"Soy Maica García, he ganado más de 50 títulos y 11 medallas con la Selección. ¿Algún patrocinador...?"
La jugadora del CN Sabadell y de la Selección constata el cambio de su deporte pero reivindica la falta de visibilidad.

Apenas era una adolescente cuando Maica García se acostumbró al metal de las copas y las medallas con el CN Sabadell para después alargarlo con la Selección española y convertirse en una de las deportistas más laureadas de siempre. Jugadora de carácter, virtuosa técnica, artista en cuerpo de boya, la waterpolista de 33 años afronta los últimos coletazos de su carrera (no descarta llegar a Los Ángeles 2028) como testigo del cambio que ha dado el waterpolo, un deporte que en el mundo es la envidia y del que ahora puede vivir. En la primera pregunta responde con su palmarés. Único. Tan cuantioso que no es capaz de retenerlo en la mente, aunque le han acompañado momentos imborrables especialmente en el Mundial de Barcelona 2013 o en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ahora reflexiona sobre el ilusionante 2024 y la visibilidad de su deporte en un verano donde el fútbol ha llevado el deporte femenino a las portadas.
¿Sabrías recitar tu palmarés de memoria?
Creo que más o menos las puedo decir. Soy campeona del mundo, dos veces subcampeona del mundo, tengo dos platas olímpicas, tres oros europeos, una plata europea, un bronce europeo. Bueno... hay alguna Liga Mundial que también contabilizamos. Y con el club tengo seis Champions, cuatro Supercopas de Europa. No tengo claro si son 15 o 16 ligas Y 14 también creo Copas de la Reina. Y en Supercopas de España también 10, 11 o 12, no lo sé. Eso lo tendría que mirar.
¿Le restas valor a los títulos a medida que los vas coleccionando?
No. Creo que cada año ha ido cambiando. Antes para el Sabadell era más fácil poder conquistar ligas y títulos a nivel nacional. Pero con los años hemos conseguido tener un estatus importante dentro de Europa y se nos respeta. Y hemos conseguido seis Champions durante más de una década. Y a nivel de Selección más de lo mismo. Creo que hemos conseguido ir escalando puestos, mantenernos durante toda la década con podios, medallas y clasificaciones importantes. Pero nos hemos estado adaptando a las nuevas generaciones porque al final ha habido muchos cambios que han ayudado a que sigamos ahí y a que nos adaptemos. Y es al revés, creo que es más motivador cada título ganado.
¿Eres ordenadamente meticulosa o eres un desastre para guardar los trofeos?
Ni meticulosa ni desastre. Pero es verdad que llego a casa y donde pillo, lo dejo. Un día viene mi madre y hago limpieza. Entonces ella se lleva cosas a su casa y las coloca mejor. Las medallas las tengo guardadas en una caja porque las tengo que sacar en ocasiones para una sesión de fotos.
¿Por qué el waterpolo español es el más exitoso del mundo?
No solo es el waterpolo español, creo que en Barcelona hay una cultura única de natación. Se apuesta por el deporte de agua. Hay muchos clubes, hay mucha competencia y todos se han propuesto llevar este deporte a lo más alto. Ahora conseguimos estar en los podios tanto las chicas como los chicos y creo que España es el referente. Hay buen rollo entre el masculino y el femenino y queremos crecer juntos.
What a night in Budapest 🤩@CN_Sabadell claimed a record fourth #SuperCup title after a dominant win over UVSE Budapest. Check out the full match highlights 🤽♀️#SuperCup2023 | #Pallanuoto #Vizilabda #Wasserball #VaterPolo
— European Aquatics (@EuroAquatics) November 8, 2023
Lo has ganado todo. ¿El waterpolo da para vivir e incluso para poder tener un colchón al retirarse?
He vivido el cambio, nos hicimos valer. Cuando era una niña yo llevaba las aguas, evidentemente, como todo el mundo cuando llega a un primer equipo. Y yo he visto que para ellas no era un deporte profesional. Antes era un deporte amateur, que cada una tenía su trabajo, sus estudios y era algo extra, un hobby. Ahora es diferente. Los clubes, la RFEN, el CSD, todos ayudan. Puedo decir que he vivido y vivo del deporte, y que siempre he podido priorizarlo. Aún así no he dejado de estudiar porque sé que esto tiene un final. Ni en todos los clubes creo que son capaces de poder vivir solo con esto porque es cierto que necesitamos más ayudas, necesitamos más inversión, más sponsors, más publicidad, más visibilidad. Creo que es algo que es muy necesario, pero bueno, falta mucha faena por hacer.
Hablas de visibilidad después de haberlo ganado todo. ¿Sientes una cierta envidia por el boom del fútbol femenino?
Estoy orgullosa por todas las chicas de fútbol que han conseguido grandes hitos, creo que muy merecidamente y que son unas guerreras. No tengo nada que decir. Pero a veces duele porque al final parece que el deporte femenino solo sea fútbol. Y no es cierto. Creo que nosotras, y muchas otras deportistas, también llevamos años ganando, y no se ha reflejado así. Esto ya es un tema social, parece que es lo que la sociedad quiere, lo que busca y nos duele que no haya ese cambio de chip. Creo que eso debería repartirse, que nos ayuden patrocinadores y medios. Hay mucho trabajo por parte de la federación y los clubes.
