GOLF

La increíble travesía de Ryan Peake, de peligroso motero a ganar el Abierto de Nueva Zelanda de golf

Estuvo cinco años en la cárcel por asalto cuando formaba parte de una banda y por su victoria disputará la próxima edición el British Open.

Ryan Peake, ganador del Abierto de Nueva Zelanda./AFP
Ryan Peake, ganador del Abierto de Nueva Zelanda. AFP
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

En el imaginario colectivo el golf es un deporte elitista, algo snob, sus jugadores van vestidos con polos y los clubes donde se juega suelen ser parajes idílicos con todas las tonalidades posibles de verde, agua, árboles y flores. Un lugar en el que nadie colocaría a un exconvicto que ha pasado por una peligrosa banda de moteros, pero esa es exactamente la historia de Ryan Peake, vencedor del Abierto de Nueva Zelanda de esta edición.

Peake estuvo cinco años en la cárcel condenado por asalto como miembro de la pandilla de moteros Rebel y terminó ganando el torneo en Queenstown tras una última ronda de 66 golpes que le dejó en -23 para el torneo. El cambio es tan drástico que el lunes de la semana del torneo no sabía si le iban a dar el visado necesario para acudir a jugar. Eso le hizo llegar el martes y, por lo tanto, tener menos tiempo para acomodarse.

Esta victoria proporciona a Peake la posibilidad de disputar en verano el British Open, que en esta ocasión se jugará en el campo de Royal Portrush, en Irlanda del Norte. Allí encontrará una semana de golf ante las cámaras de todo el mundo, algo muy poco probable si se mira desde el pasado.

"He cambiado mi vida, esto es lo que hago ahora. Quiero estar aquí, jugando al golf. La historia es la que es, pero yo solo quiero jugar al golf", explicaba Peake tras el torneo. Sabe que muy probablemente el resto de su vida tendrá que contestar preguntas sobre su tumultuoso pasado.

Peake había jugado al golf en su juventud a nivel amateur pero solo fue en su tiempo en la cárcel, cuando le contactó el entrenador Ritchie Smith, cuando empezó a barajar la posibilidad de jugar más en serio. Para él no fue una sorpresa: "Siempre pensé que podía hacerlo, era solo una cuestión de tiempo que lo hiciese".