El LIV Golf, mucho más que un retiro dorado para los jugadores

Jon Rahm sacudió ayer el mundo del golf y del deporte en general con su fichaje por el LIV Golf, que de buenas a primeras se convirtió en el más caro de la historia de cualquier disciplina. El circuito saudí le pagará alrededor de 550 millones de dólares por dejar el PGA Tour y disputar su calendario de catorce torneos que arrancará en el mes de febrero en Mayakoba. También podrá competir en los cuatro Majors al tener una excepción de cinco años tras ganar el último Masters de Augusta. Pendiente queda, eso sí, la Ryder Cup.

Mucho se ha hablado de la irrupción del LIV en el calendario internacional. En un primer momento, los jugadores que se adhirieron fueron ilustres veteranos venidos a menos como Ian Poulter, Phil Mickelson o Sergio García, que ya peleaban por títulos en pocas ocasiones y que el nuevo circuito les permitía jugar menos días a cambio de mucho más dinero del que podían ganar en los circuitos tradicionales.

Todo cambió a mediados de 2022, cuando llegaron Brooks Koepka y Cameron Smith. El estadounidense, ganador de cuatro Majors, es uno de los nombres más reconocidos del PGA Tour, aunque en los últimos años ha estado muy castigado por las lesiones. El australiano firmó por Arabia justo tras ganar el Abierto Británico. Con sus fichajes, además del de Bryson Dechambeau, comenzaba a voltear el panorama inicial y aumentaba el nivel general.

Y el desembarco de Jon Rahm lo cambia todo. El de Barrika, número 3 del mundo, está considerado por muchos como el mejor jugador del planeta. Nadie sostiene sus números desde que se hizo profesional y en el último año, sin ir más lejos, ganó cuatro torneos y la Ryder Cup. Está nominado a mejor golfista de la temporada y su dimensión supera a la de casi cualquier jugador a excepción de Tiger Woods y Rory McIlroy.

Si hablamos de nivel puramente deportivo, los números ya están más que igualados. De los últimos 15 Majors que se han disputado desde 2020, ocho han sido ganados por jugadores que se mantienen en el PGA Tour y siete se los llevaron aquellos que ya están adheridos al LIV. Unas cuentas muy parejas. Sin ir más lejos, en el último Masters, los tres primeros clasificados pertenecen al circuito saudí.

Donde están dejando de aparecer estos jugadores es en la clasificación del ranking mundial. Rahm (número 3), Koepka (17) y Cameron Smith (23) son los únicos que aparecen en los primeros puestos, y es que los torneos del LIV no otorgan puntos para esta clasificación. Si eso no cambia y salvo que lo borde en los Majors, el de Barrika comenzará a perder posiciones poco a poco y tendrá muy complicado igualar las semanas de Seve Ballesteros como número 1.