RYDER CUP

15 hoyos y 8.993 pasos junto a un Jon 'Rahmbo' que ya es general en Roma

Relevo sigue al golfista español durante su primer recorrido por el Marco Simone en la Ryder Cup.

Jon Rahn, hoy, en la Ryder Cup. /@RyderCupEurope
Jon Rahn, hoy, en la Ryder Cup. @RyderCupEurope
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Roma. -El golf es un deporte exigente y valga este artículo para confirmarlo. Comenzaba este viernes la Ryder Cup en el campo Marco Simone de Roma y lo hacía con el español Jon Rahm como uno de los principales reclamos de los aficionados. Principalmente por su condición de local al defender los colores europeos, pero también por ser uno de los mejores jugadores del planeta. A él, junto a Hatton, le tocaba abrir el torneo para medirse a Scheffler y Burns a las 7.35 de la mañana. Primera gran dificultad, tocaba madrugar de lo lindo.

Y no solo eso, porque en el golf hay que andar. Recorrer un campo entero supone cubrir una distancia de entre 7 y 10 kilómetros, superando buenas pendientes, tanto ascendentes como descendentes. En el caso de este viernes, fueron 8.993 pasos en 15 hoyos. Y si a eso se le suma el calor que hay en Roma estos días, la tarea no es tan sencilla. Pero Relevo cumplió su propósito de acompañar a Rahm en su primera vuelta en la presente Ryder Cup. Relevo y miles de personas más. Es lo que tiene ser un ídolo de masas.

El torneo golfístico por excelencia reúne esta semana alrededor de 250.000 personas en la capital italiana. En el Marco Simone, que agotó sus entradas hace meses, se esperan más de 50.000 cada día. Muchas de ellas optan por situarse en un hoyo y esperar a que vayan desfilando por allí los jugadores, pero los más atrevidos van siguiendo metro a metro el devenir de un partido.

En el segundo hoyo del día, al de Barrika le tocó girarse hacia una de las múltiples pantallas gigantes, repartidas por el recorrido, para ver con sus ojos qué había ocurrido en el segundo partido que había provocado el alarido generalizado. Había sido un birdie de Viktor Hovland que provocó la primera sonrisa del español. La primera de muchas. Poco después, él mismo espoleó a todos los aficionados con un sensacional putt que puso a Europa por delante. Y ahí se escuchó el primer "Lets go 'Rahmbo".

Porque ese es su mote, mezclando su apellido con el icónico personaje interpretado por Sylverster Stallone. En el campo romano hay seguidores británicos, franceses, alemanes, italianos, españoles y casi de cualquier rincón del planeta, y todos tienen el nombre de 'Rahmbo' en su boca. Saben que en sus manos están buena parte de las esperanzas europeas. También lo sabe Carlos Sainz, que acompañó a su compatriota durante esta primera jornada, a veces incluso ejerciendo casi de guardaespaldas a pocos metros de distancia.

Porque la Ryder no es un torneo convencional, aquí entran de lleno el amor por unos colores y la rivalidad. Por eso el público, mayoritariamente europeo, celebró un mal golpe de Scheffler en el quinto hoyo y por eso se volvió loco cuando el propio Rahm casi emboca un hoyo en 1 en el siete, un escándalo que repitió en el diez con otro golpe marca de la casa.

Él devolvía el cariño que recibía con saludos, gestos y sonrisas hacia el público agolpado tras las cuerdas o en las colinas. Es consciente de que necesita que el Marco Simone sea una caldera. La celebración final en el hoyo 15 lo dice todo. Rahm juega por amor a la Ryder, por amor a la historia del golf y por amor hacia los aficionados.

Ni Scheffler o Hatton en su partido, ni McIlroy, uno de los más queridos de siempre, recibieron este viernes el apoyo que los hinchas brindaron al de Barrika. Porque Rahm es la Ryder, como antes lo fueron su ídolo Seve Ballesteros y su amigo Sergio García. 'Rahmbo' quiere hacer historia este fin de semana ante los millones de ojos que le observan de cerca.