Jon Rahm se humaniza: acaba el 51º en el PGA Championship y cede el número 1
El de Barrika mostró un juego errático y cerró la última jornada por encima del par.
El PGA Championship 2023 no ha sido el torneo de Jon Rahm. El de Barrika se va del campo ubicado en Rochester con sensaciones extrañas después de no encontrarse cómodo en ningún momento. Si hace poco más de un mes en Augusta se llevó el título tras firmar un doble bogey en el primer hoyo del jueves, en el segundo Major de la temporada apenas ha podido ser 51º tras iniciar la cita con un birdie. Además, la buena actuación de Scottie Scheffler, segundo en la clasificación, hace que pierda el número 1 del mundo en favor del estadounidense. Al vasco le han faltado buena parte de las aptitudes que suele tener cuando coge un palo de golf.
Porque Rahm no ha encontrado nunca su juego. El primer día apenas cogió nueve de las dieciocho calles, su punto fuerte y donde es más fiable. En Augusta tan solo dejó de coger ocho durante los cuatro días del torneo. Tampoco putteando ha estado preciso, dejándose por el camino varios birdies que parecían sencillos y fallando pares que lastraban su tarjeta, que cayó en picado el jueves y la cual no ha podido remontar.
La jornada dominical empezó de la mejor manera posible para él. Birdie-birdie para ascender posiciones y coger confianza. Sin embargo, su juego corto no estuvo a la altura y los hoyos se iban resistiendo pese a mostrarse mucho más sólido con el drive que en los días previos. Tras siete pares consecutivos, en el 10 se llevó un bogey evitable que le situó alrededor del 35º puesto.
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El enfado de Jon Rahm. #AquíGritamosGolf #PGAChamp pic.twitter.com/kHb2l0NLEi
La recta final no le sirvió para mejorar sus sensaciones y sus prestaciones e incluso firmó dos bogeys. Una muestra de lo difícil que estaba el campo y que Rahm no anduvo fino está en los pares cinco. Solo en tres de los ocho que afrontó durante las cuatro jornadas del PGA Championship logró un cuatro. Ahora, tiempo para despejar la mente y encontrar de nuevo su mejor juego de cara al US Open.
La victoria fue para Brooks Koepka, curiosamente el rival más duro que tuvo el de Barrika en Augusta. El jugador estadounidense, que habitualmente disputa los torneos del LIV Golf, fue el más fuerte durante toda la semana, sobre todo tras un discreto primer día. En los otros tres restantes sacó a relucir todo su juego para hacerse con el quinto Major de su carrera deportiva.
El otro español que todavía seguía en liza, Pablo Larrazábal, repitió el mismo juego que en los dos días previos. Si el jueves dejó su tarjeta en un sensacional 69, las siguientes tres jornadas se fue hasta los 75, 74 y 74 para finalizar en una discreta 65ª posición, aunque cumpliendo con el objetivo de estar jugando el fin de semana, algo que no pudieron hacer Adrián Otaegui y Adrián Arnaus.