Esneca Fraga: el increíble triunfo en la Champions femenina de un equipo nacido hace sólo tres años

Albert Piñol es el CEO de Esneca Business School, una escuela de negocios online radicada en Lleida, cuya marca acaba de protagonizar lo que en sus aulas virtuales se calificaría como un caso de éxito sin precedentes: el Club Patín Fraga, patrocinado por Esneca, se proclamó el pasado fin de semana campeón de la Champions femenina de hockey patines. Piñol fundó el club en 2021 en la ciudad oscense, de algo más de 15.000 habitantes, un núcleo colindante con Cataluña pero sin tradición en la élite de este deporte. Sólo tres años después, imponiéndose a los mejores equipos de Europa y al dominio catalán en la disciplina, el equipo aragonés ha alcanzado la cúspide europea.

"Nos hemos saltado varias pantallas", bromea Albert Piñol. Es una forma de decirlo. Hasta hace cuatro días el Esneca Fraga era una señal inadvertida en los radares deportivos de la Comunidad. Hoy brilla como una supernova porque, aunque hablemos de una disciplina de carácter minoritario y sin antecedentes de élite en la región, la realidad se impone incontestable: el hockey patines femenino le acaba de dar a Aragón su primer equipo campeón en una máxima competición europea. "Bueno, eso me han dicho estos días -pondera Albert Piñol-. El Zaragoza ganó Copa de Ferias y Recopa, pero la nuestra sería la primera Champions: lo decimos con mucho orgullo y alegría por Aragón… y desde luego con toda la humildad".

La final enfrentó al conjunto fragatino con el Vila-sana Coop d'Ivars: dos localidades separadas por apenas 60 kilómetros se fueron a jugar el título de la máxima competición continental a 1.000 kilómetros de distancia, en un semivacío Palacio de los Deportes de Riazor, en La Coruña. Era la primera participación en la Champions del Esneca Fraga, un camino recorrido de hito en hito hasta la gloria.

"La fase previa la jugamos en Kronenberg, cerca de Dusseldorf, y tras ganarla nos encuadramos en el grupo de la muerte: con el Vila-sana y el Benfica. El Benfica es la meca de este deporte", explica Piñol. Pese al tamaño de los rivales, el conjunto de Jordi Capdevila acabó primero y en cuartos de final se cruzó con el Roller Matera italiano: 3-2 en la ida para las transalpinas… antes del rotundo 5-0 del regreso en el pabellón del Sotet. "Estábamos en la final a cuatro, algo increíble".

Tras haber quedado primeras en el grupo, el conjunto aragonés se cruzó con las anfitrionas. "Por el otro lado iban Vila-sana y Palau Plegamans". Dos gigantes frente a frente por un puesto en la final: el subcampeón del año pasado, frente al bicampeón en las dos últimas ediciones. Pasó Vila-sana. "Yo siempre bromeaba con que esta sería la final que nunca ocurriría, como un Barça-Madrid en la Champions… pero se dio", cuenta divertido Albert Piñol.

Aquí es donde la historia exige un retroceso temporal. Porque el contexto tiene miga. El proyecto del Esneca Fraga nació en 2021, cuando el técnico Jordi Capdevila y varias jugadoras salieron del Vila-sana, a raíz del cisma abierto por la destitución del entrenador. Hasta entonces, Esneca había patrocinado al club ilerdense: "Con la marcha de Jordi y de cuatro jugadoras, pensé en fundar un nuevo club en otro lugar", recuerda Albert Piñol. Contactó con la Federación Aragonesa y en Fraga encontró la disposición y el impulso resuelto de Carmen Costa, la alcaldesa, fallecida en 2022. Con el empuje de las instituciones locales le dieron forma al proyecto: "Creamos el club en la OK Liga Plata, la segunda división: logramos 26 victorias en los 26 partidos y subimos directas a la OK Liga Iberdrola".

La entidad acababa de nacer, pero el bloque de jugadoras lo conformaban, además de las chicas procedentes del Vila-sana, patinadoras con experiencia en algunos de los mejores equipos del panorama nacional. Así, en su primer año en la élite el Esneca Fraga alcanzó las semifinales de la liga, hasta caer eliminado por el Palau. Pero la sexta plaza en la OK Liga les dio el acceso a la Champions.

