GOLF

Ángel Cabrera, el talento caído del golf que no pudo cenar esta semana con Jon Rahm

El argentino no participará en el Masters de Augusta que arranca hoy por su imposibilidad de ingresar a los Estados Unidos, pero maquina su vuelta en 2025.

Ángel Cabrera, en el Masters de Augusta del año 2013. /AFP
Ángel Cabrera, en el Masters de Augusta del año 2013. AFP
Sebastián Fest

Sebastián Fest

Buenos Aires.- El talento y el éxito deportivos no se traducen automáticamente en una buena vida. O en ser una persona intachable. Lo sabe bien el argentino Cabrera, abandonado por su padre y criado por su abuela en condiciones muy humildes hasta convertirse en un enorme talento del golf, campeón del US Open, campeón de Augusta y protagonista de un desempate en ese mismo Masters en 2013.

Un elegido, un ex número nueve del ranking mundial que se midió con éxito, desde Tiger Woods para abajo, a todos los grandes de su época.

  • Año 2007: Ángel Cabrera gana el US Open.
  • Año 2009: Ángel Cabrera gana el Masters de Augusta.
  • Año 2017: Una expareja lo denuncia por violencia de género.
  • Año 2018: Otra expareja lo denuncia por violencia de género.
  • Año 2020: Ángel Cabrera está prófugo en Brasil, con pedido de captura en Interpol por los delitos de «coacción, lesiones leves, amenazas y desobediencia a la autoridad».
  • Año 2021: Ángel Cabrera duerme sobre el cemento en una prisión de Río de Janeiro.
  • Año 2023: Ángel Cabrera recupera la libertad en Argentina tras 32 meses en prisión.
  • Año 2024: Ángel Cabrera quiere jugar el Masters y tiene la invitación para hacerlo, pero algo se lo impide.

Cabrera vive hoy nuevamente en Argentina junto a su actual pareja, Yamila Farías, y su pequeño hijo Felipe, de poco más de un año, concebido y nacido mientras estaba aún en prisión.

El argentino había sido invitado a cenar este martes por un español. El menú no estaba nada mal, no se iba a quedar con hambre: ibéricos, idiazábal con trufa negra, tortilla de patatas, chistorra con patatas, lentejas estofadas, croquetas de pollo. Esto, solo para comenzar. Los platos principales incluían ensalada de txangurro, chuletón a la parrilla y rodaballo al pil-pil, con milhojas de crema y nata como postre.

Era el menú elegido por Jon Rahm, campeón de Augusta 2023, continuidad de una tradición iniciada en 1952 por Ben Hogan: el último campeón invita a todos los anteriores campeones a una cena antes del inicio del torneo, uno de los dos más importantes del mundo, o el más importante, según a quién se le pregunte.

Dieciséis de los 17 anteriores campeones vivos estuvieron en la cena, salvo Cabrera, que a los 54 años está retomando su carrera de golfista, pero que tiene vedado el ingreso a Estados Unidos, la gran meca del golf mundial y el escenario de sus mayores éxitos.

No era lo que pensaba en diciembre de 2023 cuando le reveló a "La Nación" sus planes: "La semana que viene voy a la Embajada de Estados Unidos para ver si me renuevan la visa; la tengo vigente, pero se me vence en marzo. Si me la renuevan ya armo el calendario para arrancar el Champions Tour (gira norteamericana de veteranos) y combinar con el circuito de Europa, en donde por suerte ya me habilitaron para jugar; eso me deja más tranquilo".

Las perspectivas mejoraron incluso más para Cabrera cuando Augusta informó oficialmente que el argentino estaba invitado a jugar la edición 2024, siempre y cuando contara con la visa adecuada para el ingreso a los Estados Unidos.

Cabrera la tenía, pero esa visa caducaba en marzo de este año. Cuando comenzó a hacer los trámites en la embajada, supo que las autoridades migratorias de Washington no querían el ingreso al país de un condenado por violencia de género. Podían cambiar de idea, sí, si Cabrera aportaba una serie de certezas e informaciones, pero para eso se necesitaba tiempo, lo que convertía Augusta 2024 en una quimera.

Quizás lo logre en 2025. Según el juez Cristóbal Laje Ross, a cargo de su caso, la evolución del golfista es positiva. "Se han realizado las pericias psicológicas que dan cuenta de una evolución en relación con la percepción de las cuestiones de violencia de género. Las conclusiones periciales han sido positivas en ese sentido".

Pero el camino es largo y complejo: no puede tener contacto con sus dos exparejas y debe demostrar que se somete a un tratamiento psicológico. Debe demostrar, también, que ya no consume ni alcohol ni drogas.

Así y todo, el golf no es pasado, sino más bien un futuro posible. Cabrera quiere volver a competir en forma regular. Ya lo hizo en el Abierto de Argentina y, a fines de febrero, en el Abierto de Marruecos, donde terminó vigésimo séptimo.

Varios de los que por años fueron sus rivales lo esperan: "Recibí mensajes de Ernie Els, de Retief Goosen, Rory Sabbatini, de Nick Price, de Gary Player, que me mandó una carta. De mucha gente que me conoce. La verdad es que me pone muy contento y me da mucha fuerza para seguir para lo que viene. Estoy bien de ánimo".