Al margen de ese reconocimiento que es insuficiente, ¿qué legado dejan en el waterpolo y que te hubiera gustado conseguir más?
El legado está claro. Antes se valoraba cero y ahora algo. Hay recompensas a nivel de sueldos, y eso es gracias a los éxitos. Si no hay resultados, no cobras. Eso es fruto del trabajo. Nos faltó reconocimiento porque lo comparamos con otros deportes. Ojalá todo vaya a más, pero hemos hecho algo. La asignatura pendiente es la visibilidad. El waterpolo es mi pasión, las que lo vivimos pensamos que con todo lo que luchamos, lo duro que es, la lucha dentro del agua... Lo poco que se valora. Eso es lo que más duele. En mi caso he ganado más de 50 títulos y 11 medallas con la Selección. ¿Algún patrocinador ahí?
Vosotras tenéis otros valores positivos. ¿El waterpolo es el deporte colectivo más igualitario?
Es de los más igualitarios. A nivel de club el presupuesto es el mismo para chicos y chicas en Sabadell, mientras que las becas del estado son las mismas.
El 2024 será emocionante y estará cargado de competiciones con Europeo, Mundial y Juegos. ¿Os genera estrés?
Tenemos la suerte de estar clasificadas para los Juegos. Esa presión nos la quitamos. Nos vendrá bien competir en el Europeo y el Mundial. Nos rodaremos, probaremos cosas. Queremos ganar, pero queremos ir a probar y ver cómo se siente cada rival. Además, la mayoría jugamos Champions y hay mucha carga. Para las veteranas, sobre todo. A las jóvenes le va a ir bien con el cambio de normativa del verano.
El Mundial de Fukuoka generó sorpresas con la eliminación de Estados Unidos en los cuartos. ¿Qué Juegos prevés?
Puede pasar cualquier cosa. Italia gana a Estados Unidos, Países Bajos está muy bien y Hungría siempre acaba en la lucha por las medallas. Está todo muy igualado. El cambio de normativa siempre genera cambios. Creo que todo estará muy abierto.
"En los Juegos puede pasar cualquier cosa, está todo muy igualado y abierto"
Jugadora del CN Sabadell y de la Selección¿Nunca le picó el gusanillo de irse fuera de Sabadell?
Ahora menos, pero hace años, cuando estaba explotando el boom del waterpolo femenino, tuve opciones de irme, pero al final el Sabadell luchó por seguir aquí. No me arrepiento de haberme quedado. Somos el club que más ha ganado de la última década. Ayudamos a hacer crecer el waterpolo a nivel nacional.
¿Cuáles son las defensoras más duras a las que se ha enfrentado y cuál es su estrategia en una posición tan exigente como la boya?
En mis inicios, las dos rusas eran duras. Pero con la experiencia fue diferente. Puedo hablar de Melissa Seidemann, la estadounidense, quien tenía fuerza, era muy buena. La lucha era intensa, de acabar muerta. Mi secreto es la técnica pura. Felipe Perrone es un ejemplo, un crack, tiene movimientos increíbles. Puedo ser grande y fuerte, pero yo siempre busco la debilidad para separarme, buscar el medio metro. Yo soy técnica, de giros, de pasar piernas...
Lloro con el “Off the record” 😂 esto no es serio. https://t.co/VaujeY9bx2
— Maica García Godoy (@Maica_GG) March 29, 2023
Todo este camino de éxitos en la Selección lo lograron con Miki Oca. ¿Tiene mucho valor entrenar un grupo durante 13 años?
Es difícil llevar chicos y chicas. La presión añadida es alta y cuando hay cambios generacionales o se tienen que tomar decisiones es complicado todo lo que eso genera. Miki se controla con sus meditaciones, es muy psicológico en las competiciones... Llevamos muchos años con él, le ayudamos especialmente con las jóvenes. Intentamos que todo esté tranquilo y ser disciplinadas.
Hay una joven que ya no lo es tanto, como Judit Forca, y otra que sí lo es pero que lo ha ganado todo, como Elena Ruiz. ¿Qué puedes decir de estas dos compañeras?
A Judit la he visto crecer, vi su evolución. Todas tenemos nuestros momentos. Ella lleva tres años al máximo nivel, es potente, es zurda que en el waterpolo es clave y tiene un gran lanzamiento. Su tiro nos da gol y es una jugadora peligrosa en el circuito. Y Elena es similar. Tiene condiciones innatas, no hay jugadoras con esos lanzamientos. Técnicamente es buena. Es joven y le falta aprender más cosas que no sean el ataque, pero sigue mejorando y confiamos en que sea una referente. Tiene personalidad y el equipo la debe acompañar. Ojalá sigan los éxitos durante muchos años.
¿Es París tu último baile?
Hablo por mí... Tokio parecía un último baile. Al final no sabes si una lesión te lo va a permitir. Intento quedarme con cada momento. Es cierto que París podría ser, pero no lo tengo claro. Estoy bien física y mentalmente. Yo quiero continuar. París pueden ser los últimos Juegos... No sé con 38 años cómo estaré en Los Ángeles. De esa edad está Pili Peña y luego está la capitana francesa que tiene 38 y estará en París. Al final depende de cada uno, mi posición es muy dura.