Qué es dropar en el golf y cuáles son las reglas sobre el dropaje

La mayoría de los deportes han sufrido adaptaciones y modificaciones en su reglamento que tienen como objetivo mejorar su dinámica y atractivo. En el mundo del golf existen términos y reglas que enriquecen la experiencia de juego y garantizan la equidad en todas las situaciones. Uno de estos términos es "dropar", un recurso que le permite al golfista enfrentar diversos escenarios en el campo y sortear situaciones imprevistas de juego.

El término proviene del verbo inglés "drop", que significa "dejar caer". El espíritu de esta acción contemplada en las reglas del golf es garantizar que el jugador enfrente un castigo apropiado por una mala ejecución de su tiro original, pero sin que eso represente una desventaja excesiva. La regla de dropar busca proporcionar una solución en situaciones en las que la bola de un golfista se encuentra en una posición casi imposible, para darle la opción de poder jugarla en el siguiente golpe.

Mejor explicado, dropar en golf se refiere a la acción de colocar la pelota en juego después de haberla movido de su posición original, ya que su ubicación no permitía un tiro adecuado. Esto suele ocurrir en situaciones específicas, como cuando la pelota ha caído en unos matorrales, en una posición muy delicada en el bunker, o directamente se ha ido al agua (en este último caso, el golfista dropa pero tiene que hacer igualmente frente a un golpe de penalización por haber perdido la bola).

La acción de dropar la determina el jugador cuando toma un alivio (mejorar la posición de una bola ante la imposibilidad de un tiro adecuado) porque considera que su bola es injugable. Esto puede ocurrir en cualquier lugar del campo, excepto cuando se encuentra en un obstáculo de agua. El jugador es el único juez para determinar si su bola es injugable.

La regla para dropar también es conocida como regla de alivio y le permite al jugador sortear una penalización excesiva cuando considera que su bola es injugable. Esto le permite aliviar situaciones complicadas de manera justa y continuar el juego.

Para dropar se puede usar la bola original u otra bola, pero solamente puede hacerlo el jugador. Ni el caddie ni nadie más están autorizados. Sólo en el caso de jugadores con ciertas discapacidades se puede autorizar a otra persona a dropar la bola.

El jugador debe dejar caer la bola desde la altura de la rodilla, per sin lanzarla o hacerla girar o rodar. Al dropar, la bola no puede tocar ninguna parte del cuerpo o del equipamiento del jugador antes de llegar al suelo.

La bola debe ser dropada siempre en el área de alivio (se mide con uno o dos palos de longitud desde el punto de referencia). Y el jugador puede permanecer dentro o fuera del área de alivio cuando dropa la bola, que también debe quedar en reposo siempre en el área de alivio. Si la bola se para fuera del área de alivio, el jugador debe dropar una bola correctamente una segunda vez. Si la bola colocada una segunda vez tampoco permanece en el área de alivio, el jugador debe colocar una bola en el punto más cercano donde la bola permanezca en reposo.

Si una bola es dropada de una manera incorrecta o incumple uno de los requisitos mencionados, el jugador debe dropar una bola de nuevo de manera correcta. Si el jugador no dropa de nuevo y en su lugar realiza un golpe desde donde quedó en reposo, estará incurriendo en un golpe de penalización. Hay una excepción: si una bola dropada correctamente es deliberadamente desviada o detenida, cuando no hay posibilidad razonable de que permanezca en reposo en el área de alivio, no hay penalización para ningún jugador.

Uno de los eventos más comunes que provocan un dropaje en el golf es aquel en el que el golpe de un golfista termina en el agua. ¿Qué ocurre entonces? Hemos repasado las reglas de la USGA (Asociación estadounidense de golf, que rige las reglas de la mayoría de torneos del PGA) y dicen que, en ese caso, tiene dos opciones: