La verdad sobre las sedes 2030: decide sólo FIFA, Riazor y Anoeta están en claro riesgo, Valencia entraría por el Metropolitano
Marruecos, Portugal y FIFA prefieren 18 sedes, con 9 para España en vez de 11. Vigo lo tiene difícil aunque el escándalo destapado por 'El Mundo' le da una mínima opción 'política'.

El escándalo por la presunta manipulación de las sedes mundialistas que escogió la Real Federación Españolade Fútbol (RFEF) vuelve a remover el avispero de los estadios elegidos para 2030... y el de los que no lo han sido. Los audios en los que la responsable de la candidatura española, María Tato, da a entender que darán las vueltas necesarias hasta que "todo cuadre" han encendido los ánimos, sobre todo, de Vigo, que aspiraba a entrar entre las 11 elegidas y se terminó quedando fuera.
Por el camino, una rivalidad política entre el alcalde de Vigo, Abel Caballero (PSOE), el ahora presidente de la RFEF, Rafael Louzán, que previamente lo fue de la Diputación de Pontevedra para el partido rival (PP). Caballero siempre ha insistido en que le entreguen los criterios y los baremos por los que su ciudad y Balaídos quedaron fuera. Sin éxito. Lo cierto es que el equipo que gestionó los intereses de la candidatura española fue dramáticamente autónomo en medio de una RFEF descabezada, con un Pedro Rocha pendiente de conseguir mantenerse en el cargo y sin nadie que les prestase demasiada atención. María Tato, Jorge Mowinckel, Fernando Sanz y Chema Timón, apoyados por algunos trabajadores más, llevaron como pudieron las negociaciones con Marruecos y Portugal, en muchos casos sembrando la discordia (sobre todo) entre ellos y también con el resto de países.
Los audios desvelados por El Mundo reflejan una arbitraria forma de expresarse, al menos sospechosa, por parte de María Tato al enfocar las puntuaciones: "Vamos a meter valores... hasta que nos cuadre". Ella es, por cierto, la única de este equipo que sigue trabajando en la RFEF, a pesar de que varios medios la incluyeron en el paquete de despidos que se llevó por delante tanto a Fernando Sanz, Timón, Mowinckel y Joana Soares (la otra persona que se escucha en los audios). Al parecer, la idea inicial era que ella también dejase su puesto, como el resto, pero algo hizo que esa decisión quedase en suspenso temporalmente.
En este momento, todo lo que concierne al Mundial está ya en manos de FIFA, que es la única que va a decidir. El trabajo de la candidatura terminó con la entrega del Bid Book (libro que resume todas las características de cada sede que se elaboró entre España, Portugal y Marruecos). Pero en el momento en el que se grabaron esos audios no.
La RFEF ahí sí podía decidir y ser más o menos permeable a las presiones del Gobierno y de las ciudades en concreto. Louzán no era presidente en aquel momento, pero sí que ejercía como una especie de enlace necesario con Pedro Rocha, ausente de casi cualquier decisión. Era el barón con más poder de todos y el que terminó por arrasar en las elecciones a la presidencia poco después. Está por ver hasta dónde puede llegar su responsabilidad en lo que a manejar ese tipo de información y correos con María Tato, de confirmarse todo lo publicado por El Mundo, aunque no parece que tomase parte activa en ningún tipo de decisión y las presiones que pudiera haber en su momento llegaron mucho más de políticos que de forma interna de dentro de la casa.
¿Y qué va a pasar entonces con las sedes? Ahora mismo está todo igual. Veinte estadios: 11 para España, seis para Marruecos y tres para Portugal. La realidad es que tanto Marruecos como Portugal querían ceñirse al plan inicial de 18 sedes, con nueve para España, pero cedieron (temporalmente) a que la RFEF presentase 11. Se negaron rotundamente, eso sí, cuando María Tato, Fernando Sanz y Mowinckel (apoyados y presionados por el Gobierno) se presentaron a la última reunión celebrada en Marruecos intentando meter dos más (Vigo y Valencia). Y esta maniobra enfureció sobre todo a los marroquíes. No lo consiguieron y se quedaron en 11... por el momento.
Ahora está todo en manos de FIFA. Por supuesto que cualquier sede puede renunciar y se adaptaría todo el proceso. Salir alguna y entrar otra. El máximo organismo del fútbol mundial no puede estar, en este momento, más lejos de esa conversación teniendo como tiene un Mundial de Clubes este verano y una Copa del Mundo en 2026. Si alguna se cae en estos meses, será por voluntad propia, porque el Mundial de 2030 todavía está en pañales para FIFA.
¿Y cuales tienen más pinta de caerse? Desde luego Riazor ha tenido problemas desde el primer momento entre el Deportivo y el ayuntamiento de la ciudad. Parece la que más opciones tiene de quedarse por el camino. Y no tendría que ser sustituida porque acercaría al objetivo de ser solamente 18 sedes.
Tal y como adelantó Relevo, el Atlético de Madrid está valorando renunciar a su plaza como sede mundialista en favor de Valencia. Es dueño de su propio estadio, perdería un montón de dinero en temporada alta de conciertos cediéndolo dos meses a FIFA y, además, tendría siempre peores partidos que su vecino, el Santiago Bernabéu. El club rojiblanco se ha mostrado siempre muy dispuesto a colaborar con el proyecto de reconstrucción de Valencia después de la DANA, que culmina con su declaración oficial como sede mundialista. En una comida privada el propio Miguel Ángel Gil se lo ofreció a Louzán, quien posteriormente confirmó en Valencia esta información desvelada por Relevo.
Anoeta también tiene algunos problemas, por extraño que pudiera parecer, con la capacidad hotelera que pide FIFA. Además, tal y como le ocurre al Atlético de Madrid, cedérselo a FIFA durante dos meses no es ninguna maravilla en el plano económico para el club donostiarra. Es otro de los firmes candidatos, junto con Riazor, a desaparecer de la nómina final de sedes de aquí a 2030 si finalmente FIFA impone que sean 18 estadios en lugar de 20.
¿Y Vigo? Pues lo tiene muy difícil. De hecho, antes de todo este escándalo desvelado por Esteban Urreiztieta en El Mundo, la realidad es que ya estaban empezando a pasar página y a olvidar sus pretensiones. Convertir Balaídos en sede mundialista exigía una obra importante de reforma en el estadio mientras que en Anoeta valía con sumar apenas mil localidades más. Esta es la razón por la que el estadio donostiarra terminó por delante en los baremos, más allá de presiones políticas y posibles tejemanejes de María Tato o de su equipos.
Ahora, aunque sólo sea por una cuestión de integridad, la RFEF asegura haber iniciado una investigación interna para depurar responsabilidades con lo ocurrido y mostrar la transparencia que no quisieron antes de la publicación de estos audios. Vigo, que dejó de estar en la conversación hace meses, volverá a jugar sus bazas y a estar en la pelea por si alguna otra sede se cae o tiene problemas de financiación.