FC BARCELONA

Xavi, una marcha atrás que arrancó al mes de anunciar que se iría el 30 de junio

Apenas unas semanas después de su decisión ante el Villarreal, ya trascendió que el técnico podía rectificar su decisión.

Xavi levanta el pulgar en señal de aprobación antes de un partido contra el Celta. /EFE
Xavi levanta el pulgar en señal de aprobación antes de un partido contra el Celta. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Xavi Hernández continuará como entrenador del Barcelona hasta 2025 después de un miércoles esperpéntico en Barcelona, con una primera cumbre entre él y Deco, director deportivo, en la Ciudad Deportiva, y después un cónclave en la casa de Joan Laporta en Avenida Diagonal, cerca del Camp Nou, con presencia de Alejandro Echevarría, consejero y excuñado del presidente, Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y el técnico y el director deportivo. Luego llegaron Bojan Krkic y Enric Masip, la gente próxima al presidente.

La marcha atrás de Xavi, quien había asegurado el 27 de enero después de perder 3-5 ante el Villarreal que dejaría la entidad el 30 de junio, empezó a gestarse en febrero. Apenas un mes después de que anunciara su adiós irrevocable ya llegaron los primeros rumores de que el técnico de Terrassa podía dar marcha atrás, aunque no parecían sólidos fuera del entorno más próximo de la entidad teniendo en cuenta su firmeza en las declaraciones y la deriva de un Barcelona que ya había perdido la Supercopa de España, la Copa del Rey y veía cómo el título de Liga estaba difícil.

El rumor empezó a convertirse en realidad cuando en una conferencia de prensa el 2 de marzo el técnico azulgrana matizó y dijo que "a día de hoy" la decisión era la misma. Desde aquel momento el rumor cobró más fuerza cuando la propia directiva empezó a manifestar, por medio de Deco y de Joan Laporta, que esperaban que el técnico pudiera reconsiderar su decisión. Se filtraron nombres de próximos entrenadores, de De Zerbi a Hans Flick, quien incluso estuvo en boca de Laporta en la entrevista que concedió al club a finales de marzo en Barça One: "Pini Zhavi me insiste en Flick".

Del "ahora entrenamos mejor" al apoyo del vestuario

Mientras tanto, jugadores como Robert Lewandowski comentaron el 17 de marzo después de ganar 0-3 al Atlético ante los medios que "ahora entrenamos mejor" (matizó de que hacía referencia a que con menos calendario había más tiempo para entrenar) y el técnico insistió en que el equipo estaba más "liberado" después de su decisión. Los jugadores también hablaban delante de los micrófonos que esperaban que el técnico reconsiderase su decisión.

El paso a los cuartos de final de la Champions y la mejora de rendimiento del equipo en la Liga, ya que los azulgrana solo han perdido dos partidos después de la decisión de Xavi de irse (ante PSG y Real Madrid), han respaldado a un técnico que siguió deshojando la margarita sin ser claro pese a su contundencia el 27 de enero. Ya se intuía que estaría dispuesto a escuchar los cantos de sirena del club, mermado económicamente también para comprometerse ahora con un entrenador de fuera.

Mientras Rafa Márquez se posicionaba como la única opción para suplir a Xavi, avalado principalmente por Deco, las opciones de que el de Terrassa continuaran crecieron a partir del lunes y pese a la eliminación en Champions y a que el Real Madrid estaba más cerca en la Liga cuando Xavi anunció que se iba (10 puntos) que ahora se ha confirmado la continuidad (11)

De los problemas de salud mental al calor de Laporta

Xavi, que puso dos escenarios para irse del Barça y aludió problemas de salud mental para tomar esta decisión, ha decidido finalmente continuar y cumplir su contrato. El técnico se siente respaldado por los pesos pesados de la plantilla, ha encontrado una ilusión en jóvenes que él ha hecho debutar, como Lamine Yamal y Pau Cubarsí, y nota el calor del presidente y de su núcleo duro pese a que haya algunas opiniones contrarias.

Una marcha atrás que empezó a fraguarse al mes de su anuncio y que alimenta la teoría de la improvisación del técnico, que se encontraba entre la espada y la pared, después de perder dos títulos en diez días y de la mala racha de su equipo. Aquel temor o colapso ha desaparecido. Y Xavi se ha desdicho.