HOCKEY HIERBA

Menini, nuevo 'Redstick': idolatró a Ginobili, ganó el oro olímpico y dejó Argentina por "amiguismos"

El jugador debutará en el V Naciones con España y espera repetir éxito en los Juegos de París. "El foco es la clasificación", dice.

Joaquín Menini durante un partido con la Selección./AGENCIAS
Joaquín Menini durante un partido con la Selección. AGENCIAS
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Todavía era pequeño, pero sus primeros recuerdos le sitúan al otro lado del campo. Joaquín Menini (Buenos Aires, 1991) creció viendo a su hermana jugar a hockey hierba en el Club Mitre. A él gustaba el baloncesto y el fútbol. De hecho, se declara "muy, muy hincha de Independiente". Pero a la que agarró el stick, ya no se despegó de él. Idolatrando a los Scola o Ginobili, cumplió el sueño de disputar y ganar la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Un tiempo después, todo se desvaneció. Se vio obligado que dejar la selección argentina "por valores". Ahora, sin embargo, compite con España. Y ya piensa en París 2024.

"Lo pasábamos muy bien, pero éramos un desastre", recuerda Menini. "Hasta que tuve 18 años perdíamos por goleada todos los domingos. Teníamos un equipo muy malo, ¡igual destacaba por eso!", bromea el jugador de HC Rotterdam. Crecer en la derrota no fue para Joaquín algo plomizo. Sus sueños siempre le plantaban la promesa de una victoria en el horizonte. Ya desde chico, sus padres le llevaban a ver a la selección. Inconscientemente, comenzaron a marcarle el camino. Desde entonces lo tuvo claro: lucharía por llegar a vestir la albiceleste.

Con la inocencia de todo niño, Joaquín se proyectaba en lo más alto. "Estaba convencidísimo de que iba a jugar Mundiales con la selección, pero no tenía ni idea de lo que había que hacer", explica. Por Mitre habían pasado grandes jugadores de hockey. "Era muy fácil decir: quiero ser como él", cuenta. A los 20 años, viviendo todavía en casa de sus padres, llegó la llamada de la selección nacional.

«Estar en la villa es como estar en Disneyland»

Y un tiempo después, en Rio 2016, terminó ascendiendo hacia el cielo. Medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Poco antes, previamente a jugar con la Selección, Joaquín tenía que pagar por jugar. Al final, la recompensa. "Estar en la villa es como estar en Disneyland", explica con una sonrisa marcada. Viajó a Brasil focalizado, sabiendo que se encontraría con muchos estímulos que le podían confundir. "Al principio estaba muy distraído", reconoce. Además de la medalla, se trajo muy buenos recuerdos. Imborrables. Como coincidir en el comedor con Rafa Nadal o Novak Djokovic.

Joaquín cuenta cómo coincidió con Nadal y Djokovic en el comedor de la villa.RELEVO

"Cuando ganas, esa última vez que escuchas el himno...". A Joaquín no se le despega la sonrisa al hablar de los Juegos de Río. El oro ya no se lo quita nadie. Sin embargo, un tiempo después, todo se torció. En realidad, fue una situación que poco a poco fue convirtiéndose en irreconducible. Menini terminó desafectado de la selección. Puerta cerrada. "Me enteré por un mail, fue todo muy frío", relata. Ni una llamada de teléfono.

Aunque le costó, dice, haber "cerrado" esa herida. Pero denuncia "amiguismos" dentro de la selección y que varios jugadores estaban allí por los beneficios que tiene uno al ser internacional.

Joaquín denuncia lo que se vivía en la Selección Argentina.RELEVO

A Menini le invitaron a dejar la albiceleste en un aeropuerto. A tan solo una semana de jugar un torneo de pretemporada. "Fue todo muy raro. Nos dijeron que podíamos volver a nuestros clubes", cuenta. Más tarde, con un nuevo entrenador, le llegó la opción de regresar con Argentina. El hockey hierba permite jugar con una nueva selección si han pasado tres años desde la última vez. Y como Joaquín tiene pasaporte español, recibió la llamada del seleccionador. Entonces, Argentina reaccionó.

"Un nuevo entrenador me llamó cuando ya había decidido jugar con España, pero sentí que no era para mí. Tal y como se hacen las cosas allí no me interesaba. No era feliz, no lo pasaba bien. No estaba de acuerdo con muchísimas cosas", justifica.

Joaquín ahora es uno de los jugadores más experimentados de la Selección española. "Disfruto mucho aquí, estoy súper agradecido. Me recibieron muy bien. Lo doy todo por la Selección", cuenta desde el CAR de Sant Cugat, donde el combinado nacional se prepara para el 5 Naciones que se disputa este mes de diciembre en Valencia. Ahora es una de las piezas sobre las que pivota la experiencia de un equipo joven.

De buscar referentes a ser uno para los más jóvenes

Hubo un tiempo en el que Joaquín se fijaba en jugadores de hockey mayores, sus referentes. A medida que ha ido creciendo, estos han ido cambiando. "Me fijé mucho en la Generación Dorada de Argentina [Scola, Ginobili, Nocioni...], siempre pensé que me encantaría jugar en un equipo así, con esos valores dentro y fuera de la cancha", explica. Dice que ahora se fija en el lenguaje corporal de los jugadores de rugby. "Es una de las cosas que quería cambiar, tener un lenguaje corporal más positivo con los compañeros. Soy muy exigente y puede llegar a parecer agresivo. Sobre todo de cara a gente joven. Salió en charlas de equipo y lo empecé a reconocer", expone.

En enero, España se jugará un puesto en los Juegos Olímpicos de París. La medalla que Joaquín ganó en Río reluce al otro lado del océano, en casa de sus padres. Repetir oro es un sueño para él del mismo modo que competir unos Juegos lo era de niño. "Sería fácil decir que me veo con una medalla. Pero el foco es clasificarnos, me encantaría que estuviéramos ahí. Trabajamos para eso", afirma. Con la experiencia de su lado -"haberlo vivido te da tranquilidad", enfatiza- tiene el reto de liderar a España en el camino hacia París.