A Jon Rahm le llegan las primeras multas por irse al LIV Golf a cambio de 550 millones: "No sé si es del todo justo"

El pasado mes de diciembre, Jon Rahm sacudía al mundo del golf y del deporte en general con su multimillonario cambio al LIV Golf. El jugador español abandonó el icónico PGA Tour tras recibir una oferta de 550 millones desde Arabia Saudí. Su decisión arrastraba una serie de consecuencias, empezando por no poder participar en torneos de su anterior circuito y por las multas que recibiría desde el DP World Tour.

A diferencia de su hermano mayor, el circuito europeo sí permite que los jugadores que se han adherido al LIV Golf sigan manteniendo su tarjeta, aunque para ello deberán pagar una serie de multas que podrían alcanzar el millón de euros. Sergio García, el primer español en irse al circuito saudí, ya tuvo que pagarlas. Y ahora le toca el turno a Rahm.

El de Barrika reconoció en la previa del PGA Championship que se disputará esta semana en Kentucky que ya ha recibido las primeras sanciones, algo que esperaba pero con lo que no acaba de estar del todo de acuerdo. "Yo quiero seguir siendo miembro del DP World Tour, poder jugar y llegar a un acuerdo. No sé si es justo multarme por torneos que nunca he jugado y que nunca han sido parte de mi calendario", reflexionó ante Ten Golf.

Rahm sí cree que sería más apropiado recibir una multa si decidiese no disputar torneos que sí han sido habituales en los últimos años, como por ejemplo el Open de España, y también reconoció conversaciones con los dirigentes del circuito para tratar de encontrar una solución favorable para todos. "Seguimos en contacto para llegar a un punto de acuerdo porque quiero seguir siendo miembro y jugar la Ryder Cup", apuntó.

Sobre sus opciones en el PGA Championship, el vasco señaló que el campo permitirá firmar buenas tarjetas, aunque advirtió de la dificultad de algunos hoyos. "Se pueden hacer birdies, pero también cometer errores con facilidad. Da mucho juego", sentenció. En los dos primeros días de competición ha quedado encuadrado con Cameron Young y Rickie Fowler.