¿Cómo y por qué tocó fondo Tiger Woods? Cronología de un ascenso, caída y redención en el golf

Tiger Woods es el golfista más famoso del mundo. Un auténtico icono global. Sobre todo porque, con 15 majors en sus vitrinas, es el segundo jugador que más torneos grandes ha ganado en la historia, solo por detrás de Jack Nicklaus que ganó 18. También porque su condición de deportista negro en una disciplina tradicionalmente dominado por los golfistas blancos, y con cierto sambenito de elitista, supuso el derribo de varias barreras sociales importantes, sobre todo en Estados Unidos. Por todo ello, cada vez que empuña un palo de golf es noticia. En 2024 se ha planteado jugar un campeonato al mes, comenzando con el Genesis Invitational de febrero.

Pero además, pese a todos sus éxitos, el de Tiger Woods está muy lejos de ser un cuento de hadas. Al contrario. El que fuera el niño prodigio del golf por antonomasia, nombrado deportista del año por Sports Illustrated en 1996, durante su primera temporada en el circuito de la PGA, ha sufrido varios reveses a lo largo de este tiempo. De todo tipo. Escándalos extradeportivos, lesiones y mala suerte han salpimentado la carrera del Tigre, bajando al ámbito terrenal al que según Sportico en 2021 era el segundo deportista que más dinero ha ganado en la historia, solo por detrás de Michael Jordan.

La carrera de Tiger Woods comenzó a torcerse en 2009. Hasta entonces, el golfista era prácticamente un ser legendario. Irrumpió en el circuito de la PGA en 1996, cuando tenía 20 años. En 1997 levantó su primer major, el Masters de Augusta, convirtiéndose en el golfista más joven de la historia en enfundarse la mítica chaqueta verde. En el año 2000 completó el Grand Slam tras ganar el British Open, ganando otro récord de precocidad al conseguirlo con 24 años. Una carrera meteórica que hasta 2008 le llevó a ganar un total de cuatro Masters, tres US Open, cuatro PGA Championship y tres British Open.

Sin embargo, los problemas en el paraíso afloraron de la peor manera posible. El día de Acción de Gracias de 2009, los medios norteamericanos publicaron la noticia de que Tiger Woods había sufrido un accidente de tráfico de madrugada, cuando chocó con un hidrante a poco metros de su casa. Según se hizo público, su mujer, Elina Nordegren, tuvo que romper las ventanillas con un palo de golf mientras él permanecía inconsciente dentro del vehículo. A causa del mismo, sufrió varias heridas y lesiones que le apartarían de los campos de golf durante un tiempo indeterminado.

Al principio no se sabía, pero aquel accidente fue la punta del iceberg que casi acabó con su carrera. La policía le multó con 194 dólares por conducción imprudente, así como la retirada de los cuatro puntos del carnet. TMZ publicó que en los instantes previos a la colisión, Woods y su esposa discutían por las infidelidades de este durante su matrimonio. Dos días más tarde, el 1 de diciembre de 2009, US Weekly sacó a la luz que el golfista había mantenido una relación extramatrimonial con Jaimee Grubbs durante algo más de dos años.

La figura del ídolo caído resultó tremendamente atractiva para los medios de comunicación estadounidenses, que buscaron sacar toda la información posible sobre sus deslices y vida personal. Esta mala imagen pública le costó algunos patrocinios importantes: Gilette, AT&T o Gatorade rescindieron su asociación con Woods en cascada.

El 11 de diciembre de 2009 anunció un retiro temporal del golf, mientras que el 16 de enero de 2010 se publicó que era ingresado en una institución de Missisippi para tratarse de su adicción al sexo. Estuvo 45 días internado, aunque que se comprometió a continuar con las sesiones una vez de regreso a su domicilio en Arizona. El 19 de febrero de 2010 habló públicamente por primera vez de la situación: "Fui infiel. Tuve aventuras. Engañé a mi esposa. Lo que hice no es aceptable", dijo en una comparecencia pública en la que no aceptó preguntas. El 16 de marzo de 2010 anunció su regreso al golf y el 23 de agosto de 2010 se divorció de Nordegren.

La vuelta al golf de Tiger Woods no fue la esperada, ni mucho menos. El estadounidense ya no era el golfista tremendamente fiable que había sido antes de sus escándalos. Así, el 4 de julio de 2010, el Tigre por primera vez no lograba quedar bajo par en un evento de la PGA, empatado en el puesto 46 en el AT&T National. Un torneo que en 2009 había ganado. No solo eso, el 20 de julio de 2011 rompió su relación laboral con Steve Williams, quien había sido su caddie durante gran parte de la carrera. Williams admitió mostrarse "sorprendido" por la decisión de Woods, que evidenciaba que algo no iba bien en su carrera.

