GOLF

Sergio García se despide del Masters de Augusta por la puerta de atrás y alarga su amargura con el torneo desde su victoria en 2017

El de Borriol firmó un viernes negro y no supera el corte. Chema Olazábal también dice adiós.

Sergio García, hoy, en el Masters de Augusta. /EFE
Sergio García, hoy, en el Masters de Augusta. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Llegaba con ganas de disfrutar la semana, con la esperanza de pelear por la victoria y con el objetivo de sentirse competitivo de cara a apurar sus opciones de estar en la próxima Ryder Cup. Nada de eso ocurrió. Sergio García se despide del Masters de Augusta a las primeras de cambio después de firmar un viernes negro. El de Borriol alarga su mala racha en el torneo que le encumbró en 2017 y con el que mantiene una muy mala relación.

No parecía que le fuese a complicar el torneo cuando el jueves llegó a Casa Club con una tarjeta al par del campo. Estaba lejos de la cabeza y parecía difícil que pudiese luchar por el triunfo, pero al menos sí que parecía muy factible estar el fin de semana, algo que se le ha resistido desde hace ocho años. En las últimas siete participaciones ya acumula seis eliminaciones el viernes. Hoy, una más.

Comenzó el recorrido con bogey en el primer hoyo que rápidamente corrigió en la benévola segunda bandera de Augusta National. Sin embargo, los siguientes hoyos fueron un auténtico suplicio. Mal desde el tee, mal intentando llegar a green y mal putteando. Un desastre. Cuatro bogeys en seis hoyos para dinamitar casi todas sus opciones.

No estaba todo perdido. Por delante tenía nueve hoyos para bajar un par de golpes su tarjeta del día y darse opciones de jugar el fin de semana. Para ello, tenía que meterle mano al Amen Corner o, al menos, salir indemne de las trampas que esconde. Y lo hizo. Par, bogey y birdie en la zona más icónica del campo para darse una oportunidad en los últimos cinco hoyos.

Con más dificultades de lo previsto, pero el de Borriol fue salvando pares que parecía que podían ser bogeys tras algunos malos golpes. Se presentó en las dos últimas banderas con la necesidad de firmar dos birdies y la obligación de conseguir al menos uno y esperar otros resultados. No lo hizo en el 17 y tampoco en el 18, por lo que salvo milagro inesperado, dice adiós al torneo antes de lo deseado.

Otro español que se despide hoy de Augusta es José María Olazábal, que no pudo repetir su gran actuación de 2024, aunque la peleó. A diferencia de lo que le ha ocurrido a su compatriota, al de Hondarribia se le hizo largo el día. Firmó un notable -2 en los primeros nueve hoyos, pero varios errores en la segunda parte acabaron con cualquier esperanza. Eso sí, se puede ir con la cabeza alta tras firmar varios golpes de primerísimo nivel.