Jon Rahm entra en el olimpo del deporte español
El jugador se une a las grandes figuras nacionales tras conquistar el segundo Major de su carrera.

Rafa Nadal, Pau Gasol, Seve Ballesteros, Marc Márquez, Mireia Belmonte, Saúl Craviotto, Manel Estiarte, Miguel Induráin, Fernando Alonso... y también Jon Rahm. El jugador de Barrika se ganó ayer el derecho a sentarse en la misma mesa que las grandes estrellas que ha tenido el deporte español en las últimas décadas. Con su triunfo en el Masters de Augusta se convirtió en el cuarto jugador nacional que ha lucido con orgullo la chaqueta verde, una prueba de la dificultad que entraña, pero el vasco demuestra en cada torneo una ambición sin límites.
Ya lo hizo cuando conquistó el US Open en 2021. Quería más, y cuando en el 2022 no le salieron las cosas como él deseaba, con actuaciones discretas en los cuatro Majors pero con un buen sabor de boca en el tramo final de temporada, fue ambicioso de cara a este año: "Mi objetivo son los grandes". Dicho y hecho.
A la primera de cambio se plantó en Augusta National, el campo más icónico que existe en el planeta, para emular a su ídolo Seve Ballesteros, campeón en el mismo lugar hace 40 años. Y cuando empezó su primer hoyo del torneo con un doble bogey no se vino abajo: "putt, putt, putt, dentro y a seguir", confesó al término de esa vuelta. Una cabeza privilegiada que guía unas manos mágicas.
Porque los grandes deportistas de nuestro país llevan dentro esa competitividad que se forja dentro de nuestras fronteras, esa mentalidad única que les hace superarse a sí mismos en los momentos de mayor dificultad. Que se lo digan a Rafa Nadal, el jugador con más Grand Slams de tenis de la historia. Nunca ha tenido el saque más potente, tampoco el mejor revés ni ha sido un virtuoso con las dejadas, pero ha sacado esa garra tan característica de nuestras figuras que le han elevado a la categoría de leyenda.

También lo hizo Pau Gasol en 2009, cuando se convirtió en el primer jugador español en ganar un anillo de la NBA. Lo hizo, además, en la franquicia de más renombre de toda la liga, Los Ángeles Lakers. Y no le bastó con eso que lo repitió un año después. Sin olvidar sus interminables logros con la Selección española: tres medallas en los JJOO, un Mundial, tres Europeos y otros cuatro podios...
Y como ellos, tantos y tantos otros. Medallas olímpicas, títulos continentales, récords del mundo... La lista de éxitos de los deportistas españoles es extensa, pero la de iconos y emblemas se reduce considerablemente. Hace falta algo más que un triunfo, hace falta una narrativa perfecta alrededor del mismo, y es ahí donde solo aparecen los elegidos, donde ya se encuentra Jon Rahm.
Un éxito colosal
Jon Rahm es el tercer golfista de nuestro país que gana al menos dos Majors, el segundo que conquista al menos dos distintos y el único que tiene en sus vitrinas un US Open y un Masters de Augusta. De hecho, ningún otro jugador de nuestro país había conquistado antes el torneo norteamericano. Lo hizo el de Barrika en 2021 firmando una remontada extraordinaria. Como hizo ayer en Georgia, donde comenzó el día con cuatro golpes de desventaja con Koepka y finalizó cuatro por encima.
El PGA Tour es ahora mismo la máxima elite del golf mundial, por encima del DP World Tour (antiguo Circuito Europeo) y el neonato LIV Golf. Y solo Rahm representa semana tras semana a nuestro país en el principal circuito, aquel que entrega la gloria, el que ofrece la posibilidad de mirar a los ojos a los mejores. Rodeado de estadounidenses y británicos, el de Barrika no solo ha logrado hacerse un hueco en la cima de un deporte con muy pocos focos en España, sino que ha superado a todos sus rivales, lo lleva haciendo más de un lustro. El español sumará esta semana su 47ª semana como número 1 del ranking, el décimo con más de la historia.
Porque para reescribir la historia de nuestro deporte tan importantes son las victorias como la forma y el momento de conseguirlas y el nuevo número 1 del golf solo sabe hacerlo a lo grande. Ya son 19 títulos desde que es profesional, un palmarés que permitiría legitimar y consagrar cualquier carrera deportiva, y él lo ha conseguido con apenas 28 años. Hoy el olimpo de nuestro deporte tiene un nuevo comensal. Jon Rahm se ha ganado a tener un plato junto a los mejores.