REAL MADRID

Valdebebas descifra a Enzo Alves: no crecerá más, juega como en el jardín de su casa y su asistencia viral la repitió cuatro días antes

El delantero desata la ilusión en La Fábrica, aunque hace unos años no todos esperaban este rendimiento.

Enzo Alves, jugador de la cantera del Real Madrid./@enzoalvesv
Enzo Alves, jugador de la cantera del Real Madrid. @enzoalvesv
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Enzo Alves (15 años) ha revolucionado Valdebebas. Ya había puestas muchas esperanzas en él, pero su debut con el juvenil de Arbeloa ha desatado la euforia. Un mágico tacón que nadie ni en el campo ni en la grada se esperaba sirvió para asistir a un compañero, Navascués, y que este le diese la victoria a los blancos. El hispano-brasileño quema etapas a una velocidad de vertigo y demuestra semana a semana que no es sólo 'el hijo de Marcelo', sino que puede llegar a lo más alto si sigue creciendo.

La jugada, que no tardó en hacerse viral, fue un dèjá vu para Enzo. Se puede decir que estaba ensayada, pues se comentó en el vestuario que cuatro días antes del miniderbi, había dejado un taconazo prácticamente igual con la Selección. Fue con la Sub-17, en un partido contra Austria. España perdía 3-1, pero salió el jugador del Real Madrid para marcar un gol, dar una asistencia y conseguir el empate. Justamente, el pase de gol fue tras una carrera en diagonal y de tacón para que Iker Quintero, del Athletic, marcase. Los técnicos insistieron en que podía replicarse y así se lo trasladaron. Dicho y hecho.

Su ascenso al juvenil, promovido por un Arbeloa necesitado de delanteros y que venía siguiéndolo de cerca, se veía venir en La Fábrica. En los últimos años ha terminado por convencer a todos, pues hay quien creía que su físico -en categorías bajas era el más alto del equipo- marcaba la diferencia. Sin embargo, a su capacidad goleadora le ha sumado una magnífica técnica para jugar de primeras, regatear o controlar la pelota. Digno hijo de su padre...

Lo que sí indican los informes de Valdebebas es que no va a crecer más. Mide en torno a 1,77 centímetros, y quizás pueda ganar algún centímetro en los próximos años, pero ven difícil que supere el 1,80. No quieren que esto sea un obstáculo y ya han empezado a trabajar otros aspectos físicos. Este año, por sus problemas en la espalda, ha trabajado a menudo en el gimnasio y ha ganado mucho cuerpo.

Dos aspectos resultan fundamentales para entender su forma de jugar. El primero, su capacidad de definición. Tiene una facilidad pasmosa para rematar tanto con las dos piernas como con la cabeza. Esta semana ha entrenado con sus nuevos compañeros y algunos, que no habían coincidido con él, han quedado impresionados. El segundo, que juega sin ningún tipo de presión, como si estuviese en el jardín de su casa. Ha debutado con el juvenil contra el Atlético de Madrid con sólo 15 años y nunca ha mostrado nerviosismo.

Se le va a seguir viendo con el juvenil. El cadete A, equipo al que pertenece por ficha, tiene su liga encarrilada y es ahora mucho más necesario para los de Arbeloa, que necesitan ganar los cuatro partidos que le quedan por delante para conseguir la División de Honor. En su primer partido ha demostrado poder aportar, y el técnico ha cogido nota.