendrá en cuenta la prueba pericial a pesar de que la intérprete del perito que elaboró el informe también trabaja en la agrupación y no fue contratada por ninguna empresa que preste servicio a los juzgados en las pruebas de parte, tal y como ella misma aseguró.