El club estaba saltándose todos los plazos previstos y no desaprovechó la oportunidad: fichó a Anna Ferrer y Adriana Soto, las guarda-redes de dos potencias como España y Argentina; también incorporó a la internacional María Sanjurjo, llegada del Liceo, un clásico. Y, sobre todo, a la veterana argentina Adriana Gutiérrez: "Tiene 39 años, es nuestra capitana y está en plena forma", valora Piñol. "La llaman la Messi del hockey patines". Una estrella con 20 años de carrera e innumerables títulos acumulados. Ha disputado nada menos que diez mundiales con Las Águilas albicelestes... y de ellos ganó cinco: 2002, 2004, 2010, 2014 y 2022.

Retirada de la selección tras el último entorchado, a Adriana Gutiérrez la atrajo a Fraga la solidez del proyecto armado por Albert Piñol: "En un deporte como el hockey patines femenino, que aún está camino de la profesionalización, en Fraga se están haciendo las cosas muy bien", dijo en el momento de incorporarse. Antes había militado en Cerdanyola y Voltregá, en dos épocas distintas en cada club, además de pasar por equipos en Francia (Noisy Le Grand), Brasil (CP Petropolis) y Portugal (Sporting Club).

Gutiérrez fue la autora del único tanto del Esneca Fraga en la final del pasado domingo en La Coruña: un empate a un gol, preñado de drama de principio a fin: "El suyo nos lo hicimos en propia puerta y después nos fuimos a una tanda de penaltis larguísima". Ambos equipos erraron el primer lanzamiento y al final de la serie de cinco persistía la igualdad. A partir de ese momento el título se habría de decidir en la muerte súbita. Hasta 20 penas máximas ejecutaron antes de decidir al campeón. "El penalti número 19 lo anotó María Sanjurjo… y ellas fallaron el vigésimo". Fraga era campeona de Europa. Nunca nadie imaginó una frase semejante.

"Teníamos esto en mente, pero en un plazo de tres o cuatro años. No tan pronto", reconoce ahora, después de días de celebración y felicitaciones, el presidente del Esneca Fraga. Entre el miércoles y el jueves serán recibidos por las autoridades aragonesas. Y el domingo se prepara una celebración en Fraga para festejar el título por la ciudad. Mientras, el conjunto de Jordi Capdevila deberá disputar dos choques de la OK Liga Iberdrola: el primero este 1 de mayo contra el Alcobendas; y el sábado, en Cerdanyola. Quedan cuatro jornadas de la competición doméstica por delante y el objetivo está marcado en una tercera plaza (ahora ocupada, de nuevo, por el Vila-sana) con el fin de evitar el cruce con el Palau Plegamans en los play-offs: "Son el mejor equipo sin discusión… y esto lo digo incluso después de ganar nosotras la Champions", reconoce Albert Piñol.

"Lo que hemos logrado es algo muy difícil, contra rivales de máximo nivel, y supone el fruto de muchísimo trabajo por parte de todos en estos años", reflexiona Albert Piñol. Ganar siempre exige seguir ganando: "Y bienvenida sea esa presión, porque el año que viene tendremos que trabajar para seguir aspirando a todo", advierte.

El inesperado triunfo en la élite ofrece el lado más visible de una decidida labor de asentamiento en Fraga. "Empezamos sólo con el primer equipo femenino porque ese era el origen, pero siempre trabajamos con la idea de hacer un club mixto y con cantera propia". Esa visión ya toma forma. Medio centenar de niñas y niños, desde edad pre benjamín, practican en los diferentes equipos inferiores, con el objetivo de conocer el deporte y sustentar el futuro del primer equipo: "No es lo habitual, pero estamos creciendo desde arriba hacia abajo, haciendo la base. Por ahora como es lógico no tenemos en el primer equipo jugadoras llegadas de bajo, pero ya vamos detectando talentos que en unos pocos años, cuando tengan 16 o 17, estarán en condiciones de hacerlo", vaticina Piñol.

Alimentados por el reflejo de un equipo súbitamente campeón, la ciudad y su comarca viven tiempos de crecimiento inusitado del hockey patines, apoyado por las instituciones y con un compromiso firme de ambos lados: "Por arraigo y por lealtad, porque esta ciudad nos dio cobijo: somos y vamos a seguir siendo Fraga", afirma con rotundidad Albert Piñol. En la franja oriental de la Comunidad, donde Aragón se encuentra con Cataluña y se funden los ríos Cinca y Segre, ha brotado un fenómeno imprevisible: un equipo campeón de Europa de hockey patines.