Scottie Scheffler recuerda sus horas más duras tras ser detenido y acabar en una celda: "Intento no beber cuando tengo que jugar a las ocho de la mañana"

Scottie Scheffler es, sin lugar a dudas, el mejor golfista del planeta.Número 1 del ranking mundial desde hace tiempo, muchos consideran al estadounidense como el sucesor natural de Tiger Woods. Palabras mayores. El de New Jersey afronta una nueva temporada con el difícil reto de superar los resultados cosechados en 2024, cuando ganó el Masters de Augusta, The Players o la medalla de oro en los JJOO. Sin embargo, también fue noticia por acabar en prisión.

Los hechos se remontan a la segunda jornada del PGA Championship, el segundo Major de la temporada. Scheffler llegaba al torneo como máximo favorito después de haber conquistado un mes antes su segundo Masters de Augusta. Ese viernes del mes de mayo le tocaba arrancar su vuelta hacia las 08.00 horas y a punto no estuvo de tomar la salida tras ser arrestado un par de horas antes en los accesos del campo Valhalla Golf Club. Los hechos fueron los siguientes.

Un accidente provocó retenciones en los kilómetros previos a la entrada por la que debían entrar los jugadores y como el tiempo apremiaba, el número 1 del mundo circuló con su coche por el arcén. En ese momento, un policía, que no lo reconoció, le dio el alto, lo sacó de su vehículo de malas maneras, le puso las esposas y le dijo que estaba detenido. Scheffler ni nadie de los presentes entendía la situación.

"Pasé de ir conduciendo al campo de golf a estar en una celda. Sigo sin saber cómo ha pasado, nunca llegó a parecer algo real", apunta ahora el jugador en el documental Full Swing publicado en Netflix, donde aborda aquel complicado momento. "Lo siento mucho, solo intento llegar a la salida del tee. Estoy temblando. Mantendré los brazos a la espalda, lo prometo", se le escucha decir a Scheffler mientras era retenido por los agentes de policía.

De hecho, los policías no reconocieron al jugador en aquel momento, tal y como se desvela en una de las conversaciones que mantuvieron en el coche patrulla en su camino hacia la celda. "Eres muy bueno si estás jugando en el PGA", le soltó uno de los agentes, a lo que el número 1 del mundo respondió: "No soy malo". Una conversación en la que también se le escucha a los policías preguntarle si había bebido alcohol. "Solo colutorio, intento no beber cuando tengo que jugar a las ocho de la mañana", contestó con sorna Scheffler.

Pese a ser una figura destacada en el mundo del deporte, el jugador tuvo que pasar más de una hora en una celda, tiempo que empleó en hacer algunos estiramientos básicos para estar preparado por si llegaba a tiempo a jugar su vuelta. Finalmente llegó al campo una media hora antes de tomar la salida y ese día firmó una gran tarjeta de cinco golpes bajo el par del campo que le ayudaron a terminar en una notable octava posición final. Sin duda, un día que jamás olvidará.