HOCKEY | PREOLÍMPICO

El método 'budista' que ha llevado a las Redsticks a París y que aparca la ciencia

Carlos García Cuenca quiso "liberar a las jugadoras", "controlar menos" en un Preolímpico que fue de "emociones".

La Selección celebra la victoria ante Canadá./RFEH
La Selección celebra la victoria ante Canadá. RFEH
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Las Redsticks estarán en los Juegos Olímpicos de París. Objetivo cumplido en el Preolímpico de Valencia, después de recuperar la armonía que las había hecho rozar las semifinales en los Juegos de Tokio, tres años antes, o ser bronce mundial en 2019. La Selección femenina fue un vendaval y desplegó su mejor hockey en todos los aspectos. En agosto, no obstante, todo eran "nervios" e "intranquilidad" después de un Europeo en el que todo lo conseguido se derrumbó como un castillo de naipes, que se llevó incluso por delante a su seleccionador, Adrian Lock, después de una década exitosa.

"No entendemos qué pasó", dijo el mismo seleccionador actual, que formaba parte del equipo de trabajo de Lock, quien fue destituido a un año de los Juegos y después de unas semanas de dudas en la Real Federación Española de Hockey (RFEH). En la organización se debatió largo y tendido sobre su sustituto. Este fue Carlos García Cuenca, quien apostó por una manera de dirigir diferente. La selección pasó de la ciencia de Lock al budismo de Cuenca.

El anterior seleccionador destacaba por el control de todas las situaciones del juego y de todos los aspectos que controlaban la vida de las jugadoras: las horas de sueño, la alimentación, el descanso, las mejoras individuales de ellas... Toda la amalgama de variables que tan buenos resultados le dio en el pasado. García Cuenca, que ha mantenido la base de Lock, ha roto en cambio con todo eso como él mismo explica.

Menos «control» y más inversión en el «equilibrio emocional»

"Hemos liberado a la jugadora, hemos decidido centrarnos en lo emocional, que estén arropadas y tranquilas. Hemos reducido el control en busca del equilibrio emocional, es un torneo de emociones", comentó el seleccionador, quien reconoce que su punto fuerte es ser "muy próximo a las jugadoras". "Este grupo viene de una experiencia negativa y había que conectarlas con el deporte, con su ránking, hacerles creer que queremos estar en unos Juegos y ser importantes. Demostramos que ha habido más confianza", expresó.

El seleccionador habla sobre la «liberación» de la jugadora.RELEVO

Otra de las novedades ha sido la inclusión de Lola Riera, especialista en penalti-córner. La jugadora se había quedado fuera de los últimos campeonatos porque la estrategia de la Selección era distinta, sin una especialista concreta, sino con varias. "Destaco el trabajo. Éramos conscientes de la importancia de este Preolímpico", comentó la propia internacional.

Con este éxito, la Selección femenina logra su tercera clasificación olímpica seguida. Su mejor resultado fue el oro inolvidable en Barcelona, en 1992, cuando el conjunto de José Brasa protagonizó una historia perfecta. Ahora, otro gallego, Carlos García Cuenca, ha implantado su método budista para ir a París. Guiños del destino, sueños que todas tienen después del gran trabajo anterior de Lock. "No teníamos que romper con el pasado", sentencia el nuevo seleccionador.