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Goga Bitadze deja la jugada más dantesca del Preolímpico: trata de anotar una autocanasta para forzar la prórroga... y ¡falla!

El pívot de los Orlando Magic trató de empatar el encuentro en contra de su equipo para luchar por la clasificación en la prórroga.

Goga Bitadze dejó una de las imágenes del preolímpico. /EFE
Goga Bitadze dejó una de las imágenes del preolímpico. EFE
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

Quedan tres segundos en el reloj en el encuentro entre Georgia y Filipinas. Los georgianos están tres puntos por encima en el marcador y hay tiros libres para Filipinas. Chris Newsome anotó el primero, mientras que el segundo se estrelló contra el hierro dejando el rebote a disposición de Goga Bitadze.

Hasta ese momento todo normal, pero lo que ocurrió en el rebote queda para la historia del baloncesto. El jugador de los Orlando Magic, ante la inexistente presencia de atacantes filipinos para el rebote ofensivo, trató de anotar un mate en su propia canasta. El motivo radica en que Georgia necesitaba una victoria por 19 puntos para no caer eliminado del Preolímpico de Letonia.

El pívot trató de anotar para enviar el encuentro a la prórroga, pero erró. Georgia ganó el partido, pero cayó eliminada y no estará presentes en los Juegos Olímpicos de este verano que tendrán lugar en París. Una estampa que guarda similitud con otra imagen vista hace diez años con Filipinas como protagonista de nuevo.

Eran los Juegos Asiáticos de 2014 y los filipinos se medían a Kazajistán en una situación prácticamente igual. Necesitaba vencer por 11 puntos para avanzar a la siguiente ronda y únicamente ganaban por tres puntos. Tras la anotación de un tiro libre por parte de los kazajos, el equipo filipino anotó en su propia canasta deliberadamente.

En este caso, al igual que habría ocurrido con Goga Bitadze, los puntos no se sumarían al marcador. Esto se debe a la norma FIBA sobre el valor de las canastas. El artículo 16.2.3 determina que si un jugador anota deliberadamente en su propia canasta, esta acción es una violación del reglamento. Así que la artimaña de Bitadze, que tampoco funcionó, no habría surtido efecto.