María Pérez toca el cielo con una plata olímpica en París

Mañana gloriosa para la marcha española. Si Álvaro Martín logró el bronce a primera hora de la mañana, María Pérez subió la apuesta y se colgó la medalla de plata en la prueba femenina. La granadina tiró de calidad y fortaleza para desquitarse de lo ocurrido en Tokio hace tres años. Dos de dos para la modalidad. Laura García, además, fue séptima en meta.

La especialidad no descansó esta mañana en París. Sin tiempo para saborear el bronce de Álvaro Martín en la prueba de 20 kilómetros en marcha, María Pérez y el resto de atletas españolas iniciaban la prueba femenina, que cubriría la misma distancia en el mismo circuito. La campeona del mundo llegaba a la cita como una de las grandes favoritas, pero no era la única.

La italiana Antonella Palmisano, la peruana Kimberly García León y, sobre todo, las atletas chinas eran sus principales rivales por las medallas. Al igual que Martín, la granadina quería desquitarse de su cuarto puesto en Tokio. Hasta ahora, consiguió ser campeona del mundo y las miradas estaban puestas sobre ella.

La carrera fue rapidísima desde el inicio, con un ritmo bestial y con el pelotón desintegrándose poco a poco hasta quedar reducido a una decena de atletas en apenas cinco kilómetros. Por delante y ya escapada estaba la china Yang, que cogió hasta medio minuto de ventaja respecto al resto de favoritas, entre las que estaba Pérez, con un marchar muy seguro. La de Orce no quería revivir los problemas del pasado con las descalificaciones.

La velocidad de las marchadoras causó estragos entre todas, y ahí María Pérez quiso dar un golpe de efecto contra sus oponentes y cambió el ritmo a falta seis kilómetros para la línea de meta y se fue con la otra china, Ma. La líder, eso sí, sumaba dos avisos de los jueces y tenía que reducir su ritmo. Por detrás, la granadina, ya segunda, lanzó un ataque para ir a por el oro.

Y vaya que sí lo hizo. Entre el kilómetro 15 y el 16 le redujo la diferencia diez segundos para dejarla en apenas 20, aunque una amonestación a María le hizo bajar revoluciones. Finalmente, la atleta española cruzó la meta en segunda posición y consiguió una medalla de plata que paga todo el esfuerzo realizado en los últimos años.