Lo que esconde el abrazo entre Iker Bravo y Arbeloa: "Puede darnos la Youth League"

El juvenil del Real Madrid selló su clasificación a octavos de la UEFA Youth League como primero de grupo superando a Union Berlin en tierras alemanas. Dos goles, uno en el primer periodo y otro en el segundo, sirvieron para conseguir el triunfo y para evitar a varios cocos de la competición como Salzburgo o Milan. Los dos tantos los marcó Iker Bravo, quien empieza a recuperar el tono físico y, sobre todo, la confianza que hace no mucho lo colocaban como uno de los canteranos más prometedores del fútbol español.

Abrió el marcador tras controlar un buen balón interior de Yusi y con una definición de puro killer, con el exterior del pie derecho. Todo a máxima velocidad. El segundo, a pase de Fortea, con un remate de primeras cruzando la pelota. El primero de ellos tuvo dedicatoria: en cuanto anotó, corrió a la banda y se fue a por Arbeloa, fundiéndose en un abrazo. Después, el técnico publicó una foto en sus redes del momento. "¡A por más, bestia!", firmaba.

Pero, ¿por qué Iker se acordó de su entrenador en un momento así? El delantero viene de pasar sus peores semanas desde que llegó al Real Madrid. A principio de temporada pidió bajar con el juvenil para jugar más a menudo y volver a sentirse importante, pero el plan no estaba funcionando. Había quedado relegado al banquillo y, aunque nunca tiró la toalla, empezaba a ver muy difícil triunfar en el conjunto blanco. El peor momento llegó cuando, contra el Valladolid, acabó expulsado y el equipo perdió 3-1. Se marchó llorando de Pucela.

Cuando miembros de peso de la cantera empezaban a plantearse la posibilidad de romper la cesión en enero, Iker encontró en Arbeloa un apoyo. El de Salamanca siempre ha confiado en su talento y, aunque sabe que le falta maduración para el más alto nivel, le ve diferencial a nivel juvenil. "Nos puede dar la Youth League", comentó a personas cercanas. Además, valoró mucho que pidiese perdón al vestuario tras su metedura de pata en Valladolid.

El catalán vive su segundo año en Madrid. Llegó desde Leverkusen en verano de 2022 y en abril decidieron alargar el préstamo una temporada más a pesar de que con Raúl las opciones de contar con minutos eran mínimas. La forma de jugar del entrenador del Castilla pide a otro tipo de delanteros y, aún más importante, nunca congenió con el carácter del nueve, aunque valora mucho su calidad. Por ello, el propio Iker pidió bajar al juvenil.

Recientemente ha cambiado algunos de sus hábitos. Una mejor alimentación y más trabajo en casa. Todo ello respaldado por un entorno que está poniendo de su parte para que saque su mejor versión. Ellos también notan que le falta ese punto de maduración clave para dar el salto al profesionalismo y confían en que su gen competitivo le permita cambiar. Ahora le toca a él mantener el nivel. No aflojar y seguir a este ritmo. Por suerte para él, contará con la complicidad de Arbeloa.