Los tres meses frenéticos y en silencio de Luis García: despedido del Espanyol y campeón de Asia con la Catar de Tintín Márquez

El pasado 5 de noviembre, el Espanyol comunicaba el despido de Luis García. Una decisión que causó sorpresa porque el asturiano era un técnico de la casa y porque apenas se habían disputado 14 partidos del campeonato, con un equipo perico que estaba en unas posiciones similares a las actuales.

Una sorpresa que no fue tanto para los que conocían las desavenencias con el director deportivo, Fran Garagarza, desde su aterrizaje, dos personalidades fuertes y opuestas con la exigencia de subir al club perico a Primera.

Después de forjarse en la Damm y de apenas permanecer ocho meses en el Real Madrid C, todo le aconteció muy rápido a Luis García. Florentino Pérez le liberó para que el 1 de abril pudiera oficializar su fichaje por el Espanyol. Implantó una manera de jugador arriesgada y distinta a la anterior pero no logró salvar al equipo perico, descendido en la penúltima jornada. Y, apenas cinco meses después de aquello, era despedido tras una atmósfera complicada en el Espanyol en Segunda, sin poder colocarse en zona de ascenso directo.

Apenas ha tenido tiempo para asimilarlo Luis García, que ve desde la distancia como continúan los incendios en el Espanyol mientras aguarda sin hacer declaraciones. Un mes después de su despido, el técnico asturiano se unió al cuerpo técnico de Tintín Márquez, seleccionador de Catar y triunfador de la Copa Asia, al repetir el título conseguido por Félix Sánchez hace cinco años en la final ante Jordania que vencieron en el día de ayer.

La relación de amistad y admiración entre Tintín Márquez y Luis García viene de lejos. El veterano técnico, después de una época en la que se hizo cargo de los juveniles y del segundo equipo, llegó al banquillo del primer equipo perico. Al comienzo como ayudante de Miguel Ángel Lotina, más tarde de Ernesto Valverde, y después como primer técnico. Luis García llegó al Espanyol en 2005, y fue uno de los defensores de que Márquez asumiera el banquillo en 2008 tras la marcha de Valverde.

"Era el mejor entrenador. Cuando decía algo, ocurría. Los torpes fuimos nosotros", siempre se escudó el asturiano cuando le tocó hablar de aquella época, en la que Tintín Márquez apenas duró 13 partidos con su célebre frase que pilló TV3 antes de un encuentro de "olemos a muerto". Espontáneo como es ahora ("el Espanyol es un desastre", dice sin tapujos), Luis García siempre encontró en Tintín un maestro del buen gusto por el juego. En aquel momento, intentó dotar al equipo de un sistema (4-3-3) y de una idea de juego proactiva, pero no cuajó de la misma manera que tampoco lograron consolidarse las similares ideas de Luis García. La rueda siguió girando para ambos, en Catar. Los dos se entienden como maestro y alumno.

Luis García no ha hecho entrevistas durante estos meses, estando siempre en un segundo plano. Sólo unas pocas fotos en su perfil de Instagram dando inicio a su andadura con la selección asiática, algún post de los partidos y una foto de él con el trofeo tras la final, celebrando la conquista y también agradeciendo a la Damm, el club de sus orígenes. Relevo se puso en contacto con él y el exentrenador del Espanyol, con mucha amabilidad, declinó la posibilidad de hablar, dejándole el protagonismo a Tintín Márquez, su gran maestro y a todos los futbolistas que consiguieron el triunfo.