Jon Rahm vuelve a tocar el cielo y es el nuevo número uno del mundo

La vitrina de Jon Rahm tiene otro hueco ocupado. El golfista vasco conquistó este domingo The Genesis Invitational, su décimo título en el PGA Tour, que además viene acompañado del ascenso al primer puesto del ranking mundial. El de Barrika fue el mejor durante los cuatro días en Los Ángeles (acabó con una tarjeta de -17), una tendencia que se viene repitiendo en el tiempo. Tan solo Max Homa (-15) y Patrick Cantlay (-14) lograron mantenerle el ritmo hasta el final.

Rahm es el mejor jugador de golf del planeta. Sus resultados desde el pasado verano dejaban pocas dudas al respecto, pero el ranking mundial señalaba otra cosa bien distinta. Hasta hoy, el de Barrika solo había podido escalar hasta el tercer puesto, a la sombra de Rory McIlroy y Scottie Scheffler. Los tres firmaron un notable 2022, aunque en momentos distintos, y solo el vasco ha podido mantener e incluso elevar ese nivel en los dos primeros meses de 2023, donde ya suma tres títulos, el último conseguido este domingo en California.

Era cuestión de tiempo que Rahm recuperase el honor de ser considerado de manera oficial como el mejor golfista del mundo, aunque ha tardado más de lo debido. El nuevo reparto de puntos, que minusvalora los torneos de otros circuitos distintos al PGA Tour y que entró en vigor el pasado mes de agosto, juega en contra de los intereses de los jugadores que viajan al viejo continente o a Asia a jugar fuera del abrigo del circuito americano.

El ejemplo más claro ocurrió en noviembre, cuando en la misma semana se disputó la final anual del DP World Tour, con siete de los 25 mejores jugadores del ranking, que otorgaba 21,8 puntos al ganador y que precisamente ganó el vasco. A la vez se celebró el RSM Classic del PGA Tour, donde el mejor golfista era Seamus Power (30º del planeta) y en el que el ganador consiguió 37 puntos.

Es por ello por lo que Rahm ha necesitado firmar un inicio de año fuera de lo normal para adelantar a McIlroy y Scheffler y alcanzar el primer puesto mundial. De los cinco torneos en los que ha participado en 2023 ha ganado tres, en otro fue tercero y en el quinto acabó en séptima posición, una regularidad que no tiene comparación alguna en el circuito.

La espectacular racha del español comenzó tras el último Open Británico, donde terminó en una discreta 34ª posición. A partir de ahí, voló: quinto, octavo, decimoquinto, segundo, primero, primero, cuarto, primero, primero, séptimo, tercero y primero. Doce torneos con cinco victorias y once presencias en el top 10, algo difícilmente repetible. A 19 de febrero suma tres trofeos en 2023, cifra que jamás había alcanzado ningún año de su carrera.

Es la quinta vez que el español es número 1 del mundo. En las tres primeras, su reinado duró poco (dos, dos y tres semanas), pero en la cuarta ocasión si logró extender su dominio 36 semanas que acabaron en marzo del año pasado. Ahora, espera poder mantenerlo al menos 18 más, con lo que igualaría a Seve Ballesteros como el golfista español que más tiempo estuvo en lo más alto del ranking mundial.