MARRUECOS

Rastreando el efecto Brahim en Marruecos y un cambio de película con Walid Regragui

Las primeras actuaciones de Brahim muestran la idea que tiene el seleccionador marroquí para el atacante.

Regragui abraza a Brahim. /EFE
Regragui abraza a Brahim. EFE
Miguel Ruiz

Miguel Ruiz

Después del conflicto que supuso la decisión de Brahim Díaz a la hora de elegir con qué selección jugaría, entre España y Marruecos, la elección por la selección africana nos lleva a debatir sobre el rol que puede tener en la cabeza su seleccionador, Walid Regragui. A la cabeza de un proyecto que quiere sentar las bases que le llevaron a ser la gran sorpresa del Mundial de Catar 2022 y olvidar la mala imagen en la Copa África 2023, la figura del jugador del Real Madrid puede ser clave por características y polivalencia.

Le han dado la '10', pero no parece sólo un gesto con un jugador deseado. "Para que vengan a Marruecos, había que convencerles, y para hacerlo fue simple: proponerles el proyecto de un país que tiene la ambición", comentaba el seleccionador. Su rol en Marruecos parece transitar por la zona de la frontal, siendo el encargado de hilvanar jugadas para una selección que ha echado siempre en falta algo de talento en zona de tres cuartos. Su calidad le permite ser un baluarte ofensivo como conexión entre el centro del campo, la sala de máquinas, y la delantera, la zona de finalización. Gustándole los espacios, pero con tendencia y habilidad para medirse sin ellos, Brahim ha encontrado en Marruecos la libertad por la que suspiran todos los mediapuntas del mundo.

"Ha estado tres días con los jugadores y necesitaba encontrar más conexión, aunque ya se ven cosas"

Walid Regragui Seleccionador de Marruecos

Un rol que no le es desconocido, pero que sí le ha esquivado a lo largo de su carrera, demasiadas veces teniendo que adaptarse a un esquema y no al revés. Un argumento más para entender que Marruecos quiere construir una selección competitiva en torno al jugador madridista, que verá diferencias claras entre el rol que ha tenido en estos meses en el equipo de Ancelotti y el que puede pedirle Regragui.

En los partidos ante Angola y Mauritania, los dos primeros partidos en los que participó con la camiseta de Marruecos, el nuevo '10' marroquí hizo las veces de enganche casi en todo momento, conectando jugadas en zonas intermedias, facilitando la incursión de sus compañeros por banda, encontrándolos al espacio, y siendo pieza clave en la búsqueda de espacios en el área. Bien con el 1-4-3-3, siendo interior ofensivo con libertad de transitar en diferentes zonas, o en un 1-4-2-3-1, siendo el eje central como mediapunta, Brahim Díaz es la clave ofensiva de una Marruecos que quiere construir juego a partir de su habilidad.

Brahim habla para Relevo tras su debut en Marruecos. RELEVO

Cubriendo necesidades y ausencias

A pesar de que su polivalencia podía ser un recurso más que destacado para que funcionara como reemplazo de garantías para jugadores que han ido perdiendo peso, como el destacado Boufal, la sensación es que no está planteado que Brahim Díaz sea el comodín que ha sido en otros contextos.

Si en el Real Madrid su rol ha bebido un poco de esa circunstancia, la sensación es que en Marruecos quieren hacer un equipo que pueda respirar ofensivamente a partir de su capacidad para enlazar entre líneas, valiéndose de su capacidad para regatear, conducir y encontrar el hueco con el pase. Brahim Díaz es una pieza que Marruecos no tenía al nivel de lo que puede aportar el jugador del Madrid.

La polivalencia de Brahim Díaz, clave

Brahim Díaz ha bailado a lo largo de su carrera por diferentes posiciones, lo que le ha causado muchas dificultades a menudo para asentarse en un rol que convenciera a sus técnicos. Su periodo de más estabilidad y presencia, precisamente en el Milan campeón de la Serie A en la temporada 2021/2022 con Pioli a los mandos, actuando precisamente como un mediapunta escorado y con mucha libertad de movimientos.

Y a pesar de todo, Brahim ha pasado por diversas realidades a lo largo de toda su carrera. Cabe destacar que el jugador, que comenzó su carrera en el fútbol base del Málaga, ha aparecido en diversos partidos como extremo en ambas bandas, interior, mediapunta e incluso haciendo las veces de referencia ofensiva, jugando como falso '9'.

Parece que en Marruecos cambiará la película para Brahim, que a pesar de tener que afianzar su peso y conexión con los nuevos compañeros en la selección africana, puede ser un catalizador formidable para los objetivos de Marruecos en los próximos retos y servir para que el propio futbolista encuentre su rol ideal rodeado del talento que decora actualmente la plantilla de Walid Regragui.