El LIV Golf se queda sin dinero tras el contratazo de Jon Rahm
El circuito saudí no ha hecho ningún fichaje relevante en las últimas semanas.

Vaya por delante que Arabia Saudí tiene dinero infinito. Y si no es infinito, casi. Lo hemos visto en multitud de oportunidades y, en los últimos años, en el mundo del deporte. Allí se disputa la Supercopa de España de fútbol, un Gran Premio de Fórmula 1, posiblemente el Mundial de 2034 y así, numerosas competiciones. Además, muchas caras del deporte se han relacionado con el país asiático. Una de las últimas y más populares ha sido la del español Jon Rahm.
Tras reconocer en el pasado que el modelo de juego que tenía el LIV Golf no le atraía, el golfista vasco sucumbió a los encantos del circuito saudí y aceptó la oferta de 550 millones de dólares para jugar allí durante los próximos cinco años. Era un golpe sobre la mesa de la pujante competición, que lanzaba un aviso al PGA Tour. Parecía que el de Rahm iba a ser el primero de muchos otros fichajes, pero la realidad ha sido bien distinta.
Porque el resto de caras nuevas que han llegado al LIV Golf en este invierno, poco o nada tienen que ver con la del español. Por talento y repercusión. En muchos casos, son nombres totalmente desconocidos para el gran público. Uno de ellos es el japonés Jinichiro Kozuma, sin apenas recorrido en grandes torneos. Tampoco Andy Ogletree, presente últimamente en el modesto Tour Asiático. Les acompañan los fichajes del finlandés Kalle Samooja y de Kieran Vincent.
A dos semanas de que arranque oficialmente la temporada 2024, Jon Rahm todavía no ha completado su equipo. El modelo de competición del LIV Golf se resume en torneos de tres días en el que los jugadores, además de competir de manera individual, también lo hacen por equipos. Son divididos en grupos de cuatro golfistas y los que mejor récord tengan al final se llevan la victoria en esta clasificación.
Cuando el vasco llegó al circuito saudí, muchos fueron los nombres que se rumorearon que le acompañarían en su primera campaña. Tony Finau o Tyrell Hatton fueron dos de los más conocidos, pero finalmente ambos han asegurado que seguirán ligados al PGA Tour. Tampoco otros golfistas de renombre se han adherido tras el fichaje del de Barrika, y eso que los saudís amenazaban con seguir invirtiendo muchos millones.
Una de las explicaciones podría estar en el avance de las negociaciones entre el LIV y el PGA. Ambos circuitos mantienen conversaciones desde hace meses para intentar llegar un acuerdo que pueda significar algún tipo de unión y, en definitiva, el trasvase de jugadores. Si esto ocurre, Rahm podría haberse asegurado una cuantiosa suma mientras sigue jugando los mismos torneos de siempre. Más allá de supuestos, la única realidad es que desde Arabia Saudí ha cortado el grifo del dinero.