Los tres motivos que condenaron a Vigo en la carrera mundialista: "No estamos para tirar 60 millones"
Pese a la insistencia del Gobierno y la presión política de su alcalde, sus puntuaciones globales no eran mejores que el resto.

Hace apenas diez días, La RFEF hizo oficial que finalmente tendrá 11 sedes en el Mundial de 2030 que organizará junto a Marruecos y Portugal. Hasta trece tenían opciones de pasar el corte y de hecho el ente federativo hizo intentos a la desesperada para que alguna de ellas se colase en la elección final, aunque era una misión casi imposible. Fueron Vigo y Valencia las que se quedaron fuera de la carrera y con la miel en los labios. A pesar de todo el Gobierno, ya con todo el pescado vendido, decidió escribir a FIFA para "meter en el banquillo" a las dos ciudades, en caso de que cualquiera de las españolas, marroquís o portuguesas falle durante estos años, hasta 2030.
Los estadios se reparten así: dos en Madrid (Bernabéu y Metropolitano), dos en Barcelona (Camp Nou y Stage Front), dos en el País Vasco (San Mamés y Reale Arena), dos en Andalucía (La Rosaleda y La Cartuja), uno en Zaragoza (La Romareda), el Estadio Gran Canaria y A Coruña (Riazor). Destaca la ausencia de Vigo pese a las constantes presiones que hubo para que fuera una de las sedes, aunque tres han sido los motivos por los que finalmente ha sido descartado.
El primero y más importante es por la propia fisionomía del estadio. Balaídos, que todavía tiene pendiente la construcción de una grada y que debería estar terminada en un plazo aproximado de dos años, tendrá una capacidad de alrededor de 30.000 espectadores o incluso un poco menos. Y aunque el Celta ahora mismo tiene lista de espera para nuevos abonados, parece difícil que vaya a alcanzar regularmente esa cifra de público.
Además, las otras tres gradas ya reformadas o construidas desde cero, tienen una cubierta ajustada a esas capacidades. Añadir al menos 10.000 asientos más provocaría tener que rehacerla o, en menor medida, acometer unas reformas difíciles y costosas en tiempo y dinero. Hay que recordar que toda la remodelación costará alrededor de 60 millones de euros de dinero público. "No estamos ahora para perder 60 millones por nadie", explicaron fuentes de la candidatura conocedoras del proceso a Relevo.
Desde Vigo creen que el problema del estadio podría solucionarse, pero conllevaría un coste con el que mucha gente no estaría de acuerdo. El Celta aquí tiene muy poco que decir ya que el estadio pertenece al Ayuntamiento y el club solo tiene el usufructo mediante concesión. En los planes iniciales del consistorio no aparecía el inconveniente de la cubierta, que fue lo que les hizo caer en la puntuación global. De hecho, los estudios al respecto son muy primarios. Ese fue el principal punto en contra que tuvo la sede viguesa, pero hay dos más.
El Aeropuerto de Peinador es pequeño y, además, cierra por las noches, es decir, no tiene horario continuo. Todas las ciudades que quieran que su estadio acoja partidos del Mundial tienen que tener una serie de infraestructuras acordes a la cita, y una de ellas está es el aeropuerto. Peinador tendría que tener muchos cambios para poder acoger vuelos importantes y a cualquier hora. Desde la urbe olívica consideran que este era un 'problema' salvable, pero a la hora de sumar calificaciones de los baremos, esto perjudicó mucho.
Otro de los aspectos que tenía en su contra la ciudad estaba en su capacidad hotelera. Vigo es una de las grandes ciudades del país en términos de población, pero no tiene tantas habitaciones de hotel disponibles como pueda parecer. Los partidos de un Mundial mueven a miles de personas entre organización y afición y los alojamientos en la ciudad se quedaban escasos. Construir más para solo dos semanas parece una solución irreal.
Así pues, y salvo milagro de última hora que ya nadie espera, Balaídos no acogerá encuentros durante el Mundial 2030. Estuvo cerca (sobre todo por el empeño de su alcalde), pero estos tres puntos acabaron con sus opciones en la carrera que mantenía con otras sedes nacionales. Eso sí, los aficionados del Celta tendrán un estadio totalmente reformado a finales de 2026. Y queda bien ubicada para "ascender", siempre que alguna de las otras sedes designadas tenga algún problema que le impida continuar su carrera mundialista. Es muy complicado que pase porque los compromisos adquiridos (y firmados) son sólidos y es difícil que con seis años de plazo no se cumplan, pero ahí están.