GOLF | PGA CHAMPIONSHIP

Los millones del LIV golf no están ayudando a Rahm a jugar bien en los grandes torneos

El de Barrika no fue capaz de pasar el corte en el PGA Championship, interrumpiendo así una racha de 18 grandes seguidos logrando jugar el fin de semana.

Jon Rahm, en su jornada en el PGA./AFP
Jon Rahm, en su jornada en el PGA. AFP
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Jon Rahm se queda fuera del PGA Championships sin pisar el fin de semana. Es un resbalón impropio de él, acostumbrado como nadie a pasar el corte en los grandes del año. Acumulaba 18 consecutivos, pero la racha se para aquí, todo ha salido mal en Valhalla, muy lejos de la mejor versión de un golfista que en sus buenas tardes bien puede ser considerado el mejor del mundo.

Es imposible que después de un fallo como este la cabeza no se vaya directamente a pensar en la vida de Rahm, a su decisión del pasado mes de diciembre cuando anunció que dejaba la PGA para llegar al LIV. Los motivos económicos eran evidentes, pues la oferta del circuito saudí fue mareante, pero tomar ese camino sembraba de incertidumbres su vida deportiva.

De momento los resultados son preocupantes. En Valhalla no estuvo bien, nada bien, en ninguna de las dos jornadas fue capaz de conectar su golf. Ni siquiera jugó bien desde tee, una de las especialidades de un jugador que siempre se ha destacado como un competidor fiero. Esa versión fina y agresiva de Rahm está por ver esta temporada en los majors, pues además de este fiasco en el PGA ya se quedó muy lejos de sus posibilidades en el Masters de Augusta, donde fue 45º.

"Me sorprende por lo bien que venía jugando las últimas semanas, creo que es la primera vez en mi carrera en la que venía jugando bien y después he sufrido tanto en el campo", explicaba el golfista español.

Uno de los problemas es que en el LIV la competición es más sosegada, tiene menos nivel general y se juega menos. Hay jugadores como Koepka o DeChambeau que han demostrado que se puede estar en el circuito saudí y llegar bien a los grandes torneos conjuntos del año, pues han hecho buenas posiciones en esas circunstancias. Pero eso no es necesariamente una ley general, a Rahm le está contando, la prohibición de jugar en la mayor parte del calendario profesional del año hace que no termine de rodarse y, cuando llega el momento importante, no está.

Es verdad que en el golf los días malos existen, y de hecho Rahm hace dos temporadas no se coló en el top-10 de ninguno de los grandes torneos del calendario, pero todo está por descubrir. Uno de los motivos por los que el LIV tiene atractivo es que los jugadores pueden disputar los major, que no dejan de ser la parte nuclear de este deporte. El tema es saber combinar su mejor forma y vivir en un circuito paralelo.

"Los errores los he cometido yo, si no coges calles en este campo, complicado. Y suficiente he hecho para salvar un poco la vuelta, he metido un par de putts buenos y al principio parecía que iba bien la cosa, pero bueno...", decía el de Barrika tras terminar su recorrido, cuando todavía no sabía si iba a continuar jugando en el torneo, algo que finalmente no consiguió.