La 'Rahmmanía' inunda Madrid: camisetas del Athletic, el "honor" del vasco y la comparación con Messi y Cristiano
Cientos de aficionados siguen hoyo a hoyo a Rahm. Tras su recorrido, estuvo 20 minutos firmando autógrafos.

En los días previos al Open de España había mucha incertidumbre entre jugadores y organizadores respecto a la presencia de público el primer día del torneo. El hecho de coincidir con un festivo nacional, que además muchas personas aprovechan para convertir en puente, hacía pensar que buena parte de los posibles asistentes, o bien estarían descansando o bien harían sus maletas y viajarían a algún lugar. Sin embargo, el efecto Jon Rahm es demasiado pesado y en esta primera jornada ha quedado más que claro.
El DP World Tour programó el inicio de su recorrido para las 9:30 horas, cuando todavía hacía fresco en el Club de Campo Villa de Madrid. Unos 40 minutos antes de su primer golpe, los alrededores del tee de salida del hoyo 10 ya estaban abarrotados. Porque el jugador vasco es una estrella deportiva más que consolidada y el público lo trata y lo sigue como tal.
"Un honor jugar con este público. Siendo el día que es no me esperaba que viniese tanta gente. Es todo un honor que vengan a verme un día como este en lugar de celebrar el día de la fiesta nacional", comentó el de Barrika tras finalizar su vuelta. Y es que junto a él se recorrieron el campo cientos de personas que iban caminando al ritmo que Rahm golpeaba la bola.
Multitud de aficionados siguiendo @accionaopen el partido @JonRahmpga @RCabreraBello @ClubCampo_Golf pic.twitter.com/vBnW7Chign
— 𝑬𝑳𝑬𝑵𝑨 𝑱𝑰𝑴É𝑵𝑬𝒁 (@elegasolina) October 12, 2023
"Es como Messi o Cristiano Ronaldo, pero encima es de aquí", apuntaban María y Luis, unos aficionados que ya son asiduos en el Open de España. Ellos son de Madrid, pero hasta el campo han acudido seguidores de todos los rincones del país. Algunos, los más osados y atrevidos, luciendo camisetas del Athletic Club, equipo del que es aficionado el vasco, con su nombre serigrafiado. "Es el mejor que hay en el planeta", señalaba Mikel.
Y en un deporte como el golf, donde es tan fundamental la concentración, el público se portó de sobresaliente. Tan solo en el primer hoyo de la mañana fue necesario reclamar un poco de silencio antes de golpear la bola. Incluso Rahm le quitó peso al hecho de que las cámaras hicieran ruido cuando salía desde algún tee. "Es también parte de lo especial que es esta semana y no voy a poner excusas por eso si pego un mal golpe", comentó.
Entre los aficionados agolpados en el campo sobresalía la presencia de muchos niños. El jugador vasco reconocía lo especial que es para él ver esa imagen ya que uno de sus objetivos es "que el golf tenga más nivel cuando me retire del que tenía cuando empecé". Y Rahm es de los que crea afición. Tras su vuelta, de unas cinco horas, y después de atender a la prensa, el número 3 del mundo estuvo veinte minutos firmando autógrafos a los más pequeños. Por eso también es el más querido.