CASO RUBIALES

La transformación de Olga Tubau en su crítica más dura a Jenni Hermoso por no ser la 'víctima perfecta': "Quien ha sufrido una agresión está indignada"

La letrada de Luis Rubiales atacó a la futbolista poniendo en duda su testimonio y su comportamiento tras el beso que su cliente le propinó en los labios.

Olga Tubau, abogada de Luis Rubiales, durante su alegato final. /Audiencia Nacional
Olga Tubau, abogada de Luis Rubiales, durante su alegato final. Audiencia Nacional
Natalia Torrente
Mayca Jiménez

Natalia Torrente y Mayca Jiménez

El juicio por el 'Caso Rubiales' abordaba, ya en su recta final, el turno de los alegatos finales para las acusaciones y las defensas durante la mañana de este jueves después de que el ministerio fiscal argumentara en la sesión de ayer, durante casi dos horas de discurso, las razones por las que mantiene la petición de dos años y medio de cárcel para el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la comisión de dos presuntos delitos de agresión sexual y coacciones, y año y medio de prisión por la segunda de las faltas para Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, el resto de los acusados.

A media mañana tomaba la palabra Olga Tubau, la letrada que defiende los intereses de Luis Rubiales, con un tono más intransigente y duro del que ha empleado en sus agudas y afiladas preguntas durante los interrogatorios. Durante la aproximada hora y media que duró su explicación, la catalana trató de desmontar el testimonio de la futbolista para razonar la ausencia de una agresión sexual que decretaría la absolución del expresidente federativo por parte del juez. "Va a tener que determinar si es un acto que atenta contra la libertad sexual de la víctima", le dijo al magistrado.

Y fue más allá. Cuestionó sin pudor el comportamiento de la víctima, que consideró lejos de lo que ella sostiene que ha de tener quien ha sufrido una agresión sexual: "Manifiesta una sorpresa, está extrañada, esperando ver la reacción de sus compañeras. Quien ha sufrido una agresión sexual no está extrañada ni sorprendida, está indignada, sufre dolor moral. Está o furiosa o abatida", aseveró ante la Sala sobre la conducta que, según Tubau, debía haber mantenido Jenni Hermoso para ser creída ante la justicia.

Olga Tubau cuestionó la actitud y el comportamiento de Jenni Hermoso en su alegato final. Audiencia Nacional | Relevo

El 'cara a cara' con el Ministerio Fiscal

Si ayer Marta Durántez, la Teniente Fiscal, cuestionó a la Sala "¿hasta cuando vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico? ¿No tenía derecho a celebrar un íitulo deportivo de tal entidad como el campeonato del Mundo?", hoy Olga Tubau contraatacó. "Que una víctima de agresión sexual haga broma de lo que ha sido la conducta constitutiva de la agresión sexual es muy poco coherente con ese sufrimiento en el que caen inmediatamente las personas que han tenido que pasar por una situación tan terrorífica como esta", cargó.

Y fue más allá, alzando su discurso al terreno político. Deslizó que la jugadora cambió su versión por el impacto mediático tras lo sucedido: "Había tuits ya de miembros del Gobierno que tachaban a Rubiales de agresor sexual". "El #YoSíTeCreo", avanzó, "si hay un espacio al que no puede llevarse es a los tribunales", espetó. "No puede haber delitos creídos, sino delitos probados", zanjó.

Olga Tubau desliza un posible movimiento político la decisión de denunciar de Jenni Hermoso. Audiencia Nacional | Relevo

La advertencia al juez si considera el presunto delito de coacciones en su sentencia

"Si una sentencia declarara estos hechos probados y condenase por coacción con el relato de hechos de la conclusión primera de las acusaciones, sería tasada como infracción de ley y por aplicación indebida de ese artículo", avisó. "Los hechos no describen los elementos de ese delito, que es comparar lo que no se quiere con una violencia física o moral, es decir, una intimidación. Coaccionar no es pedir, insistir, ser pesado. No puede incluir en ese relato de hechos nada esencial que no hayan incluido las acusaciones, sería una infracción de ley", finalizó.

Tubau, que consiguió que Luis Rubiales declarara con un semblante que sorprendió a quienes le conocen, adoptó en su alegato final el rol más duro que ha mostrado durante las ocho sesiones que ha durado la vista oral. En lo que sí coincidió con su cliente fue en tratar de desacreditar a las testigos, fundamentalmente a las jugadoras de la Selección española femenina de fútbol, apuntando a una "memoria selectiva" de Laia Codina y a la conducta poco "coherente" y "fiable" de Jenni Hermoso.

Mostró también especial beligerancia la letrada catalana al abordar la posible irregularidad de la prueba pericial que presentó en su estrategia de defensa, después de que las acusaciones recogieran en sus conclusiones la noticia desvelada por Relevo: "Si hubo algún fallo o falla en la interpretación de los signos ya sabrán las acusaciones, pero creo que aportar esto para desacreditar la pericial no me parece de una calidad procesal extraordinaria", se preocupó.

Mañana será la última sesión de un juicio que acabará con las conclusiones de las defensas de Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, el resto de acusados. Después llegará el turno de la "última palabra" para los acusados, aunque la previsión es que ninguno de ellos haga uso de ella. Será el "visto para sentencia" del juez el que finalice una vista oral a la espera de, "sine díe", su decisión final.