El día de 'San Vinicius', el fútbol en general y el Real Madrid en particular le echaron de menos allí donde marca las diferencias, sobre el césped de un terreno de juego.Vini en la bocana de vestuario sin pisar el césped. Vini en las camisetas de sus compañeros de fatigas y también en las del equipo femenino y en las del equipo de baloncesto. Vini en una pancarta gigante. Vini en los videomarcadores del estadio. Vini en el palco de honor a la diestra de Florentino Pérez. Vini omnipresente... en todos los sitios, menos donde tenía que estar porque, realmente, en los últimos tiempos, los partidos del equipo blanco son lo que quiere y pergeña el brasileño. Si me apuran, Vinicius, Courtois y nueve más.
¡Qué peñazo es el fútbol cuando no hay nada en juego! Y más si, encima, no juega el susodicho. Tarde-noche de bostezo largo en el Bernabéu. Hasta el Rayo, voluntarioso y ambicioso de principio, se acomodó al ritmo cansino de los de Ancelotti y acabó andando y derrotado por no haber sido un poco más ambicioso. En el carrusel de cambios en el que se han convertido estos últimos intrascendentes encuentros, el técnico italiano tiró más de los titulares que de los no habituales, pero solo Rodrygo se lo tomó en serio. Y, si acaso, Ceballos en los 30 minutos que jugó.
Rumboso Rodrygo. Posiblemente porque le tocaba jugar en la posición de Vinicius, intentó por un día ser los más Vinicius posible. Pero sin olvidar sus propias cualidades. Que las tiene y muchas sin entrar en comparaciones. Posiblemente, también, porque sea el compañero más identificado con la situación que se vive y quería venerar esa banda izquierda por la que cabalga su amigo.
La evolución futbolística de Rodrygo es una de las mejores noticias que ha dado la temporada al equipo blanco. En lo que va de curso ha marcado 17 tantos, casi los mismos que en las tres temporadas anteriores (18) y, además, ha dado 11 pases de gol. Desde la banda del '20', el '21' dejó detalles de su infinita calidad, golazo incluido. Dicen los que le conocen que esa es la posición de salida es la que más le gusta, en la que más disfruta. Arrancando desde la izquierda, incluso más que la de mediapunta. Desde ahí, su horizonte de ataque se multiplica y su sentido de la profundidad parece ampliarse. Su juego parece más natural, menos forzado.
En espera de que finalmente el Real Madrid pueda fichar un delantero que discuta con ciertas garantías la titularidad a Benzema, Rodrygo se presenta como el mejor candidato al puesto. A su favor cuenta con el bagaje adquirido y con la total confianza del que también debería ser su entrenador la temporada próxima, que no dudó en ponerle de titular en el partido más importante del curso, el del Etihad de la semana pasada. Por su parte, el jugador ya ha demostrado, sobradamente, que cuanto más cerca del área juegue, más goles marcará. Tiene intuición y el remate no le esconde secretos.
