Estados Unidos saca las garras pero Europa sigue con mucha ventaja en la Ryder Cup
Los del Viejo Continente necesitan sumar cuatro puntos de doce este domingo para llevarse el título.

Roma. - A la hora de comer de este sábado ya se habían disputado tres sesiones completas en la Ryder Cup en las que se habían repartido 12 puntos. Nueve y medio habían caído del lado europeo y los norteamericanos apenas habían conseguido ganar un encuentro. La diferencia de siete puntos y las sensaciones de ambos equipos hacían inviable una remontada, pero los de Zach Johnson querían morir matando y salieron a por todas en la segunda sesión de fourballs de la semana aprovechándose de la ausencia de un Jon Rahm al que le tocaba descansar. Sin embargo, Europa es mucha Europa esta semana y al final del día mantenían la ventaja en el marcador que consiguieron el viernes (10,5-5,5).
Por primera vez en Roma se vio el verdadero potencial de los jugadores estadounidenses, mucho mejor colocados en el ranking mundial y que hasta el momento habían sido marionetas para los del Viejo Continente. Los dos primeros partidos de la sesión vespertina apenas tuvieron historia, algo que provocó que más de uno se llevase las manos a la cabeza.
Por Europa repitieron Hovland y Aberg, que horas antes habían destrozado a Scheffler y Koepka, protagonizando la mayor paliza de la historia de los foursomes (9&7) y provocando las lágrimas de impotencia del número 1 del mundo. En esta ocasión, los nórdicos fueron superados con claridad por Morikawa y Burns, que incluso se permitió el lujo de espolear a los aficionados visitantes que estaban en las gradas.
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— Ryder Cup USA (@RyderCupUSA) September 30, 2023
También quedó pronto visto para sentencia el segundo duelo, con Homa y Harman doblegando a Fleetwood y Højgaard. Lo que antes eran siete puntos ahora pasaban a ser cinco, y todavía quedan otros dos encuentros, estos sí igualados en todo momento, que podían apretar todavía mucho más las cosas. Y no eran partidos sencillos. Por un lado, Rose y McIntyre contra Thomas y Spieth y por el otro, Fitzpatrick y McIlroy frente al protestón Cantlay y Clark. Drama o calma.
Luke Donald lo había fiado todo a sus dos golfistas más experimentados. Justin Rose por un lado y Rory McIlroy por el otro para minimizar el daño que ya había hecho Estados Unidos. Y los dos veteranos estaban bien secundados por los jóvenes McIntyre y Fitzpatrick respectivamente en dos partidos que se alargaron hasta casi el final. En el primero, inglés y escocés superaron en 16 hoyos a la pareja Thomas/Spieth, que acumula tres partidos en Roma con un empate y dos derrotas.
El último de la tarde fue el más largo, pero también el más emocionante. Ahí estaban Cantlay y McIlroy para sacar toda su magia en la recta final del recorrido y llevar el partido hasta un putt genial del americano para dejar la distancia entre ambos equipos como estaba 24 horas antes. Los del Viejo Continente necesitan sumar cuatro puntos y medio de doce en los individuales del domingo para recuperar el trofeo que se dejaron en Estados Unidos en 2021.
La jornada, además, acabó con polémica en el último hoyo. Aparentemente, el caddie de Cantlay, Joe LaCava, se cruzó por delante de McIlroy haciendo burla con su gorra y negándose a parar tras la petición del norirlandés. Tras salir del campo, hubo discusiones entre todos en el aparcamiento.