La carrera de Tiger entra en este momento en un tiempo de altibajos. En marzo de 2013 recupera el número 1 del mundo, mientras que en mayo del mismo año gana su segundo Players Championship, hasta la fecha el torneo que peor se le daba de todo el circuito. Por contra, en agosto del mismo año, los problemas de espalda que le iban a atormentar posteriormente se hacen visibles cuando, tras ejecutar un golpe en la ronda final del Barclays, cae al suelo visiblemente dolorido. Finalmente, el 1 de agosto de 2014 debe retirarse del Masters de Augusta por primera vez en 20 años para operarse la espalda. El 16 de septiembre de 2015 se sometió a a una segunda intervención quirúrgica en la zona, a una tercera el 28 de octubre de 2015 y a una cuarta el 19 de abril de 2017. Durante todo ese tiempo, Tiger Woods siempre regresó a los campos de golf. Sin embargo, su rendimiento por norma general fue discreto.

La madrugada del 29 de mayo de 2017, Tiger Woods fue encontrado dormido al volante de su coche en una cuneta de una carretera de Florida, a pocos kilómetros de su casa. Apenas podía expresarse con claridad, por lo que la policía se lo llevó arrestado. La imagen de su detención dio la vuelta al mundo y fue acusado de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Los análisis médicos encontraron su organismo restos de cuatro fármacos diferentes (dos para lidiar el dolor y otros dos somníferos), así como marihuana. Dos semanas más tarde, el golfista estadounidense ingresó por propia voluntad en un centro de desintoxicación. El Tigre había tocado fondo.

"Lo que pasó fue una reacción inesperada a medicamentos prescritos. No me di cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuerte", declaró posteriormente. El 3 de diciembre de 2017 regresó a los campos de golf. Woods estaba ranqueado el 1.199 del mundo, aunque terminó noveno en el Hero World Challenge. En el camino del héroe, era el comienzo de su regreso.

El 23 de septiembre de 2018, Tiger Woods volvió a ganar un torneo del PGA. Se trató del Tour Championship de East Lake. Las imágenes de una multitud enfervorecida corriendo detrás de él en el hoyo 18 fue la representación de que los aficionados habían perdonado sus pecados. Había ganas de ver al Tigre volver a ganar. Sin duda alguna, el punto álgido llegó el 14 de abril de 2019, casi dos años después de su cuarta intervención de espalda. Tiger Woods se proclamó campeón del Masters de Augusta, el que fue el decimoquinto major de su carrera.

Aquello pudo ser el cierre de una película de Hollywood. La historia lo tenía todo: ascenso, caída y redención del héroe. Sin embargo, no fue el fin de la carrera de Tiger Woods. Si acaso un punto y aparte. Tampoco de sus problemas extradeportivos. Empezando por las lesiones. En agosto de 2019 se operó de la rodilla, mientras que en diciembre de 2020 se sometió a su quinta operación de espalda.

Lo que hizo a Tiger Woods volver a copar las portadas de todo el mundo fue el accidente de tráfico que sufrió el 23 de febrero de 2021. Según comunicó el alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, Tiger circulaba a unos 135-140 kilómetros por hora en un tramo cuya velocidad máxima era de 72 km/h. El golfista perdió el control del vehículo tras golpear la mediana y se estrelló contra un árbol. Woods sufrió fracturas en la tibia y el peroné de la pierna derecha, así como heridas en los huesos de los pies y del tobillo, la mandíbula inferior y la caja torácica.

La policía no buscó evidencias de presencia de alcohol u otras substancias en sus pruebas de sangre. Sí que analizó la caja negra del coche, la cual determinó que el golfista no tocó en ningún momento los frenos o el volante. Desde entonces, Woods prácticamente desapareció de la vida pública. Permaneció en un segundo plano hasta noviembre de 2021, cuando difundió un vídeo en el que se podía verles practicando golf. Un mes más tarde, en su primera comparecencia de prensa, admitió su idea de seguir jugando al golf de manera profesional, pese a que hubo opciones de haber perdido la pierna tras su accidente. Reapareció en el Masters de 2022, en el que quedó en una discreta 47 posición. "Si estoy aquí es para decirle a la gente: nunca te rindas", dijo al término de su participación.

A pesar de su regreso al Masters de Augusta 2022, lo cierto es que los problemas físicos nunca han abandonado a Tiger Woods. En 2023 regresó al Masters, pasó el corte, pero la última jornada tuvo que retirarse por una fascitis plantar. Estuvo siete meses en el dique seco. "Ya no me duele el pie, pero me duele la rodilla, la espalda… y si no las fuerzas se escapan por otro lado", dijo en su regreso. Además, se planteó un objetivo no muy ambicioso para poder seguir practicando el deporte que tanto le apasiona: un torneo al mes en 2024.

En enero de 2024, Tiger Woods anunció que terminaba su relación contractual con Nike. El gigante estadounidense no se separó de él en sus momentos más bajos, cuando los patrocinadores corrían por desligarse de su figura. Sin embargo, tras 27 años y unos beneficios para el golfistas de 500 millones de dólares, según estimaciones de Forbes, fin a una unión llegó a su fin. La marca norteamericana había dejado de fabricar equipamiento e golf en 2016 y, desde su accidente, a Woods se le había visto calzar zapatos FootJoy debido a sus problemas de movilidad. En 2023 expiró el último acuerdo entre ambos, de 10 años y firmado en 2013. En febrero de 2024, el golfista ha anunciado el lanzamiento de su propia marca: Sun Day Red.