FÚTBOL

La victoria más importante de la Donosti Cup: "Ha sido como abrir un mundo nuevo para ellos"

Los integrantes del Burj AlLuqLuq de Jerusalén han vivido "unos días inolvidables" en una Donosti Cup que ha bajado el telón coronando a sus campeones.

El Burj AlLuqLuq de Jerusalén, con la Bahía de La Concha, de fondo. /Relevo
El Burj AlLuqLuq de Jerusalén, con la Bahía de La Concha, de fondo. Relevo
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

El Reale Arena, desde las 10 de la mañana, ha sido el escenario de las finales de una nueva edición de la Donosti Cup. Sobre el verde en el que habitualmente se desempeñan los jugadores de la Real Sociedad, hoy, muchos de los futbolistas que han tomado parte e la edición más numerosa en la historia de este torneo, se han sentido jugadores a las órdenes de Imanol Alguacil viviendo su momento de gloria. Pero no todo han sido alegrías. También ha habido espacio para las lágrimas, las que se desprendían de los ojos de los perdedores, conscientes de la oportunidad perdida.

El Aravaca Soccer Selection celebra su victoria en la Donosti Cup. Relevo

No muy lejos del santuario blanquiazul, otro grupo de futbolistas, ajenos a lo que sucedía sobre el verde de Anoeta, disputaban una final muy particular, la de su último día, disfrutando de una libertad que no tendrán en su regreso a casa. Se trata de los jugadores del Burj AlLuqLuq de Jerusalén, el equipo palestino que ha tomado parte en una edición tan especial. Mañana vuelven, por decirlo de alguna manera, a su hogar, con todo lo que eso supone. Se han despedido de la capital guipuzcoana visitando el Monte Urgull y la playa de La Concha, pero sobre todo lo hacen agradecidos por el cariño recibido en esta semana de competición.

El Burj AlLuqLuq es un equipo perteneciente a la asociación cultural del mismo nombre y tiene sus raíces profundamente arraigadas en la comunidad de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Fundada en 1991 como respuesta a las amenazas y ataques a la identidad palestina, la asociación se ha convertido en un faro de esperanza para los residentes locales, brindando servicios esenciales y programas de desarrollo para más de 50.000 palestinos. El equipo palestino ha mostrado un espíritu de lucha y esperanza de un pueblo que vive sus días más tristes. Desde la creación de la Donosti Cup, allá por 1992, en total ha sido seis los equipos palestinos que han participado en el torneo (Champions Club, Al-Bustan, Not to Forget Jenin Camp, Rawahel Charitable Society, Al Helal SC y el propio Burj AlLuqLuq) y, entre todos, suman 13 participaciones. En un momento tan complicado como el que vive el pueblo palestino, el torneo ha significado, tal y como reconoce Muntaser Edkaidek, su delegado, una válvula de escape para todos los integrantes de este equipo.

El Burj AlLuqLuq celebra la victoria. Relevo

"Es la primera vez que la mayoría de estos niños viajan desde Palestina a Europa y es la primera vez que participan en un gran torneo internacional como este. Ha sido como abrir un mundo nuevo para ellos. Uno de los sueños que ellos tenían era viajar, ver el mundo y descubrirlo. Y es una gran, digamos, cosa nueva para ellos, porque han jugado contra diferentes jugadores, diferentes culturas, han escuchado diferentes lenguas y han visto un estilo de vida diferente", relata para Relevo Muntaser Edkaidek.

El fútbol era lo de menos. Lo importante es darles una tregua a los más pequeños lejos del genocidio que su pueblo está viviendo en estos momentos. "Es la oportunidad de sus vidas", proclama Muntaser, que sufre por el trato que están recibiendo los niños. "La situación es muy mala", advierte, sobre todo porque "los israelíes están tratando a los niños como si fueran adultos. Los están atacando indiscriminadamente y los están deteniendo, sin ninguna razón, por el simple hecho de ser palestinos. Más de la mitad de los futbolistas del equipo ya han estado en la cárcel y son niños. Les interrogan sin motivos. Al ejército de Israel no les importa que sean niños. Solo les importa decir que están haciendo su trabajo y que intentan mantener a los israelíes a salvo. Les tratan como animales", critica abiertamente. Por este motivo, poder haber tenido la oportunidad de jugar un torneo como la Donosti Cup ha sido "una liberación", más que nada porque "hemos venido a un lugar en el que no hay chequeos, no hay soldados israelís y, lo más importante, no hay miedo. Ha sido una época de libertad porque han podido ir de lado a lado sin que nadie les pregunte, sin que haya soldados, sin que nadie les pare", significa el delegado de la expedición palestina, que mañana mismo emprenderán el camino de regreso después de "una semana inolvidable".

"Hemos venido a un lugar en el que no hay chequeos, no hay soldados israelís y, lo más importante, no hay miedo. Ha sido una época de libertad porque han podido ir de lado a lado sin que nadie les pare"

Muntaser Edkaidek Delegado del Burj AlLuqLuq

El agradecimiento es grande. "Estamos muy felices por el apoyo recibido. Es algo que nos emociona. Estamos muy agradecidos con la gente vasca como con la gente española y con sus gobiernos, porque todos apoyan a Palestina", asegura con orgullo.

Risas y lágrimas a partes iguales

La Donosti Cup ha cerrado el telón coronando a los campeones de su edición número 32. Lo ha hecho a lo grande con una jornada inolvidable para todos los participantes, sobre todo para los ganadores y que han podido vivir su momento de gloria, como el que ha protagonizado Nicolás Molina, delantero argentino el Zuatzu, que ha sido premiado por el ser el autor el tanto más bonito de la competición. No está mal en una competición en el que se han anotado más de 5.000 tantos. El ariete no cabía en sí de alegría al subir al podido para recoger el premio. Como buen argentino, lo hizo enfundado con la bandera de su país. "Es un gran logro para toda mi carrera. Me estuve esforzando. Se siente bien porque fue un gol en el último minuto para ganar el partido", sostiene uno de los futbolistas integrantes el equipo que ha dirigido durante estos días Xabi Alonso.

Nico Medina habla de Leo Messi, su ídolo. Relevo

Fue un tanto que sirvió para que el conjunto donostiarra se impusiera por la mínima al Apollon Halandriou FC en las postrimerías el duelo disputado en el campo de Puio. "Gracias a ese gol pudimos pasar a la fase buena y, aunque perdimos, fue un momento muy bonito para mí", destaca el futbolista, seguidor confeso de Messi y que a partir de ahora podrá ver las semifinales y la posible final de la Copa América. "Los cuartos nos los pude ver porque jugaba al día siguiente y tenía que estar concentrado. Ahora espero poder ver las semifinales y la final y disfrutarla, y, sobre todo ganarla", desea Molina para quien el astro argentino es "el mejor del mundo. Es más que un ídolo, es un Dios. No solo para los argentinos, sino para todos a los que le guste el fútbol y el deporte. Aparte de ser un fuera de serie, es una persona que entrenó toda su vida y se esforzó siempre para llegar a donde está", sostiene.

Junto a Nico Medina también vivieron su pequeño momento de gloria Diego Suela, elegido mejor portero del torneo, y que contribuyó de manera decisiva en la victoria de su equipo, el Aravaca Soccer Selection, tras una interminable tanda de penaltis; Theo Maldiney, del FC Mougins, máximo goleador de la Donosti Cup con 14 goles e Iker Rico, del Igeltegi, autor de la mejor parada de la competición.