Un Niño que recuerda a Torres y que ganó 10 kilos de músculo
El Juvenil del Atlético se juega el pase a la Final Four de Nyon ante el Milan.

Se llama Adrián Niño Heredia (19 de junio de 2004, Rota) y acapara todos los focos del Juvenil A de Fernando Torres, que hoy se juega en Milán (16:00 horas, UEFA TV y M+ #Vamos) meterse por segunda vez en su historia, y de manera consecutiva, en la Final Four de la Youth League. Casualidades de la vida y más de 20 años después, en el Atlético vuelve a sonar con fuerza un nombre mágico, Niño, esta vez como apellido y no como mote. Tan apasionante como peligroso. Que se le suban sus extraordinarios números (36 goles en 32 partidos) a la cabeza. Por eso, tras el partido en el Metropolitano ante el Genk donde logró su octava diana en siete encuentros de la máxima competición europea (ningún jugador había logrado antes marcar en todos los partidos de la fase de grupos), le llegó un mensaje a su teléfono móvil cuando empezó presumir de récords que no habían alcanzando ni Haaland, ni Mbappé, ni Joao Félix, ni Rashford, ni Sané... "Tú récord debe ser cada día entrenar mejor", le dijeron desde su entorno, donde le recuerdan que durante todos los años por la residencia del Atlético pasan muchos chavales con condiciones muy buenas, pero pocos dejan huella...
La vida de Adri dio un giro radical el 28 de febrero de 2020, con la celebración de un torneo provincial con motivo del Día de Andalucía. Era un futbolista que no se le podía escapar al gaditano Natanael Cano, más conocido como Canito, encargado de las categorías pre-élite de fútbol 11 en el Atlético de Madrid. El ahora delantero del Juvenil A militaba en el Cadete del Sanluqueño, donde ya había llamado la atención de clubes como Sevilla o Betis. Pero el Atlético, justo antes de que se desencadenara la pandemia mundial por la COVID en 2020, fue el primero en lanzarse a por el joven jugador. "Llamaba mucho la atención. Se veía que tenía una talla y potencial que iba a dar que hablar. Era del tipo Castillejo o Di María, estirado y con las piernas muy finitas", cuentan desde su ciudad natal, Rota. Desde su llegada a Madrid, en 2020, ha ganado 10 kilos de músculo.
Su padre, Antonio (taxista), y su madre, María Dolores, apoyaron a su hijo en la decisión de mudarse a la capital para vivir en la residencia rojiblanca, aún con todas las medidas restrictivas e incertidumbre que se vivía por aquel entonces por la COVID. Él cumplió sobre el césped y con los estudios, ya que aprobó el Bachillerato a la primera (y con buenas notas) para tomarse este curso un pequeño paréntesis con los libros (se plantea estudiar INEF o algo similar para el próximo) en su primer año fuera ya de la residencia (ahora vive en un piso con Dani Martínez, capitán del equipo, y acaba de aprobar el teórico de conducir). Hace un mes se hizo oficial su renovación hasta junio de 2027 (tenía contrato hasta 2024), en medio de una tormenta en ciernes entre las canteras del Atlético y el Real Madrid, y también fue convocado por la Selección Española Sub-19, así como para algún entrenamiento a las órdenes del Cholo.
Su momento de forma se debe a la pizarra de Fernando Torres y Ricardo Ortega, que introdujeron un cambio clave para su carrera. Pasó este año de jugar de extremo a delantero centro, lo que le ha permitido dar un salto cualitativo en su carrera (no superaba la treintena de goles desde su época de alevín con el Cádiz, donde alcanzó 51) y en una plantilla donde destacan delanteros como Abde Raihani (21 tantos), Paco Esteban (8) o Marcos Denia (6). Pero la competencia en un club como el Atlético de Madrid es bárbara. En el filial aparecen arietes como Carlos Martín, Bri o Dani González (cedido por el Albacete); y cedidos en otros equipos de superior categoría como Camello (Rayo), Giuliano Simeone (Zaragoza), Mollejo (Zaragoza) o Borja Garcés (Tenerife). El escaparate de la Youth League es un auténtico caramelo, más si cabe después de la eliminación del primer equipo de la Champions League, que propició que el pasado 1 de marzo se dieran cita 11.503 espectadores en el Metropolitano (en lugar de jugar en su campo habitual, en el Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares).
El obstáculo para los niños del Niño (Torres) se llama AC Milan, dirigido por Ignazio Abate, exlateral del equipo rossoneri que compartió vestuario con Fernando Torres (los italianos se han colado por primera vez en su historia entre los ocho mejores de la competición después de vencer en octavos al FC Rukh Lviv ucraniano). Si los rojiblancos sueñan con la hazaña de convertirse en el único equipo en repetir Final Four de manera consecutiva es por la experiencia de los Iturbe, Kostis, Gismera, El Jebari o Boñar. Esta temporada hay pique con el Juvenil del Real Madrid, dirigido por Arbeloa. Se encuentran igualados a 63 puntos en el grupo V de División de Honor (se antoja como decisivo el derbi del próximo 23 de abril, en Valdebebas, después del 0-0 de la ida) y los blancos aparecen en el cuadro de los cuartos de final de la Youth como el otro representante español (se miden contra el AZ). El Niño, por el jugador y el entrenador, es el nombre que no para de repetirse estos días, pero el Juvenil A sólo pasará a la historia si sigue compitiendo como un equipo...