GOLF

Ángel Cabrera y su camino a la cárcel con la chaqueta verde del Masters de Augusta

El argentino no disputará la presente edición al estar cumpliendo condena por violencia de género. Podría volver en 2024.

Ángel Cabrera, en 2009, tras ganar el Masters de Augusta. /Reuters
Ángel Cabrera, en 2009, tras ganar el Masters de Augusta. Reuters
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El domingo 12 de abril de 2009 el mundo del golf abría un nuevo capítulo en su legendaria histórica. Aquel día, el argentino Ángel Cabrera vencía el prestigioso Masters de Augusta y se convertía en el primer jugador sudamericano en lucir la famosa chaqueta verde. Era su segundo major tras haber conquistado el US Open dos años antes. Durante toda esa década, 'El Pato' estaba considerado como uno de los mejores golfistas del PGA Tour y su victoria en Georgia le permitía poder participar en el torneo de por vida, algo que no dejó de hacer hasta 2019. Esta semana tampoco jugará y el principal motivo es que su caída a los infiernos le ha llevado a la cárcel.

La vida del argentino no fue sencilla. Criado en una familia humilde de Córdoba, sus padres se separaron cuando él apenas tenía cuatro años de edad, y en ese momento se tuvo que ir a vivir con su abuela paterna. Allí vivió su adolescencia, antes de iniciar con 16 años una relación con una vecina 12 años mayor que él con la que tuvo dos hijos. Antes, se hizo caddie en el club de su ciudad y allí aprendió a jugar al golf, su gran pasión. Y cuando parecía que tenía una vida tranquila y acomodada, lejos de las dificultades que tuvo que afrontar durante sus primeros pasos, todo se torció en 2021.

Cabrera fue detenido en enero de ese año en Río de Janeiro tras pesar sobre él una orden de busca y captura de la Interpol. En una prisión de Brasil se pasó los siguientes seis meses antes de que fuese extraditado hacia Argentina, donde le esperaba la penitenciaría de Bouwer.

A finales de 2021, fue condenado a dos años de prisión por violencia de género contra una de sus exparejas, Cecilia Torres. Durante el juicio quedaron probadas las agresiones tras la declaración de varios testigos oculares así como las grabaciones de varias cámaras de vigilancia. Pero su caída hacia el infierno todavía iba a ser mayor.

En 2022, el golfista sudamericano también fue declarado culpable por el mismo motivo contra otra de sus exparejas, en este caso Micaela Escudero, con lo que los tribunales le condenaron a 28 meses más de cárcel que está cumpliendo en la actualidad. Su reacción a la segunda sentencia no tuvo nada que ver respecto a la primera. "Muchos dicen que la cárcel es mala, pero no es así; a mí la cárcel me hizo bien", manifestó Cabrera durante el juicio.

José María Olazábal y Ángel Cabrera, en 2018.  Reuters
José María Olazábal y Ángel Cabrera, en 2018. Reuters

Trasladado a finales de año al establecimiento penitenciario N° 4, una colonia abierta radicada en Monte Cristo, su abogado declaró recientemente que el argentino podría obtener la libertad condicional el próximo verano si mantiene una buena conducta. Su foto sigue apareciendo en la pared de campeones del Augusta National, donde todos aquellos que se han puesto alguna vez una chaqueta verde disfrutarán de una cena conmemorativa la noche antes del inicio del torneo. La de Cabrera se la deberán llevar a la cárcel.