GOLF | PGA CHAMPIONSHIP

Jon Rahm se pelea en el Valhalla, dice adiós al triunfo y deberá esperar para saber si pasa el corte

El de Barrika cometió demasiados errores en su segunda vuelta y se queda sin opciones al triunfo final.

Jon Rahm se lamenta de uno de sus golpes. /Reuters
Jon Rahm se lamenta de uno de sus golpes. Reuters
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Jon Rahm está frustrado en el Valhalla. El doble ganador de un Major está mostrando una versión absolutamente irregular en el PGA Championship que se está disputando en Kentucky. Hoy, bajo la lluvia, el de Barrika estuvo muy fallón desde el tee, justo uno de sus puntos fuertes durante los últimos años en el circuito. Al principio de la jornada su objetivo era acercarse lo más posible a Schauffele (-9 el primer día) y se encontró con todo lo contrario en los primeros nueve hoyos.

Al contrario de lo que sucedió el jueves, Rahm inició su recorrido por el hoyo 10. Por delante, a priori, la mitad más asequible del campo, algo que no aprovechó. En el 12, una salida muy mala le hizo firmar su primer bogey, que logró recuperar con creces en el 13 y el 15 para ponerse bajo el par en el día. Quedaba claro que si encontraba las calles, las opciones de hacer una vuelta se multiplicarían. Hasta que llegó al 17.

Cuando enfilaba dos hoyos claves en su ascenso en la clasificación llegó el gran error del día. Un golpe directamente a los árboles se saldó con un doble bogey que le ponía +1 en el día. Y luego, en el 18, el más asequible de todo el recorrido, se saldó con un par que minaba su moral antes de los últimos nueve hoyos de la jornada. Estaba dentro del corte, pero no podía despistarse e incluso, para su seguridad, le convenía quedarse en negativo en su tarjeta.

El vasco tiene el récord actual de cortes superados en un Major. Hasta este PGA Championship acumulaba 18 consecutivos, lo que muesta su constancia durante todos estos años. La última ocasión en la que no había estado el fin de semana fue en 2019 en este mismo torneo. Jugar sábado y domingo era un mal menor tras un día y medio en el que no había encontrado su juego. Pero tenía que pelearlo.

En la segunda mitad del recorrido siguió sin encontrar finura... ni calles. Sus malos golpes de salida le estaban lastrando. En lugar de buscar birdies se tenía que conformar con salvar los hoyos. Un ejercicio de supervivencia cuando estaba en el alambre y que le obligaba a no fallar más. Y en el hoyo 4 llegó el drama con bogey que le dejaba fuera del corte de manera momentánea y con cinco hoyos por delante.

Por fortuna para él, unos grandes golpes en el quinto lo volvieron a poner al par del campo con un birdie y, por el momento, en el fin de semana. También salvó el par el hoyo seis, uno de los más exigentes del recorrido. Por delante, tres banderas en las que buscaba bajar al menos un golpe más su tarjeta para asegurarse el corte. En la primera igualó el par 5.

Se lo jugaba todo en el final, pues cualquier resbalón podría dejarle indudablemente fuera del corte, pero supo agarrarse al campo, firmar pares en los hoyos más tardíos y quedarse discretamente en el par del campo. Nada para estar contento, pero quizá sí para mantener su racha de torneos grandes consecutivos pasando el corte.